10 habilidades de un empleado excepcional
1. No esperan recompensas inmediatas.
Una cosa que un empleado excepcional nunca dice es: “Eso no está en la descripción de mi trabajo”. Los empleados excepcionales trabajan fuera de los límites de las descripciones de trabajo. No están intimidados ni tienen derecho; en lugar de esperar que el reconocimiento o la compensación sean lo primero, avanzan en su trabajo, confiando en que serán recompensados más tarde, pero sin preocuparse si no lo son.
2. Toleran el conflicto
Si bien los empleados excepcionales no buscan conflictos, tampoco se escapan de ellos. Son capaces de mantener la compostura mientras presentan su postura con calma y lógica. Son capaces de resistir los ataques personales en pos de la gran meta.
3. Se enfocan
A los estudiantes pilotos a menudo se les dice, “Cuando las cosas empiezan a salir mal, no te olvides de volar el avión”. Los accidentes aéreos han resultado de que los pilotos se concentraron tanto en identificar el problema que se olvidaron de volar el avión. El vuelo 401 de Eastern Airlines es solo un ejemplo: la tripulación de vuelo estaba tan preocupada por el tren de aterrizaje que no se dieron cuenta de que estaban perdiendo altura hasta que fue demasiado tarde, a pesar de que las alarmas se dispararon en la cabina. Los empleados excepcionales entienden el principio de “solo volar el avión”. No se distraen con clientes malhumorados, disputas entre oficinas o cambian a una marca de café diferente. Pueden diferenciar entre problemas reales y ruido de fondo; por lo tanto, se mantienen enfocados en lo que importa.
4. Son valientes al emitir juicios
Los empleados excepcionales están dispuestos a hablar cuando otros no lo hacen, ya sea para hacer una pregunta difícil (o “vergonzosamente” simple) o para impugnar una decisión ejecutiva. Sin embargo, eso está equilibrado con el sentido común y el tiempo. Piensan antes de hablar y sabiamente eligen el mejor momento y lugar para hacerlo.
5. Tienen el control de sus egos
Los empleados excepcionales tienen egos. Si bien eso es parte de lo que los impulsa, nunca le dan a sus egos más peso del que merece. Están dispuestos a admitir cuando están equivocados y dispuestos a hacer las cosas a la manera de otra persona, ya sea porque la otra forma es mejor o porque es importante mantener la armonía del equipo.