La crisis mundial y la actitud del empresario
En los momentos más difíciles y duros de la vida es donde debe salir a la luz la esencia, el valor, la integridad y creatividad del ser humano – Clara Patricia Cano
Hoy el lenguaje mundial es: ! crisis económica! y alrededor de éste término, crecen los temores, las dudas y la incertidumbre. Los famosos noticieros dan cuenta estadísticamente de la situación financiera de las empresas norteamericanas y europeas e informan de las acciones estratégicas de cada uno de los gobiernos y latinoamerica no es ajena a esta problemática.
Todo lo anterior, puede hacer olvidar al gran empresario (entendido el término como aquel hombre o aquella mujer emprendedora visionaria y optimista) que la humanidad a través de la historia ha dado grandes cambios positivos en medio de la crisis; en la edad media, por ejemplo, la peste acabó con miles de personas obligando al desarrollo de la medicina en esa misma época, a los pensadores filósofos, eruditos del tiempo se les negaba el acceso al conocimiento de los libros antiguos de Aristóteles, de la Biblia, a fin de mantener el sometimiento al Rey amo y señor de todo generando con ello a que estos ilustres hombres emigraran a Holanda (Véase historia del siglo XVII), centro de desarrollo de la industria naval, de la astronomía, allí, se inventó el microscopio, se creo el movimiento Enciclopedista o de la Ilustración y los descubrimientos y conocimientos desarrollados hasta el momento se consolidaron impactando aun el siglo presente.
El hambre, la enfermedad y la pobreza son enemigos contra los que siempre se ha luchado y por lo que muchos gobernantes buscan obtener el poder y el dominio para no permitir que su país sucumba. En medio de estas situaciones han surgido líderes que han demostrado que estos detractores de la humanidad se pueden combatir.
Es importante e indispensable, entonces, que en este momento, el empresario líder, haga un alto, reflexione y determine la importancia y conveniencia de los siguientes puntos de acuerdo a su necesidad:
- Conozca la historia de su empresa, su entorno y su país.
- Documéntese mediante biografías de grandes hombres que han dejado huella, han hecho historia y han permanecido en el tiempo.
- Mantenga un lenguaje positivo, este, es producto de una mente sana, de una actitud agradecida, adaptable y cambiable de acuerdo a las circunstancias
- Busque oportunidades y si no las halla, créelas mediante el diagnóstico, la planeación y la estrategia.
- Sea una persona estratégica. En términos militares, la estrategia era oportuna solo en momentos difíciles o coyunturales y la táctica era el medio discreto para aplicar la estrategia cuando la pérdida de la batalla era inminente.
- Observe la naturaleza y aprenda de ella: Comprenda la siembra y la cosecha y aplíquela a su vida y en el mismo sentido, interiorice los ciclos del agua, de la vida y del carbono, deténgase a examinar y a conocer sobre el águila, la gacela, el leopardo, los coalas, las hormigas, el delfín y otros más a los que su investigación le vaya conduciendo.
- Dentro de su organización, verifique que se hable un lenguaje igual y procure que no hayan divisiones. Esto es, que la visión y la misión de su organización, esté en la mente y el corazón de cada empleado empezando por usted.
- Que haya un lenguaje coherente con sus acciones y manifestaciones diarias con simples frases o palabras de cajón.
- Analice los resultados que son efectivos y recuerde que estos generan ganancias, los otros, son solo momentos efímeros que se extinguirán como se agota la esperma de una vela mientras dura el fuego.
- No crea que se las sabe todas, busque ayuda, asesórese de lo mejor reconozca su ignorancia y busque ser humilde, escuche y aplique.
Los aspectos anteriores, no son los únicos, usted puede construir muchos otros de acuerdo a su experiencia, su necesidad y lo más importante en el momento en que sale a flote de la situación difícil en que se encuentra.
Será un precedente que perdure en el tiempo y que sus empleados verán con alegría y optimismo porque se darán cuenta de que Sí se pudo.
No olvide que reír, reflexionar y dominio propio, le pertenece solo al ser humano. De ahí que es un deber como empresario no contagiar a los demás comunicando malas noticias que minan las fuerzas de los que están con usted. Contribuya e impulse a sus empleados hacia el desarrollo y aumento de la fe, el optimismo, la creatividad y la innovación.
Estos comentarios reafirman, la fé que se debe tener en todo instante.