Optimiza tu propia efectividad
El tiempo, la globalización, la producción de ideas, la competitividad off line y on line respectivamente marcan las pautas para que los individuos dentro de la sociedad se preparen a enfrentar el éxito o fracaso. Esta concepción va hacia la búsqueda de objetivos reales y alcanzables.
Cualquier misión que se plantee un individuo debe adoptar el papel de convertir lo que se anhela en lo que se logrará con un conjunto de herramientas y estrategias personales.
Cada persona puede optimizar su propia efectividad partiendo de sus vivencias, capacidades, logros y objetivos. Aquello que se puede generalizar es que cada quien es exitoso en lo que le gusta y sabe hacer. Se puede observar en el funcionamiento de las empresas que cada una sabe lo que tiene y lo utiliza para llegar al grupo de mercado que desea alcanzar. Lo mismo pasa con los seres humanos, cuanto más cada uno conozca lo que puede hacer y desarrolle su propia marca personal cada vez será más conocido y se posicionará mejor del mercado que quiere alcanzar.
Para optimizar la conducta humana es importante considerar algunos aspectos que son relevantes para la efectividad, entre estos se encuentran:
Definir la identidad personal: El primer paso, como en todo, debe ser definir lo que se quiere hacer. Uno de los problemas que se tiene tanto en personas, como en empresas, es que en muchas ocasiones no se tienen claros los objetivos que se quieren cumplir y como consecuencia la evolución es desordenada o no ocurre.
Para saber con claridad lo que se quiere lograr se realiza:
- Representación de la situación actual. Esto sirve para evaluar el enfoque actual, identificar aquellos objetivos, competencias y habilidades importantes para él individuo y se hace una primera diferenciación entre lo personal y lo profesional.
- Definir la habilidad personal. La cual partirá de los objetivos que se quieren alcanzar, que se necesita para lograrlo, cual va hacer la estrategia y los escenarios de resultados que se puedan presentar.
- Simulación de resultados y medidas de corrección.
En este primer paso lo que se busca es tratar de hacer un espejo de lo que se es en un momento determinado y lo que se puede llegar a ser con un conjunto de competencias, habilidades, y experiencias. Cada día se debe ser más autocritico e independiente en el momento de reconocer las oportunidades y tomar las decisiones pertinentes.
Realizar un FODA personal: Esta útil herramienta mostrará las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que se tienen en un entorno determinado a fin de que se deseche todo aquello que puede obstruir la optimización de la efectividad individual en un campo de acción determinado. Si se realiza un análisis FODA objetivo, crítico y completo sin tabúes se obtendrán resultados excelentes que permitirán las áreas de mejora y los campos de acción posibles.
A partir de aquí se plantean las estrategias que serán revisadas según se vayan alcanzando los objetivos que se hincaron. Se asume que las amenazas que están en el medio ambiente no son manejables por el individuo y que solo se puede tratar de convertirla en escenarios visibles pero no manipulables, sin embargo, el no tomarlas en cuenta resultaría un error que se puede traducir inclusive en pérdida de tiempo, dinero y hasta frustraciones.
Como comenta Stephen Covey El aprendizaje es el camino y la meta, esto se refiere a que cualquier cosa que se vea creada ya puesta en funcionamiento y al servicio de los demás primeramente fue creada en el pensamiento y como esto todo, así pues, la mejor forma de crear es saber que se tiene y que se puede obtener después.
Plan de Acción:
Cuando ya están definidos los objetivos de forma clara, medible y realista, es el momento de ponerles plazo en el tiempo y crear un plan de acción para alcanzarlos en el plazo previsto. Todo plan de acción debe referirse al futuro, por lo que es importante definir el tiempo; debe indicar acciones y tareas concretas que lo hagan realidad, y que al mismo tiempo sean también temporales.
Lo primero que has de realizar es una fachada que te diga dónde estás y dónde quieres llegar, por qué estás ahí y cómo puedes llegar allí, así como qué necesitas para llegar. A partir de esa fachada que suele ser de cuatro cuadrantes (primero donde se estuvo, segundo que se ha aprendido de donde se estuvo, tercero que se necesita para lograr el objetivo, y el último cuadrante como se ve el individuo con el objetivo logrado), a partir de aquí se puede comenzar a diseñar el plan de acción que será determinante para optimizar la efectividad que cada individuo puede alcanzar.
Con esta fachada que suele ser un trabajo dinámico y un espejo de sinceridad de cada individuo con su yo interior o inclusive practicado en muchas empresas que desean hacer sus revisiones de una manera creativa y real, se parte al plan formal de acción dividido en las siguientes secciones:
- Propósito u objetivo. Se refiere a ¿Qué quieres hacer?
- Meta. Siempre alcanzable, medible y realista. Identifica ¿Hasta dónde se quiere llegar?
- Objetivos específicos. Referidos a todos aquellos que se deben lograr para alcanzar el objetivo general. Sintetiza ¿Para qué se quiere hacer?
- Actividades y tareas. Aquí es importante anotar todas aquellas cosas que se deben realizar para llegar a nuestro propósito. Resume ¿Cómo se va a hacer?
- Cronograma. Es el resumido de todo lo que se quiere y se tiene para alcanzar los objetivos. Responde al ¿Cuándo y dónde se va a hacer?
- Recursos. Es necesario para cualquier actividad van desde los humanos hasta los materiales y financieros. Por ello dirá ¿Con qué o quién lo va a hacer el plan?
Optimizar la efectividad de cada persona potencia a los individuos para equilibrar las diferentes áreas importantes en su vida, ayudándolas a hacer autocriticas y establecer los valores personales, las prioridades y objetivos basados en sus propias capacidades. Es un hecho comprobado que cuando cada una de las áreas de la vida recibe la atención adecuada, las personas se vuelven más productivas y satisfechas. Y cuando la gente es productiva, así lo son también sus negocios.