¿Cómo cautivar a la generación del consumidor impaciente?
Ana Olabuenaga: Imaginemos un incansable relojito que no para de dar vueltas. Paso a paso, paso a paso, paso a paso, paso a paso…
El relojito sigue dando vueltas. Imposible imaginar que alguien que lee este artículo pudiera soportar un relojito que da vuelta, tras vuelta, tras vuelta, tras vuelta, para empezar a leer el texto que esta página no termina de desplegar.
Exacerbemos la paciencia del lector con una vuelta más, paso a paso, paso a paso, paso a paso…
Impaciencia
La rapidez con la que se mueve el mundo de hoy ha creado una nueva característica en el consumidor: su mermada capacidad para esperar.
El consumidor de hoy quiere todo; quiere una gratificación instantánea por todo y lo quiere ¡ya! Características muy alejadas de la “paciencia”.
Considerada desde la Biblia como una virtud, la palabra viene del latín pati, que significa “sufrir”. Precisamente de ahí derivó a paciente, que en los consultorios u hospitales significa “el que sufre”.
Pero esa no es una característica del consumidor de nuestros días. Más bien, hemos conformado una sociedad con vocación hacia la diversión y el placer. Este no es un artículo sobre lo que está bien y lo que está mal. Este es un artículo sobre lo que es y está pasando, sin ningún tipo de juicio moral.
Y lo que está pasando es que el consumidor, en promedio, está dispuesto a invertir 1.8 segundos en cada posteo en Facebook y menos de dos segundos para que cargue un video antes de desesperar…