Así evoluciona la millonaria industria de los patrocinios deportivos
El bimestre septiembre-octubre tiene una peculiaridad que lo convierte en uno de los momentos más esperados del año, pues pone en marcha a las grandes ligas deportivas del mundo.
La NFL saltó a los emparrillados hace apenas un par de semanas, la Champions League vio acciones tras el puente del 15 de septiembre y la NBA verá el regreso de las clavadas más espectaculares en cuestión de semanas. Se trata de las ligas que aportan las franquicias mejor cotizadas y dejan ver a los deportistas cuyo valor alcanza las decenas o cientos de millones de dólares.
Los deportes hoy son una invitación a ver millonarios ganadores contra millonarios perdedores, mientras el oficinista escapa de su jornada para ver la atractiva agenda de la Champions en un martes cualquiera.
El denominador común de estas ligas y sus fortunas monetarias no es ni el balón ni el deporte de conjunto, sino la coincidencia de tratarse de deportes en su versión varonil y que atraen a una masa incalculable de televidentes cada semana.
La noruega Ada Hagerberg, primera ganadora del Balón de Oro y considerada la mejor futbolista del mundo, recibe 400 mil euros al año. En tanto, el valor de mercado del francés Kylian Mbappé –ídolo del Mundial de Rusia 2018– alcanza los 200 millones de dólares (Transfermarket, 17 de septiembre de 2019).
Que se busque igualar los trofeos y las justas no quiere decir que los sueldos estén ni cerca de una paridad.
No es casualidad que las futbolistas o los deportistas que compiten en el deporte profesional que no cuenta con el impacto y el respaldo de una gran liga se miren desamparados y busquen apoyos en otras instancias.
Para Gerardo Sordo, CEO y fundador de Brand Me, plataforma que conecta a las marcas con creadores de contenido e influencers, la experiencia deportiva no tiene por qué limitarse a los sueldos que ofrecen los equipos en los voraces mercados deportivos, sino que debe ser aprovechada por los protagonistas desde otras instancias.
“Las marcas voltean cada vez más a ver a los deportistas para involucrarse con ellos por diferentes razones: se relacionan más a la cultura de la salud, por ejemplo, al bienestar y a los buenos hábitos. Las marcas buscan relacionarse bajo una figura limpia, e involucrar la marca con los deportes le da mucha más atracción hacia el consumidor final”, explica Sordo…