5 ideas para ser más creativo

En su libro Creatividad (2014), Luis Bassat dice que los publicitarios se han apropiado de la palabra “creativo”. Y luego afirma que “la creatividad no es patrimonio exclusivo de ninguna profesión y es la esencia de muchas de ellas”.

Para el Diccionario de la RAE, “creativo” es un adjetivo en desuso para identificar a alguien “capaz de crear algo”.

A propósito de la semana de las ideas –por los Lions Edit Ecuador y el Festival Cóndor de la AEAP en el Centro de Convenciones de la UEES– decidí compartir cinco ideas para cultivar su espíritu creativo.

Shoshin

Practique soshin. Es japonés. Significa la “mente del principiante”.

Pinte vacas púrpuras bajo cielos amarillos. ¿No sabe pintar? Recuerde a Van Gogh. Dijo: “Si escuchas una voz en tu interior que dice «no puedes pintar», pinta y la voz será silenciada”.

La diferencia entre un punto amarillo y el sol está en su capacidad de imaginar.

¿Muy mayor para ser niño? Alguna vez Rembrandt dijo: “La vejez es un estorbo para la creatividad, pero no puede aplastar mi espíritu juvenil”.

Curiosidad

Uno de los principios de la genialidad de Da Vinci fue su curiosità. Lo anotaba todo. Existen más de 7.000 páginas puño y letra de Leonardo sobre anatomía, botánica, hidráulica, volar, armas, fábulas, profecías, inventos y pintar.

Idealismo

Cuando nació, Hellen Keller podía ver y oír. A los 19 meses enfermó. Era 1881.

Salvó la vida pero perdió la vista y la audición. Muchos años después –siendo ya escritora, sufragista y activista política– un periodista le preguntó qué podría ser peor que ser ciega. Sin dudarlo respondió: “Lo único peor que no tener vista es no tener visión”.

Realismo

Si bien se opone al idealismo, creo que ambas discurren paralelas aquí para juntarse en el horizonte –como las vías del tren–. Picasso decía que para crear hay que destruir. Pues para destruir hay que saber qué destruir.

Fun

Diviértase. Alguna vez David Ogilvy dijo que debíamos ser excéntricos de joven porque de viejos seríamos considerados chochos.

Vea películas viejas y películas nuevas, escuche música –a todo volumen–, lea libros y poemas, mire pinturas y fotografías y paisajes. Tenga conversaciones al azar. Coleccione sueños. Camine descalzo. Duerma.

En palabras del poeta Rumi: “No te contentes con las historias, con las cosas que les sucedieron a los demás. Desarrolla tu propio mito”. (O)