Bancos ecuatorianos registran 1,6 millones de operaciones para diferir pagos de créditos de consumo y tarjetas
La compleja situación económica del país generada por el COVID-19 ha llevado a miles de clientes de la banca a diferir sus pagos por créditos personales y tarjetas. Y ello se refleja en cifras de los bancos que han diferido hasta la fecha 1,6 millones de operaciones en ese segmento.
Según datos de Asobanca, en este segmento el saldo de cartera diferida se acerca a los $4500 millones, que representa el 39% de la cartera de consumo.
Solo este rubro representa cerca del 80 % de las 2,1 millones de operaciones de diferimiento que la banca ha realizado hasta junio.
En el ramo el segmento productivo, los bancos difirieron más de $ 2800 millones a cerca de 29 500 empresas.
Dentro de microcréditos se han realizado 429 mil operaciones de diferimiento, por un monto total de $1277 millones, que significa el 70% del total de la cartera de este segmento.
En vivienda se difirió el 55% del total de la cartera del segmento, es decir, alrededor de $1374 millones.
A junio de 2020, en todas las operaciones de diferimiento hay más de $10000 millones. Esto significa que el 35% de la cartera total de la banca «recibió un alivio financiero», según la Asobanca.
No obstante, pese a los diferimientos y refinanciamientos que ofrece la banca privada hay clientes que se quejan porque estos se hacen con intereses altos. Ya algunos que difirieron durante los meses más difíciles de la cuarentena están recibiendo en sus cuentas los valores pedientes con los montos actuales.
En cuanto a la colocación de nuevos créditos, a junio de 2020, el volumen de
crédito registra una recuperación en comparación con abril y mayo de este año.
Según datos del Banco Central, en febrero de 2020, antes de la crisis del COVID-19, el volumen de crédito mensual fue de $1890 millones. En marzo, abril y mayo se registró un decrecimiento en las nuevas colocaciones crediticias, que llegaron a su punto más bajo en abril con $1305 millones de dólares.
Sin embargo, para junio, la recuperación fue evidente, pues que el volumen de nuevas colocaciones crediticias registró un valor de $2116 millones, con más de 487 451 nuevas operaciones individuales de crédito, según datos de la Asobanca