Deben trabajar 53 semanas para tener una vida de “clase media”
Un nuevo estudio de Oren Cass, en el Instituto Manhattan, confirma que un año de 52 semanas no es suficiente para un trabajador varón estadounidense promedio pueda tener una vida “clase media”. Para las mujeres, las noticias son aún peores: Ellas necesitan 66 semanas para lograr el mismo objetivo.
Estas cifras son un cambio brutal con respecto a las cifras de 1985, cuando los hombres con una salario semanal promedio sólo necesitaban trabajar 30 semanas y las mujeres sólo 45 semanas, para tener una vida de “clase media”, según Bloomberg.
El estudio trató de compilar un índice del “costo de la prosperidad” para medir la calidad de vida. La “clase media” se define como poder tener una casa de 3 dormitorios, justo por debajo del rango medio de los precios del mercado; un seguro médico familiar, cubrir los costos asociados a un vehículo y pagar un semestre en una universidad pública.
Hay una falsa prosperidad
El autor del estudio, Oren Cass, es un ex asesor de la campaña presidencial de Mitt Romney para EL 2012. Él dice que aunque su índice es imperfecto y no tiene en cuenta la gran diferencia de costos e ingresos, lo que haría que tal vez las 53 semanas tampoco alcanzan para lograr una vida de clase media, es un “punto de partida”.
En su introducción, Cass presenta un panorama positivo diciendo: “Los datos parecen mostrar que los hogares han alcanzado una prosperidad sin precedentes, y los salarios se han mantenido (en el peor de los casos) a la altura de la inflación, o (en el mejor de los casos) han aumentado mucho más rápido que los precios. Según las medidas convencionales, el nivel de vida material en todas partes de la distribución de los ingresos está en su punto más alto, y el progreso tecnológico sigue mejorándolo”.
Los milenios en peor situación
“Sin embargo”, agrega Cass para subrayar el problema, “muchos trabajos que, en el pasado, eran capaces de mantener a una familia, ahora ya no lo hacen. Los milenios están en peor situación financiera que los de la Generación X a la misma edad, que a su vez habían quedado rezagados con respecto a los “baby boomers”. Las historias parecen irreconciliables”.
Viviendo con cosas baratas
Cass critica el caso de que la calidad de vida ha mejorado lo suficiente para superar la inflación y la creciente brecha de desigualdad. Sin embargo, él dice que no siempre los trabajadores tienen la opción de sustituir bienes de baja calidad, pero más baratos, si sus ingresos no aumentan lo suficientemente rápido como para permitirse nuevos y mejores productos.
También descubrió que sólo los ingresos de los hombres con licenciatura han aumentado más que los precios al consumidor desde 1980.
Las mediciones equivocadas
Cass concluye: “La explicación es esta: La inflación no mide la asequibilidad. Los supuestos clave incorporados a los índices de inflación, con el fin de medir la presión alcista subyacente en toda la economía sobre los precios son diferentes y, a menudo, contrarios a los supuestos clave necesarios para evaluar las opciones y limitaciones económicas a las que se enfrentan los hogares. Cuando los analistas utilizan los ajustes de la inflación para comparar los recursos de los hogares a lo largo del tiempo, han elegido el punto de vista equivocado, y su punto de vista queda oscurecido”.
Viendo las cosas de modo diferente
El estudio también concluye que los economistas y las familias ven tres cosas de manera diferente:
El ajuste de la calidad. Los productos y servicios que aumentan sustancialmente de precio y ofrecen mejoras de calidad, pueden llegar a ser inasequibles, mientras que no tienen ningún efecto sobre la inflación.
Costo compartido a favor de los ricos. Los nuevos productos y servicios pueden aumentar los costos para toda la población, pero sólo proporcionan beneficios a una parte muy pequeña de la misma, sin tener ningún efecto sobre la inflación.
Normas sociales. Los cambios en el comportamiento y las expectativas de toda la sociedad pueden alterar el valor o la necesidad de un bien o servicio, sin tener ningún efecto en la inflación…