¡Socorro! Puede que pronto esté en Tránsito profesional
En estos tiempos que corren, en los que la economía se tambalea y los trabajos han dejado de ser estables, cada vez es más frecuente encontrarse en situación de tránsito profesional. ¿Asusta, verdad?
Claro que también hay ocasiones en que somos nosotras quienes tomamos la decisión de cambiar de trabajo, emprender, o hacer temporalmente un parón laboral. Pero no por hacerlo voluntariamente resulta siempre más fácil.
Son diferentes las circunstancias que nos llevan a esta situación de tránsito profesional, y dependiendo de cada una, hay diferentes cosas que podemos hacer además de lo obvio: respirar hondo y echarle valor.
Cuando decidas cambiar de empresa
La tasa de desempleo en España está a día de hoy en un 25%. Cada día cierran empresas que no soportan la falta de ingresos debido a la situación económica, por lo que además de haber muchas personas para ocupar cada puesto de trabajo, también hay cada vez menos empresas a las que cambiarse.
A pesar de esto, sigue habiendo cierto movimiento, no es una utopía pensar en cambiar de empleo, aunque es cierto que tendemos a ser más conservadoras respecto a los cambios por miedo a la solvencia de nuestra futura empresa.
Si tienes claro que necesitas un cambio, estés en el país que estés, no permitas que la situación económica te paralice. Eso sí, comprueba la solvencia económica de la empresa que quiera contratarte antes de dar el salto. El dicho más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer está hecho para cobardes.
Cuando decidas emprender
Hay áreas donde emprender no es ninguna locura, especialmente en el sector Servicios y en el de Nuevas Tecnologías. Por ejemplo (y no es una recomendación), cada vez hay más personas mayores, por lo que cada vez necesitan más servicios: a domicilio, centros de día, ocio, residencias, etc.
En el ICO – Instituto de Crédito Oficial, dan algunos préstamos a emprendedores con ideas novedosas, aunque al presentar la solicitud exigen que vaya acompañada de un plan de viabilidad (si no quieres o no puedes pagarlo, te lo hacen gratis en tu Comunidad Autónoma). No se trata sólo de cumplir un trámite, ese plan de viabilidad te dará A TI la tranquilidad de saber que no te estás lanzando al vacío.
Sé precavida, no dejes tu trabajo actual mientras no dispongas de un buen modelo de negocio, un experto te haya dicho que tu proyecto es económicamente viable, te hayan concedido el préstamo si lo necesitas, hayas alquilado un local si vas a necesitarlo, y tengas los permisos de tu Ayuntamiento. Cuando tengas todo eso, ¡Ánimo, TÚ puedes!
Cuando hagas un parón laboral
En la vida hay circunstancias que nos hacen dejar el trabajo aunque pensemos que algún día volveremos al mundo laboral. Un familiar enfermo, el deseo de prolongar la baja maternal, la decisión de estudiar cuando no es compatible con tu horario laboral, viajar por el mundo
Lo primero, intenta siempre pedir una excedencia. Al ser baja voluntaria no tienes derecho a cobrar prestación por desempleo, ni ellos tienen obligación de reincorporarte a su plantilla cuando se termine la excedencia, aunque sí estarán obligados a reincorporarte cuando necesiten contratar a alguien en un puesto semejante al tuyo. Al menos sabes que en algún momento podrás reincorporarte. (Según las leyes españolas, desconozco cómo es en otros países)
Si no tienes un año de contrato indefinido en la empresa, no tienes derecho a excedencia. No permitas que esto te desanime, vive este periodo disfrutando de tener otro tipo de vida, y no pensando si encontrarás empleo a tu vuelta. Una vez que la decisión está tomada, asúmela y no vivas en el miedo.
Cuando te quedes sin trabajo remunerado
Lo primero de todo, tu no estás parada, estás en tránsito profesional. La expresión estar parado es terrible y falsa, las connotaciones que tiene desmoralizan incluso al/la más fuerte. Piensa que tú no estás parada porque te mueves. Te mueves preparando tu curriculum, mandándolo a las ofertas de empleo, presentándote a entrevistas, pensando posibles opciones, etc.
Las emociones nos pueden cuando estamos asustados. No permitas que esto te suceda, corres el riesgo de hacerte mala sangre. Te pongo un ejemplo: a veces nos pasa que aunque salgamos de la empresa creyéndonos el argumento de quien nos da el finiquito, eres la más nueva del área o no hay dinero para x; al cabo de unas horas empiezas a inflar el globo y a pensar mi jefe es una mala persona, en el fondo era una excusa, mi compañero X ha malmetido contra mí, etc.
Es natural sentir miedo cuando te enteras de que te han despedido, es humano y muchas veces inevitable. Aunque debes reaccionar rápidamente, piensa siempre que:
- Tú vales lo mismo tengas trabajo o no lo tengas. Tu Autoestima no debe verse afectada.
- NADA es para siempre. Saldrás de esta situación, y lo harás antes si tienes una actitud proactiva.
- ¿Crees que en 10 años recordarás estos días con el dramatismo con que lo vives hoy?
No es que quiera quitar importancia a lo que te está pasando, sé que es serio. Lo que intento transmitirte es que cuanto menos dramática sea tu visión, menos sufrirás y más despejada estarás para buscar soluciones. La proactividad es fundamental para salir de esta situación. Muévete lo más posible y cuanto antes; los empresarios no vienen a casa a ofrecernos trabajo. Y si tardas en encontrarlo no te asustes, nada detiene tanto al ser humano como el miedo.
El fracaso consiste en no persistir, en desanimarse después de un error, en no levantarse después de caer. THOMAS A. EDISON