Cada día es un regalo
“Cada día que vivimos es un regalo y vivir en el presente es otro regalo” dice Susie De Pavia.
Estamos en una pandemia en la que estamos normalizando que nos digan que hay cientos de muertos todos los días. Y a pesar de que haya bajadas, centenares de muertes nos tiene que escandalizar. Pero nada, no decimos nada, lo tomamos como algo normal.
Pasará la pandemia, esperemos, pero mientras se están generando nuevos virus mentales, que tambien deberíamos ocuparnos porque la que viene, que también será para echarnos las manos a la cabeza.
Recientemente leí un artículo en Heraldo de Aragón en el que decía “Los jóvenes que buscan atención psicologica nos dicen que todos los días son iguales , no tienen alicientes“. Ansiedad, conflictos familiares, cansancio y hartazgo dictaminaban que eran algunos de los síntomas debido a la crisis sanitaria y profesional que estamos viviendo.
Yo no solo citaría a los jóvenes como el espectro de la sociedad que está sufriendo estos vaivenes, sino todos. Porque todos no podemos viajar, todos no podemos desconectar de ninguna manera, el mercado laboral es infumable para todos, no podemos abrazar a nuestros seres queridos y nos dicen que hay que tener relaciones sexuales con la mascarilla. Y aunque no lo he oído todavía, eso de tener relaciones sexuales a 1,5 metros de distancia, llegará, ya veréis.
Paseas por mi ciudad y si antes veías a la gente que no hablaba entre ellos caminando, ahora aún menos. La mirada, que es lo único que vemos ahora de las personas, es triste. ¿Qué ha pasado con esos cambios que se promulgaban en los directos de Instagram de una nueva sociedad? PURA PANTOMIMA. Ahora nos importa más estar en ClubHouse y eso de ayudar a los demás, ya lo hará el Gobierno por nosotros.
¿Qué hacemos pues si esto va para largo?
Como dice “Fisth. La eficacia de un equipo radica en su motivación“. tenemos que ESCOGER NUESTRA ACTITUD.
Nos levantamos y ya antes de ni siquiera poner un pie en el suelo, ya nos estamos cagando del nuevo día, de tener que ir a trabajar o de aguantar a la pedorra de tu pareja. ¿Así que coño de día vamos a tener?
¡¡DE MIERDA!!.
Siento ser tan claro y escatológico, pero es que cada día es un nuevo regalo. Mientras otras personas ya no están con nosotros, nosotros estamos desaprovechando el día porque no vamos a poder irnos de juerga con los amigos o de conciertos con la parienta.
Pues si no puedes hacerlo, puedes cambiar tu actitud y ver el día como una nueva oportunidad de hacer las cosas de manera diferente. De intentar aquello que te daba miedo, de decir lo que sientes y que siempre te ha dado miedo, de SONREIR (algo que se está perdiendo cada día más), de ver el día con otros ojos. Y cuando lo haces, empiezas a desarrollar tu creatividad, a sonreír a los obstáculos y a superarlos. En definitiva ves la vida a través de otra mirada.
Y tu elección atrae a otros. Te preguntan si te has tomado algo o fumado alguna cosa. Cuando lo único que has hecho es que sabes que tú no eres las circunstancias que te rodean, sino que eres tú quien creas las circunstancias que te rodean. Simple y llanamente. Sabes que tienes un gran poder, el de dominar tus emociones, el de ver la vida de una manera diferente a los demás, en el que te motive estar, en el que te impulse y no bloquee.
Simple y llanamente eso, TODO ES CUESTIÓN DE ACTITUD.
No nos damos cuenta que nosotros tener el poder de cambiar nuestro mundo. Y es a través de las palabras, la representación fonética de nuestros pensamientos. No es lo mismo decir que es un día de mierda, que decir :”A pesar del día de mierda, no van a poder conmigo”.
¿No crees? Pero aún así no nos damos cuenta que nuestras palabras, son el motor de transformación de nuestra realidad. Así que antes de hablar mira a ver qué vas a decir.
No nos damos cuenta que todo empieza en nosotros. La felicidad, el éxito, la creatividad, la motivación, me da igual lo que sea…TODO EMPIEZA EN UNO y empieza con la actitud que escogemos nada más empezar el día.
Y no solo se trata de actitud, sino también de JUGAR. Ya sé que tras leer esta palabra, estarás pensando: “Para jugar estoy yo”.
Pues es lo que tenemos que hacer. Pero se nos ha enseñado que a cierta edad eso ya de jugar es para el fin de semana, para la cama o cuando te jubiles. Y creo que todos los días debemos jugar.
Jugar es romper las normas, es creatividad, es liderazgo, es curiosidad , es disrupción. Pero no, es mucho mejor seguir las normas, no salirse de lo establecido, que aunque tengamos un trabajo soso, es lo que es un trabajo que tenemos que hacer lo que nos dicen aunque sea un aburrimiento. Cuando nos sentimos aburridos, nos damos a los placebos, que puede ser la comida u otros “opiáceos”, con peores consecuencias.
Mientras estoy escribiendo este artículo, estoy oyendo música y me estoy comiendo una palmera de chocolate. Toda experiencia tienes que vivirla como un juego, como una diversión y no como una obligación.
Cuando juegas, estás alegrándole el día a los demás. Cuando entras a una tienda y te sonríen o te preguntan cómo estás, te están alegrando el día. Cuando recibes un mensaje que no esperabas de una persona, te está alegrando el día. Pero cada día creo más que el ser humano se divide en dos: aquellos que se ocultan sus sueños no vayan a jodérselo los demás y aquellos que se dedican a joder el sueño de los demás.
Tanto joder vale ya y alegremos la vida de los demás. Mejor nos iría.
Pero lo peor de todo, que si te fijas en las personas que te encuentras por la calle, por la oficina o en el pasillo de tu casa, no están presentes. Si te habla, fíjate en su mirada. No está presente. Seguro que estarán pensando en la noticia que han venido, en cómo responder al jefe a la mañana siguiente o por qué te ha respondido así su pareja… Y mientras nos estamos perdiendo qué esta diciendo la otra persona, qué siente, no nos estamos focalizando en sus emociones y ni mucho menos en ver más allá de lo que nos quiere decir.
Solo tenemos el presente y mientras lo desechamos estamos perdiendo oportunidades que deseábamos, pero nos importa más el futuro que no sabemos que ocurrirá o el pasado que nunca volverá a suceder.
Escoger una actitud ante la vida, no es que los miércoles seas alegre, motivado y quieras a los demás. Para que el jueves seas un cabrón. Es un estilo de vida, que cambiaría muchas vidas y con ello el mundo entero.
Pero tú decides.