Acelerando hacia el futuro
¿Cómo será el transporte del futuro? ¿Ayudará el «big data» al coche autónomo? ¿En qué afecta la tecnología a la movilidad urbana? Son algunas de las preguntas sobre la movilidad del futuro y la implantación de los coches eléctricos. Con el objetivo de buscar respuestas, Vocento, dentro de los actos de su 15 aniversario, convocó ayer un foro de Movilidad 3.0, con el patrocinio de Michelin, Siemens y Renfe, en el que reunió a todos los agentes implicados. Gregorio Serrano, director general de Tráfico, reconoció que la movilidad es «apasionante y compleja» y que su modelo tradicional de gestión «debe evolucionar aprovechando las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías y poniéndolas al servicio del conductor».
«De nada sirve que los vehículos tengan más tecnología para la seguridad y la sostenibilidad si no somos capaces de verlos en las carreteras», señaló Arancha García Hermo, directora del área industrial de Anfac. Una idea que completó Carlos Bergera, director de movilidad verde de Iberdrola, al apuntar que «se debe producir también un cambio cultural en los ciudadanos». Pero esa presencia de los coches eléctricos en España «debe estar relacionada con las energías renovables. Además de las cuestiones económicas, hay que concienciar al ciudadano para crear unas ciudades y un planeta más limpios pensando en el futuro. Es una labor de responsabilidad».
Fernando Pina, delegado en Madrid de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos de España, confirmó que «estamos por detrás del nivel europeo» y destacó las ventajas de los coches eléctricos: «Su mantenimiento es menor, se hace menos gasto en combustible y las ayudas permiten que la diferencia por el coste de la compra sea más rentable». Pero si hay alguien vital en este proceso de cambio en busca de una movilidad más sostenible son los conductores. «Estamos a favor de la movilidad sostenible y segura, pero no de que esa búsqueda de la movilidad se convierta en inmovilidad», señaló Carlos Lancha, director de relaciones institucionales de RACE. «El transporte público va avanzando, pero no hasta prescindir del vehículo privado», añadió.
Pocos puntos de recarga
«Lo importante es que los usuarios que compran uno tengan solucionada su recarga nocturna en su casa, pero también en zonas públicas. Hay pocos puntos de recarga en España y una implantación rápida provocaría que se rompiera esa parálisis en la compra de vehículos eléctricos por la falta de infraestructuras», destacó Bergera. «La electrificación del transporte es una realidad», apuntó García Hermo que, eso sí, considera que hoy en día es «una «yincana» comprarse un vehículo eléctrico porque queda mucho por hacer».
Si el vehículo eléctrico es una realidad, el coche autónomo llega con la idea de hacerse un hueco que no termina de convencer a todos. «Al conductor le gusta serlo y no quiere dejar de hacerlo», señaló el director de relaciones institucionales de RACE. Una idea que rebatió el director de movilidad verde de Iberdrola al señalar que «el coche autónomo tiene una prestación de servicios de movilidad que es compatible con el placer de la conducción». Desde la DGT se quiso buscar el consenso al resaltar que «estamos en el camino de darle la bienvenida poco a poco al coche autónomo y buscar la perfecta convivencia de los vehículos «tradicionales» y los autónomos».
La ciudad del futuro
La movilidad sostenible tiene en las ciudades y su transporte en el futuro un punto clave. «Las ciudades del futuro son difícilmente entendibles sin un transporte público sostenible, pero siempre un transporte público modal e integrado», señaló Rodrigo Hilario, director de estrategia de Renfe. Un salto que debe hacerse gracias al contexto y a «un plan nacional en el que participen los ciudadanos, las ciudades y las industrias. De esa manera se sabrían las necesidades y conocer más lo que se necesita y se pide», indicó Enrique Martínez, coordinador del plan nacional para ciudades inteligentes.
Y en ese cambio en las ciudades el factor más determinante debe ser el ciudadano. «En la Casa Blanca o en la NASA se busca la interacción de la ciudadanía con el objetivo de que exista una conexión real entre el ciudadano y la administración», señaló Fernando García, coordinador del Grupo Interplataformas Ciudades Inteligentes. Una interacción que permita llevar a cabo la búsqueda de las soluciones a los problemas que plantea el ciudadano a través de «un plan viable en el que la universidad, la administración y los «partners» se unan para saber cómo llevar a cabo esas medidas. Es importante analizar qué inversión tiene y qué beneficio se consigue», resaltó Francisco Rincón, responsable de Siemens. «Somos autoexigentes y queremos la ciudad inteligente ya, pero hay que hacerlo bien», comentó Hugo Ureta, director de Comunicación Corporativa de Michelin España y Portugal. «Es muy importante la capacidad de investigación en los problemas actuales y en los retos del futuro», incidió…