Coronavirus empaña los sueños de emprendedores en América Latina
El director ejecutivo de la startup colombiana de alimentos Muy había esperado pasar las últimas semanas preparándose para recaudar una gran cantidad de fondos frescos entre empresas de capital de riesgo para ejecutar un ambicioso plan de expansión.
En lugar de ello, José Calderón estuvo ocupado cerrando los 40 restaurantes de la compañía en México y Colombia, debido a que el brote global de coronavirus forzó la suspensión de distintos negocios en toda la región.
«Todas las tiendas están en cero, cero, cero, todo rojo. Es súper difícil», dijo Calderón, quien redujo su propio sueldo en más de la mitad y pidió a los empleados que tomaran recortes voluntarios, solo seis meses después de recaudar 15 millones de dólares.
Como emprendedor veterano, agregó, «me he declarado en bancarrota porque tomé malas decisiones, porque no ejecuté bien, pero esta vez es difícil».
Las experiencias de Calderón reflejan el fuerte golpe que el coronavirus ha dado a los emprendedores en América Latina, cuyo sector tecnológico, en particular con la ayuda de SoftBank Group Corp de Japón, había comenzado finalmente a mostrar valuaciones de miles de millones de dólares, tras años de batallar para atraer a inversionistas globales.
Las startups en todo el mundo han sido afectadas por el coronavirus, que ha confinado a miles de millones de personas a sus hogares y ha detenido gran parte de la economía mundial.
Pero en los mercados emergentes como América Latina, es un momento especialmente precario en el desarrollo del sector tecnológico, y eso podría dificultar la recuperación para el gremio emprendedor.
«Estábamos ganando terreno», dijo Federico Antoni, un inversionista de la firma de capital de riesgo ALLVP, con sede en Ciudad de México. «Definitivamente es un mal momento para ser golpeado por esta enorme crisis sin precedentes».
En algunos mercados, el impacto ya es acentuado. En Brasil, los fondos invertidos en capital de riesgo cayeron un 85% en marzo respecto al mismo período del año anterior, según el brazo de inteligencia de mercado de la firma brasileña Distrito.
Algunas ofertas todavía están llegando a buen término. SoftBank dijo este mes que invertirá 48 millones de dólares en la tienda en línea de productos para mascotas de Brasil Petlove, y la startup brasileña de logística CargoX anunció que había recaudado 80 millones.
Pero los despidos y los recortes salariales se están produciendo en toda la región, e incluso las nuevas empresas que aún pueden recaudar dinero se han visto obligadas a hacerlo a precios de liquidación.
La startup mexicana fintech Visor ADL, por ejemplo, exploró la venta, dijo su director general Rubén Sánchez, aunque al final pudo atraer a un inversionista. La compañía ahora está cerrando una ronda de financiamiento, pero admitió que su valuación tiene un descuento.
«Tienes que estar vivo mañana para aprovechar el viento a favor», dijo Sánchez.
La compañía de scooters Grow, que fue una de las startups más prometedoras de la región, ahora está en hibernación después de que se vendió el negocio, pues en marzo suspendió sus operaciones en América Latina.
«CUIDAMOS CADA PESO»
Para aquellos que sobreviven, el tiempo es clave. La startup colombiana Ayenda, una cadena de hoteles de alta tecnología, recaudó 8.7 millones de dólares en febrero, justo antes de que la crisis golpeara la región.
El presidente ejecutivo, Andrés Sarrazola, había pensado en utilizar ese dinero en la operación de la empresa hasta diciembre, pero cambió sus planes y redujo sus gastos en un 40%, dándole vida a la operación por al menos 16 meses, dijo.
La aplicación de membresías de gimnasios Gympass, respaldada por SoftBank en una ronda de 300 millones de dólares en junio pasado, dijo que redujo su fuerza laboral en todo el mundo en un 20%, debido a que los usuarios se estaban quedando en casa. La compañía fundada en Brasil, y que cambió su sede a Nueva York, ahora ofrece clases de ejercicio en línea.
En la firma colombiana Mensajeros Urbanos, el presidente ejecutivo, Santiago Pineda, dijo que una ronda de financiamiento se retrasó, poniéndolo al borde a pesar de que la compañía había ampliado su negocio a entregas de farmacias y supermercados.
«Ha sido todo un desafío mantener (socios) interesados en invertir», dijo.
La cofundadora de la startup mexicana de gafas Ben & Frank, Mariana Castillo, dijo que está abandonando los planes para buscar fondos este año y que se centra en la supervivencia. Aunque la compañía todavía está haciendo ventas en línea, Castillo cerró las 24 tiendas y frenó la puesta en marcha tres nuevas ubicaciones.
«Realmente cuidamos cada peso que entra en la empresa», dijo.
Algunos se mantienen optimistas sobre la escena de las startups al ser un mercado en el que los empresarios han operado durante mucho tiempo con recursos limitados.
Eric Pérez-Grovas, socio general de la firma mexicana de capital de riesgo Jaguar Ventures, dijo que las compañías que superan la crisis podrían estar preparadas para el éxito.
«Sobrevive estos tres meses y tendrás un buen mercado y un grupo de talentos», dijo.