Latinoamericano resilientes o morir en el subdesarrollo
La resiliencia es un término extraído de la física y se refiere a la resistencia que tienen ciertos cuerpos frente a los choques. Resistencia a la presión y / o fuerza sobre el objeto, evitando así su deformación. Es como tomar una banda de caucho y al estirarlo, este cambia de forma, se distorsiona, al dejar de hacerlo, el resorte vuelve al estado natural o normal. Llevado este concepto de la física al plano de las organizaciones, específicamente al comportamiento del ser humano, la deformación lenta y permanentemente que se va provocando en el interior de cada persona a causa de las presiones, insatisfacciones injusticias, del dolor, la amenaza o el stress, en determinado momento salen a flote afectando el entorno familiar, organizacional y por ende social.
En efecto el empleado no resiliente toma una actitud a la cual se le puede llamar estilo Camaleón, se camufla tras una aprobación falsa pero dentro de sí, todo su ser, se repunta con ira, insatisfacción, se siente incomprendido, que le están vulnerando sus derechos y aumentando sus deberes. Se queja continuamente de los jefes, de los compañeros de trabajo, del clima, del cansancio, de la gente que le rodea, se muestra inconforme y su problema es único y el más importante.
Sin darse cuenta, poco a poco va cayendo en desmotivación actuando rutinariamente, sin sentido personal y mucho menos con significado organizacional. Esta se ve afectada por el cúmulo de tareas pendientes por hacer, así como pérdida de productividad, falta de creatividad e innovación; en otras palabras, la organización en general va cayendo en descenso, parando el desarrollo y la rentabilidad.
Una persona resiliente es:
- Aquella que transforma cualquier fenómeno que altera la realidad y que incomoda o es adversa en una oportunidad aprendiendo de ello y asumiendo una actitud positiva.
- Es capaz de sobreponerse rápidamente de la adversidad que le presiona y le afecte en el momento.
- Se fortalece en medio de la presión y reacciona proactivamente
- Posee un pensamiento sistémico
- Tiene un concepto de sí mismo adecuado, autoconfianza y gran capacidad para autocontrolarse.
- Es flexible, acepta las diferencias, afectuoso, perdonador, conciliador y participativo.
- Comprometido con la organización, con gran sentido de responsabilidad, comprende y vive la visión y misión de la empresa donde labora.
- Busca empatía entre sus planes y los de la organización contribuyendo al logro de las metas organizacionales.
- Aporta con creatividad y objetividad
- Manifiesta actitudes y pensamientos optimistas, positivos, que le permiten interrelacionarse en medio de las circunstancias dinámicamente cambiantes
- Ante todo es una persona que conoce su valor como tal y por ello el respeto por la dignidad humana es su principal valor.
¿Pero, cómo logra un director organizacional que sus empleados sean resilientes? La tarea no es fácil. Básicamente el jefe, director, gerente, líder organizacional debe ser coherente y exigente con lo que él es. Osea, el director organizacional deberá vivir los anteriores diez puntos, entonces se convertirá en ejemplo, molde y modelo para la organización en general. Ello le permitirá contribuir al desarrollo de su personal y a que éste logre sus propias metas, en este sentido:
- Deberá contribuir a la educación y capacitación no sólo técnica y funcional del empleado dentro de la organización, sino que ayude su superación personal con alto crecimiento de valores, habilidades y competencias.
- Promover la auto confianza que conduce a la auto aceptación, al optimismo y en general a crear un ambiente de puertas abiertas las oportunidades.
- Contribuirá a que su personal identifique los paradigmas que mueve su mundo y las respuestas que tienen preparadas en su interior para las situaciones emergentes adversas.
- Velará por un personal decisivo, oportuno y de resultado.
- Rodear al personal de los recursos suficientes y a su alcance para afrontar y derribar la adversidad. Y si su gente no los tiene a la mano, que sea capaz, hábil y competente para generar nuevas oportunidades.
- Continuamente readministre, cultive la imaginación, la capacidad de adaptación y la flexibilidad
- Incentive a trabajar con metas y objetivos puntuales e invite a que su gente también lo haga en su vida personal
- Demuéstrele a su gente que cree en ellos y que valora sus capacidades, habilidades y talentos.
- Ser resiliente no es ser un superhombre, simplemente es mediante la identificación de sus propias condiciones, falencias, capacidades y competencias lograr a tener control emocional inteligente y empatía con el entorno.
- Sueñe, deje sonar, invite a sonar, aliente los sueños y contribuya a cumplir sueños.
Hoy más que nunca América Latina requiere desarrollar una fuerza de trabajo resiliente a fin de poder atacar los cambios globales dinámicos, rápidos y a veces impredecibles en el mundo de los negocios, así como lo político, cultural y social. Bajo el pensamiento sistémico, esto es, observando la realidad desde un todo no conformado por partes sino íntegro en que cualquier accionar afecte ese todo, se puede seguir construyendo creando fortalezas regionales que permitan un aporte internacional con efectos beneficiosos para cada habitante de la región.
Depende entonces de la tarea, inicialmente de dirigentes cualquiera que sea su empresa, organización o corporación, ser coherente basado en principios y fundamentos no sólo cognitivos sino de respeto a la dignidad y propendiendo por ser más humano, será el primer paso que invite a otros seguir el camino ya emprendido.
Muy ilustrativo. Me gustaria saber como ayudar a desarrollar esta capacidad entre mis colaboradores,