Flow en el trabajo ¡tiempos felices!
Hay que estar concientes de que ningún trabajo es realmente fácil o difícil, solo es un trabajo, cuya práctica depende del desempeño individual, de las capacidades de cada persona, los deseos de hacerlo, la motivación a sus propios logros y la dicha de cumplir satisfactoriamente ese trabajo. Para aquellos que no poseen uno resulta totalmente abrumador el estado de tranquilidad o monotonía que esto pueda reflejar, para quienes lo tienen, es una limitación debido a la percepción errada que se tiene del mismo, cuando las personas se encuentran en sus hogares con la capacidad de decidir qué hacer con su tiempo, como administrarlo o disfrutarlo se sienten entonces infelices e incapaces, esta paradoja como la llama Mihaly Csikszentmihalyi se ha observado en las personas de distintos países; significa que no es un factor cultural. Las propiedades que se pueden extraer de los estudios realizados sobre el tema conllevan a pensar que las personas cuando están en sus trabajos saben que están haciendo, gestionan su tiempo y además como lo están haciendo, esto se obtiene a través de un feedback , con sus jefes, compañeros de trabajo, empleados, clientes y proveedores, incluso en el cómo se están haciendo las cosas y los resultados que se están obteniendo; una parte elemental del estado de flow constituye la armonía que debe existir entre las habilidades, conocimientos y destrezas, las cuales se obligan a estar en equilibrio con lo que se tiene que hacer y generalmente en el trabajo se llega a equilibrar esto. Es contradictorio pero cierto que las personas actualmente no estén siendo felices, no alcancen estados de flow en sus hogares, porque no consigan la razón de estar en ellos, o no estén conscientes de lo importante que resulta el optimismo y la gratitud desde el interior para reflejarse en los hogares y trasladarse hasta el trabajo.
El hecho de no estar en el trabajo adecuado, en el momento oportuno y con las habilidades necesarias requeridas para su desempeño, causaría un estado de frustración y esfuerzos múltiples por lograr algo, o caso contrario aburrimiento por trabajos extremadamente fáciles; esto se alejaría de lo que significa el estado de flow, lo más cercano a la felicidad laboral, al estado gratificante por estar en el sitio que se quiere, puede y debe estar alguien. No desesperarse por ocuparse más que por autorealizarse es la clave para saber objetivamente para que se está preparado, que es lo que realmente gusta hacer y además se hace bien, esto es lo que equilibrara las habilidades, destrezas y conocimientos. No obstante, no se debe pensar que existe todo el tiempo para decidir o analizar para que se está preparado, esta percepción es errada, se debe tomar decisiones rápidas pero acertadas, optar por trabajos gratificantes no solo económicamente sino a nivel de logros profesionales, desarrollo intelectual, crecimiento personal, desarrollo de habilidades y destrezas sociales, capacidad para lograr una verdadera interdependencia. Para lograr un adecuado estado de flow es preciso tener una visión del trabajo como inversión de tiempo para crecimiento y felicidad, no mirarlo como aquello que nos quita el tiempo y nos coacciona a lograr o disfrutar de otras cosas. Un principio básico que se debe tener presente es que la felicidad depende de la experiencia y la experiencia depende de lo que se hace y en el tiempo en que se hace.
Cuando las personas están en un estado de flow no controlan el tiempo de dedicación en la tarea que se desempeñan, sino en el éxito de la realización de la misma, significa que la motivación es tan clara que el ímpetu en la implicación es con la actividad que se está ejecutando. Las personas que quieran alcanzar la felicidad en el trabajo o lograr sumergirse en un estado de flow, deben enmarcar sus tareas en algunos elementos que según Csikszentmihalyi se resumen en: plantearse objetivos claros y alcanzables, concentración y enfoque en lo que se está haciendo, retroalimentación directa e inmediata (feedback), equilibrio entre el nivel de habilidad y el desafío (no pueden ser actividades ni muy complicada ni demasiado fáciles), saber lo que se necesita hacer. Ahora es el momento de pensar y preguntarse ¿cómo alcanzar esta felicidad plena en el trabajo?, la respuesta puede ser mas sencilla de lo que muchos piensan, primero debemos comenzar con un autoconocimiento, luego debemos evaluar que estamos haciendo, y finalmente preguntarnos si somos felices con lo que hacemos, una vez completado el proceso valoramos si estamos en equilibrio con lo que queremos y hacemos, estamos listo para sumergirnos en este estado; simplemente se tiene todo para ser feliz.
No se debe confundir un estado de flow con el dinero, la educación adecuada o la pareja perfecta, el estado de flow va mas allá de eso se trata de un estado actual que tendrá repercusiones en el ahora y en el mañana. Ya se tienen las herramientas para el cambio, si es necesario o la mejora continua que nunca debe faltar. Es ahora cuando el momento de reflexión debe formar parte de la vida laboral y personal de cada quien; pensar, reflexionar y actuar; si cada empleado midiera el costo de oportunidad que se genera así mismo y le genera a la empresa por hacer lo que no le gusta en el tiempo que necesite para cumplir con cualquier actividad, desde hace mucho tiempo que se ahorrara tiempo y dinero, la razón natural es que es costoso hacer cosas indeseables en tiempo oportuno, así pues, existirían más oportunidades de trabajo, las empresas fueran más productivas, los empleados más efectivos y los individuos más competentes. Existe una alerta importante que todos aquellos que trabajan en estado de flow saben identificar las satisfacciones que les produce una actividad y es la diferencia que existe entre lo mecánico y lo creativo, una tarea que por experiencia sabemos ejecutar muy bien y lo hacemos en el momento justo y utilizando los recursos necesarios no necesariamente nos lleva a este estado, debido a que el punto de concentración y enfoque no nos llevara a la misma retroalimentación que cuando son actividades creativas y que nos hacen funcionar el hemisferio derecho de tal forma que el tiempo se vuelve uno sin necesidad de dividirlo o trabajarlo escalonado por cansancio o monotonía.
Los científicos, creativos, diseñadores deportistas y quienes practican artes marciales, músicos, entre otros son un ejemplo de aquellos que experimentan estar en estado de flow, en sus entrenamientos o cuando participan en sus competencias, están al lado de su líder y tienen muy claro el objetivo que deben cumplir; estos llegan a estar tan sumergidos en su actividad que se olvidan de todo lo que les rodea y el tiempo que transcurre, solo enfocan lo que desean cumplir, focalizan su reto, actúan con claridad interior y motivación intrínseca para cumplir satisfactoriamente con lo que se desea, sin pensar en la recompensa económica, pero si en lo que le aporta y da valor a la vida de cada uno.
Nuevos retos, nuevas experiencias y desarrollo de habilidades serian los ingredientes principales para entrar en estado de flow en el trabajo actual o en uno nuevo, pero hay que tener un cuidado especial con todo aquello que se plantee pues no todos los seres humanos tienen los mismos potenciales y capacidades de desarrollo en las mismas áreas.
Siempre ante cualquier situación nueva hay que evaluar si realmente se está capacitado para eso, cualquier persona quisiera en un momento determinado ser cantante, músico, compositor o líder de una gran empresa; pero no todos quienes anhelan eso están preparados para cumplir con esa actividad, así pues hay que evaluar para que se está preparado, que es aquello que e hace bien y en donde las habilidades se desarrollan satisfactoriamente, de lo contrario se puede entrar en la frustración.
La invitación es para hacer lo que proporcione placer, disfrute y que durante este tiempo se perciba rápido y ameno; las acciones, pensamientos y movimientos se sucedan unas a otras sin pausa y de forma satisfactoria con el buen desarrollo de las habilidades propias de cada quien.