Los 4 fantásticos: Google, Apple, Amazon y Facebook
Recientemente salió publicada una nota en el diario alemán Der Spiegel bajo este título. Me pareció muy interesante y se las comparto:
Los 4 fantásticos: Google, Apple, Amazon y Facebook.
Google representa el conocimiento total, el valor de la empresa ya alcanza los 200 mil millones de dólares.
Apple representa la total movilidad. Vale 360 mil millones de dólares.
Facebook es la transparencia total (con todos los datos nuestros que tiene…) Su valor es de 100 mil millones.
Amazon describe la total disponibilidad: sus productos están fácilmente al alcance, y tiene un valor de 90 mil millones (valoraciones todas a diciembre de 2011).
El cosmos digital se lo han repartido claramente entre Apple, Google, Facebook y Amazon. Cada uno creó sus mercados particulares, se posicionaron sin tener que confrontarse. Pero ahora comienza la lucha, comienza la era salvaje de robarle mercado los unos a los otros. Cada uno de estos cuatro fantásticos de la era digital, le ofrece a sus usuarios un pedazo de confort. Y a cambio le quita otro de libertad\».
¿Cuál será la filosofía que se impondrá? Pues más que una lucha deportiva entre competidores esto parece desembocar en la victoria de una filosofía de empresa sobre la de su oponente. Amazon y Apple representan sistemas cerrados que, en lo posible, ya no desearían soltar al cliente. La filosofía de Google es algo esquizofrénica ya que la compañía necesita de una red libre pero, por otra parte, gusta de quedarse los datos de sus usuarios de forma exclusiva. Y Facebook significa finalmente despedirse de la privacidad y disolver la red en lo totalitario. No sorprende, pues, que nadie se fíe de nadie, todos acechen a todos y que, incluso, exista odio entre ellos.
Especialmente entre Google y Facebook: la lucha es por el usuario normal de internet. Para estas corporaciones, éstos son como lechugas, no clientes, pues los usuarios no pagamos por sus servicios. Los clientes reales de Google, Facebook y compañía son las empresas que se anuncian en ellas. Y estas empresas nos compran a nosotros, nuestra mirada y atención. Nosotros somos el producto. Igual que quien planta lechugas, Google y Facebook desean que sus usuarios estén bien. Que sigan sanos, que se hagan grandes y que lleven una vida placentera de lechugitas. Menos cuando llega la cosecha. Allí se acabó la buena onda y surgen los verdaderos intereses económicos. \»
¿Quién triunfará? No sabemos, pero sí es cierto que la situación donde cada uno respetaba su espacio y negocio ha cambiado. Este pacto de casi no agresión, se comienza a desdibujar y se inicia uno nuevo más intenso y tenso, donde esperemos \»gane\» el consumidor.