Cómo pagar sin contagiarse: ¿es mejor usar efectivo o tarjeta?
La recomendación de lavarse las manos después de tocar dinero es ampliamente conocida para evitar entrar en contacto con gérmenes que procedan de otras personas. En tiempos de coronavirus, este consejo se ha convertido en una de las medidas básicas para evitar su propagación. De hecho, la Comunidad de Madrid ha prohibido el pago en efectivo en sus autobuses. Asimismo, para eludir los riesgos derivados del uso de tarjetas (al firmar o introducir la clave pin), las entidades financieras españolas que conforman el sistema español de pagos con tarjeta han elevado de 20 a 50 euros la cantidad máxima por la que se puede hacer un pago contactless sin clave. Una iniciativa alineada con la recomendación de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
No obstante, se desconoce qué impacto han tenido en España estas medidas y las precauciones sanitarias de los consumidores, puesto que el Banco de España publica las estadísticas de medios de pago de forma trimestral y aún no están disponibles los datos hasta marzo, que incluirían dos semanas de estado de alarma.
En cualquier caso, según un comunicado del Banco Central Europeo, a mediados del mes de marzo –cuando la pandemia ya se había expandido por Europa–, hubo un repunte semanal del valor de los billetes en circulación y se alcanzó casi el máximo histórico de 19.000 millones de euros. Esta tendencia se invirtió en abril, cuando disminuyó la demanda de efectivo y en muchos países de la zona comunitaria se situó por debajo de la media. Ambos datos son consecuencia, en primer lugar, del aumento del gasto en supermercados en los días previos al confinamiento y de la posterior limitación de las oportunidades de acudir a comercios, así como del impulso de acumular efectivo que se produce durante las crisis económicas.
Los mensajes de calma
Los bancos centrales y la propia Organización Mundial de la Salud, que en principio recomendó evitar el dinero en metálico, han insistido recientemente en la seguridad del efectivo. Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, publicó un comunicado en el que explicaba que el tiempo de supervivencia del virus en los billetes de euro es mucho menor (entre 10 y 100 veces) que en otras superficies al estar fabricados con fibra de algodón, lo que los hace ser altamente porosos y, por tanto, tener menos probabilidad de transmitir el virus.
Ocurriría lo contrario con las superficies de plástico, como las tarjetas, que serían un medio de transmisión más favorable. «Los billetes de euro no representan un riesgo de infección particularmente significativo frente a otras superficies con las que estamos en contacto en nuestro día a día», aseguró Panetta, refiriéndose a los resultados de los exámenes realizados por los laboratorios con los que el BCE está colaborando para conocer el comportamiento del virus en las distintas superficies…