9 hábitos que te hacen ver poco profesional en el trabajo
La rutina de ir a trabajar a diario por años puede volvernos ciegos. Hacer todo el tiempo lo mismo puede provocar que uno simplemente no analice con detalle nuestras actitudes que con frecuencia realizamos frente a nuestros jefes y compañeros de trabajo.
¿Te has preguntado qué imagen proyectas? Claro, puede ocurrir que de un día para otro el ambiente en la oficina ya no sea el mismo, que muchos de los presentes callen una vez que entras a una habitación o que la comunicación ya no sea la misma.
Estas interrogantes pueden tener una respuesta: lo más probable es que estés haciendo una serie de cosas en el trabajo que proyecten una imagen poco profesional de ti. A continuación, te mostramos nueve hábitos bastante comunes que debes erradicar.
1. Llegar tarde
Es verdad, es más común de lo que pensamos. ¿Quién no ha llegado tarde alguna vez o en más de una ocasión? Claro está que esta conducta es habitual y reiterarla en un entorno profesional es mal visto. Sólo para tener una idea, un estudio realizado por el Senado de Chile reveló que la impuntualidad en 2007 costó US$343 millones.
2. Dejar todo para última hora
Según Katharine Brooks, autora del libro «You Majored in What? Mapping Your Path from Chaos to Career», dejar trabajo para último momento alarga las jornadas laborales al no tener conciencia de que este mal hábito sólo genera que la cadena productiva se vea retrasada, perjudicando a nuestros propios compañeros. En definitiva, la consecuencia es la falta de confianza del entorno laboral.
3. Adicción a las redes sociales
Este punto es un problema actual y muchos se sentirán identificados. Al tener acceso (por donde se busque) a tecnologías, la tentación será mayor. Los resultados de un estudio realizado por el sitio MyJobGroup.co.uk en Inglaterra, dieron a conocer que el 14% de los encuestados asumió sentirse menos productivo durante la jornada laboral debido al uso de las redes sociales.
4. Negatividad
Todos tenemos problemas, pero estar quejándonos, criticando al resto o ironizando habitualmente, es innecesario y, además, poco profesional. Incluso la negatividad es vista como uno de los pocos malos hábitos que no se puede mejorar.
5. Ser desordenado
Todos podemos tener una cuota de desorden en algún ámbito de nuestras vidas, pero que tu escritorio parezca una zona de guerra y el basurero esté al borde del colapso hace ya días es sinónimo de que la persona no respeta su propio espacio laboral, según INC Magazine. Esto genera que pocas personas respeten a alguien así para compartir el lugar donde deben trabajar a diario.
6. Falta de atención
Según señala Brooks en su libro, este hábito dificulta uno de los puntos más importantes de trabajar en una empresa, y ese es entender la cultura del lugar donde se trabaja. En definitiva, si uno está distraído se puede optar por actitudes que molesten a sus jefes, además, de no captar códigos no escritos respecto a conductas sociales, vestimenta y jerarquía.
7. Ser arrogante
Evitar la arrogancia y ser consecuente con el conocimiento que se tenga, impedirá que hablen por detrás. Otro punto es la autoconfianza, ya que existe una línea muy fina entre saber que realizas un buen trabajo y decirle al mundo que eres el mejor. Según INC Magazine, hablar demasiado sobre cómo haces tu trabajo es una clara manera de decirle a tus colegas que en realidad no haces mucho en absoluto.
8. Ser solitario
Muchos tienden a vincular la palabra eficiencia y autonomía con hacer el trabajo solos sin ayuda, pero la verdad es que están olvidando que las empresas priorizan el trabajo en equipo. Y, según Brooks, esa capacidad de formar parte de equipos es lo que la mayoría de las empresas buscan hoy. Aprender a trabajar con los demás mejora la reputación y permite desarrollar una red más fuerte que finalmente puede ayudar a obtener un ascenso o encontrar una nueva oportunidad.
9. Hablar de la vida personal
Es natural que si trabajas con un grupo de personas que ves todos los días, quieras compartir situaciones de tu vida. Sin embargo, ir demasiado lejos en situaciones más delicadas, como problemas familiares o vida íntima, puede resultar incómodo e incluso mal visto en el círculo laboral.
Si te sentiste identificado con varios puntos, entonces toma nota con los siguientes consejos que podrían ayudarte a combatir la impuntualidad:
Tener una agenda. Definir los horarios con claridad de las actividades diarias puede ser vital para establecer un orden.
No fijar más de una actividad en el mismo horario, ni menos que compartan tiempos porque puede ocurrir que finalmente no cumpla ninguna.
Sea realista. Una buena planificación se establece gracias a la creación de tiempos cumplibles.
Mejor llegar antes. No lo veas como algo negativo, todo lo contrario, alégrate por eso.
No invente excusas. Si llegas tarde es mejor reconocer ese mal hábito a sacar frases como «estoy llegando», porque después nadie le creerá…