Autónomo económicamente dependiente: diversifica
En nuestro país, con el aumento del trabajo freelance y el impulso de la popularidad de la economía compartida, se ha multiplicado el número de profesionales considerados “autónomo económicamente dependiente”. Son trabajadores por cuenta propia que concentran, al menos, el 75 % de su negocio en un único cliente.
Pese a las ventajas evidentes, en términos de estabilidad financiera, que esta situación puede proporcionarles, o a esos 18 días hábiles de descanso anual con los que otros autónomos sueñan y que ellos tienen garantizados, no todo son beneficios.
El gran inconveniente al que se enfrenta el autónomo económicamente dependiente
Poner todos los huevos en la misma cesta, como reza la expresión popular, es un riesgo que no todos los profesionales están dispuestos a asumir. Cuando se trabaja codo con codo con una sola empresa, tienden a adoptarse sus procedimientos y visión, algo que podría dificultar la evolución del autónomo económicamente dependiente.
Además de estas cuestiones relacionadas con el crecimiento personal y desarrollo profesional, existe un problema práctico bastante evidente. El cliente sabe el poder que tiene y es muy probable que no dude en aprovecharlo.
Sus deseos serán órdenes para el freelance que no quiere defraudar. Esto se traduce en un día a día repleto de:
Plazos ajustados.
Expectativas elevadas.
Abuso de confianza.
Negociaciones desproporcionadas.
Solicitud de favores.
Todos sabemos que no es el mejor escenario para enfrentarse a la rutina laboral. En este contexto, no tardan en aparecer el estrés, la ansiedad y la frustración. Los tres son enemigos de alguien con la responsabilidad de estar al frente de un negocio, aunque sea unipersonal.
Afortunadamente, la situación puede evitarse. No hace falta llegar a este extremo.
Cómo dejar de ser autónomo económicamente dependiente
Lo único que hace falta para dejar de ser autónomo económicamente dependiente es encontrar otros buenos clientes. Sí, está claro que trabajar por cuenta ajena no es una solución que interese a quien quiere seguir siendo freelance, pero puede que en las ofertas de empleo se encuentre una forma de dar la vuelta a la situación.
De hecho, las plataformas de búsqueda de empleo pueden ayudar a estos profesionales a ampliar su cartera de clientes. Es la primera de varias recomendaciones para evitar ser autónomo económicamente dependiente:
Buscar empleo. Infojobs, Indeed o LinkedIn pueden ayudar a un freelance a encontrar trabajo. No es necesario que las empresas busquen trabajadores por cuenta propia. Hay que ser creativo y pensar si podría ofrecerse la candidatura a un puesto de consultor, asesor o representante comercial, sin que medie un contrato laboral.
Dedicar un tiempo a encontrar clientes. No es fácil que los clientes lleguen solos a la puerta del negocio. Es preciso salir a buscarlos y para eso hace falta tiempo. Planea tu jornada incluyendo unos minutos para rastrear la red en busca de nuevos contactos que puedan convertirse en trabajo.
Promocionar el propio negocio. Igual que las grandes marcas invierten cada año en publicidad, tu pequeña empresa unipersonal no debería privarse de hacerlo. Las redes sociales te permiten hacerlo de forma gratuita y, a través de ellas, un autónomo económicamente dependiente puede exhibir su portfolio, exponer casos de éxito, recibir valoraciones de clientes satisfechos o demostrar su expertise redactando contenido de calidad.
Ser autónomo económicamente dependiente implica conformarse y ese verbo no es compatible con el crecimiento empresarial. Si quieres que tu negocio despegue, implícate y entra en acción.