Teoría del mundo pequeño y la generación del milenio
La teoría del mundo pequeño sostiene que únicamente existen seis niveles de separación entre dos desconocidos cualesquiera del planeta:
Si a una persona le separa un nivel de todas las personas que conoce y dos niveles de las que conoce esta, entonces todos estamos aproximadamente a seis niveles de separación de cada uno de los habitantes de la Tierra.
La estableció el húngaro Frigyes Karintiry en su libro Todo es diferente publicado en 1.929. En uno de sus relatos titulado Eslabones sugirió que el mundo estaba empequeñeciéndose debido a los avances tecnológicos en las comunicaciones que estaban reduciendo las distancias y la duración de los viajes conectando las redes humanas más densas.
En su relato cuenta: Uno de nosotros sugirió llevar a cabo el siguiente experimento para demostrar que la población de la Tierra está ahora más cerca que nunca. Habría que seleccionar a una persona cualquiera de entre los mil quinientos millones de habitantes del planeta; cualquiera, en cualquier lugar. El que había propuesto el experimento apostó que, utilizando a no más de cinco individuos, uno de los cuales sería un conocido en persona, podría conectar con la persona seleccionada utilizando una red de conocidos.
Con la aplicación práctica de esta teoría, todas las personas vivas en la actualidad, unos 7.000.000, pueden estar conectados por tan sólo seis conocidos, (En ÁGP consideramos siete) aproximadamente.
La hipótesis de Karinthy dio lugar a un proceso de investigación de multitud de psicólogos, antropólogos, sociólogos, matemáticos e informáticos dedicados al estudio de las redes sociales.
- El psicólogo estadounidense Stanley Milgram, de la City Universidad of New of New York junto con Jeffrey Travers de Harward continuaron su trabajo sobre la teoría de redes en la década 1.960. Esta teoría sugiere que en Estados Unidos las personas estaban conectadas por una media de poco más de cinco vínculos de amistad. En 1.978 Milgram publicó un artículo en Psychology Today que contribuyó a su divulgación.
- Michael Gurevitch realizó una brillante tesis doctoral sobre esta teoría publicada por el MIT en 1.961 aplicada a las redes sociales.
- El matemático austriaco Manfred Kocher utilizó sus resultados para llegar a la conclusión de que un país con la población de Estados Unidos, con toda seguridad, dos personas cualesquiera pueden conectar entre sí por medio, como mínimo de dos intermediarios.
También la teoría de los seis grados de separación ha sido el tema central de novelas, películas y programas de televisión:
- El filme Seis grados de separación estrenado en 1.993 fue un éxito de taquilla.
- Una película más reciente Babel tuvo un éxito similar.
- La serie televisiva de la ABC estadounidense utilizó esta hipótesis como argumento.
A primeros de este siglo, esta teoría cayó en descrédito en círculos científicos que llegaron a considerarla una leyenda urbana académica. Pero este descrédito se vino a bajo en 2.007 con un estudio del experto en ciencias informáticas Jure Leskuvec y el investigador de Microsoft Eric Horvitz, que estudiando mensajes instantáneos electrónicos extraídos de 30.000 millones de conversaciones mantenidas por 180 millones de todo el mundo corroboraron finalmente la teoría del mundo pequeño.
Para los jóvenes del milenio, que han crecido completamente con Internet y que están plenamente integrados en las redes sociales, la mensajería instantánea y otros medios similares como forma de vida, la puesta en práctica de esta teoría será una cosa normal.
Coaching Lab, con el proceso de puesta en práctica de esta teoría se propone colaborar, con esta generación que es la más tolerante de la historia de la humanidad, para que sea también la más empática y salve el riesgo de una comunicación superficial con la participación de otras generaciones.
Mucho dependerá de nuestra habilidad para acelerar la Tercera Revolución Industrial, de una forma distributiva de capitalismo que saque a la superficie nuestra naturaleza participativa, motivada por el bien común, y que se exprese a través del novedoso sueño de calidad de vida y sostenibilidad planetaria Esta frase de Jeremy Rifkin en la Civilización empática refleja la verdadera síntesis de nuestro propósito.