Emprendimiento, deporte y amnesia
No recuerdo cómo comenzó, pero estoy seguro que vale la pena.
Hoy, es un día soleado, con una temperatura perfecta y siento mi cuerpo fuerte y preparado para plantearme el desafío de superar mi marca personal…
Mi meta, como la de cualquier emprendedor, es demostrarme que soy capaz de romper los límites de la conciencia, a través del poder de mi voluntad.
Hace 15 minutos, estaba sentado en el sofá de mi salón revisando emails, contemplando a mis hijos jugar y mis dispositivos móviles vibrando, con las incondicionales redes sociales invitándome a participar de una acalorada discusión acerca de quién será el próximo campeón de liga este 2016.
Cierro los ojos, y centro mi atención en las sensaciones que invaden mi cuerpo, llevo mi mente atrás e intento visualizar el momento en que tomé la decisión inquebrantable de pararme de ese sofá, mientras ato mis zapatillas, deteniendo el tiempo y listo para comenzar.
A medida que suben mis pulsaciones, siento que me es imposible volver atrás!…me es imposible visualizar el sofá, a mis hijos jugando… siento que navego en un torrente de amnesia, rumbo hacia el futuro.
El ser humano, es el único animal capaz de imaginar cosas que no existen. Con este panorama y con las pulsaciones a tope en pleno sprint, focalizo mi mente y visualizo la meta e intento con todas mis fuerzas, superar el dolor muscular y la falta de aire.
No recuerdo nada!, no tengo memoria!, me es imposible pensar en algo distinto que en el pinchazo en uno de mis gemelos y en luchar para no detenerme.
Mi espíritu, mi cuerpo y mi memoria, han decidido emprender un viaje hacia el futuro, lleno de pequeñas/grandes metas, y a pesar de no haber superado mi marca el día de hoy, me inunda una sensación de plenitud, que sin duda vale la pena repetir.