¿Quién define y controla las normas técnicas?
Antes de emitir una opinión resolutoria del cuestionamiento del titulo, deberíamos definir primero qué es primero, ¿la norma técnica internacional específica para un producto determinado o la orientación de la demanda, la voluntad del mercado ? Esta situación nos recuerda al antiguo dilema: ¿que es primero, el huevo o la gallina ? ¿Estamos ante un dilema sin respuesta ? Antes de tratar de resolver la cuestión, veamos el escenario latinoamericano en el cual operan nuestras empresas.
En primera instancia, hallamos una región muy activa comercialmente. Tenemos empresas que comenzaron ha transitar el camino de la internacionalización hace tiempo y que han gestado alianzas con distintos niveles de compromiso, hasta emprendimientos sin experiencia en comercio exterior pero cuyo objetivo de negocios inmediato se proyecta hacia países limítrofes.
También impera la presencia de los distintos movimientos de integración económica subregionales (MerCoSur, Comunidad Andina de Naciones), o el mega proyecto continental del ALCA, que actúan como verdaderos entes reguladores, normativos de los circuitos operativos de cruce de fronteras. Pero que adolecen de instituciones jurídicos intergubernamentales que lleven al mercado la implementación legislativa necesaria, debido a la parcialización institucional alcanzada. También faltan organismos comunitarios comprometidos en el monitoreo y sanción de la no aplicación de la legislación regional vigente.
Otro de los ejes de análisis esta centrado en la tecnología de punta como fuerza diferenciadora en los procesos de producción. A modo ilustrativo, mencionamos los avances en la industria alimentaria (principal sector de intercambio continental), donde los equipos actual ya resuelven los problemas de seguridad que derivan de la aparición de microorganismos patogénicos y contaminantes físicos y químicos que permiten ejercer un control mejor sobre procesos, productos, almacenamiento y distribución. Aquí, no podemos dejar de considerar los avances en la industria de los envases y embalajes con procesos que consideran desde el vamos, los factores tradicionales de resistencia, seguridad, pigmentación, etc. pero con una relectura ecológica, donde el icono de reciclado que se observa a simple vista es solo la punta del iceberg.
También inciden los nuevos sistemas empresarios de suministros integrados que reemplazan a la tradicional cadena de abastecimiento agregando valor al producto y acortando los tiempos del ciclo, y no menos importante: permitiendo ahorros que en algunos casos derivan en la liberación del 50% del capital de trabajo, una reducción del 30% en los costos operativos y una disminución considerable del activo fijo.
Es así como encontramos circuitos integrados de distribución física internacional en empresas con producción centralizada en alguno de los países miembros de un bloque económico, que desarrollan estrategias de abastecimiento regional. Con un sofisticado equilibrio de herramientas tradicionales como la entrega Justo a Tiempo o Just in Time, pero cuando la rotación del producto lo amerita, aplican sin reservas la Rápida Entrega o Quick Response. En definitiva, no hacen otra cosa que asegurar entregas rápidas y eficaces, transformando a las cadenas de producción y suministro en el eslabón vital del flujo de productos terminados desde un deposito o centro de distribución hasta el punto de venta final. Sin importar las fronteras políticas, pero con una clara visión de los mercados aún cuando la transnacionalidad sea parte de la realidad.
Regresando a la pregunta inicial del huevo o la gallina, la norma técnica o el mercado, tal vez la respuesta es repreguntarnos, como afecta al sector económico de referencia, los acuerdos entre empresas y el desfasaje o simple demora en la implementación real de las normas para el sector acordadas en los distintos Grupos de Trabajo de los bloques económicos regionales?
Considero que en vez de respuestas lineales del tipo
- Seria conveniente conformar un Lobby para exigir un control efectivo de implementación
- Deberíamos reformular las tarifas con una modificación del tanto por ciento para ajustarnos a las de los prestatarios del país productor
- Deberíamos reducir / ampliar la flota de bandera nacional en tantas unidades
Y otras parecidas, en lugar de pensar en los distintos movimientos de integración regional y continental como entes reguladores, las empresas deberían visualizarlos como disparadores redes internacionales de productos y servicios que superan las relaciones tradicional entre los países miembros. Algo así como umbrales mínimos de desarrollo.
Pero la percepción del potencial de crecimiento o de fracaso de una determinada empresa, establece una brecha entre los que tienden a sentirse ajenos o amenazados por los indicadores arriba mencionados y los que conciben y viven su destino como empresarios que pelean palmo a palmo su crecimiento considerando no solo la situación de su entorno inmediato, sino en las fuerzas que modelan el mercado regional en el que actúa.