Empoderamiento (empowerment) – parte I – deGerencia.com

Empoderamiento (empowerment) – parte I

Desde antaño, en la constante búsqueda de la optimización de los recursos y la maximización de las ganancias con la menor inversión, los administradores, los estudiosos, los investigadores, han desarrollado un sin número de técnicas, herramientas, estrategias, incluso filosofías para mejorar el desempeño organizacional, como son: JIT (justo a tiempo “Just in Time”), CT (calidad total “Total Quality”), TQC (control total de la calidad “Total Quality Control”), MRP (gerencia de requisitos de producción “Management Requirement Production”), reingeniería, círculos de calidad, grupos auto dirigidos, TPM (gerencia de producción total “Total Production Management”), los cuales algunas veces son implementados y forman parte de la organización mientras que otras sólo la utilizan mientras estos están de moda.

Y así, con el devenir del tiempo, la evolución, el desarrollo, las revoluciones en todos los ámbitos (sociales, científicos, tecnológicos e intelectuales) y con ellas la madurez y conciencia, hoy nos topamos con algo que para muchos es algo nuevo, algo novedoso, para otros es algo que no ha terminado de florecer del todo, es algo que no ha terminado de ser digerido y aceptado por muchos, sí, estoy hablando del “empoderamiento – empowerment”.

La palabra “empowerment”, proviene del verbo “to empower” y significa [1] [2]: dar o conceder poder; facultar, habilitar, capacitar, autorizar, dar poder de, potenciar, permitir, empoderar, otorgar el derecho o la facultad de, conferir poderes, apoderar, comisionar, entre otras acepciones. En español, no existe un vocablo equivalente. Un significado aproximado estaría dado por los términos empoderamiento, facultamiento, habilitamiento, poderización, potenciación, apoderamiento o atribución de poder. Sykes [3] destaca el objetivo positivo implicado en el término alusivo al sentido de autonomía, sensación de control y satisfacción que alberga el sentirse con poder.

El concepto más amplio de empowerment consiste en el hecho de conceder, ceder, dar o delegar el poder, el mando y la autoridad a los subordinados y otorgarles o conferirles el sentimiento de que son dueños de su propio trabajo.

Para Lloyd y Berthelot en su libro “Desarrolle su potencial al máximo (self-empowerment), Una guía para el éxito personal” [4], darle empowerment a alguien, quiere decir, “que se le debe dar autoridad para tomar decisiones y actuar, sin tener que buscar aprobación cada vez” y añade que esto significa “dejar que la gente use su propia inteligencia, experiencia, intuición y creatividad, para ayudar a que la organización mejore y tenga éxito.” También significa “mantener informada a la gente e involucrarla en las operaciones de la organización” así como “escucharla y aprovechar sus ideas”.

En este mismo orden de ideas, Terry Wilson en su Manual del Empowerment, “Cómo conseguir lo mejor de sus colaboradores”, expresa que el empowerment “consiste en potenciar la motivación y los resultados de todos los colaboradores de una empresa a través de la delegación y la transmisión del poder” [5].

Por el otro lado, la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) nos dice: “las definiciones [de empoderamiento o empowerment] varían según las disciplinas que lo utilicen: psicología, ciencias políticas, educación, derecho o economía, entre otras” [6]. Esto incluso puede generar visiones diametralmente opuestas de lo que es efectivamente el empoderamiento y de qué manera puede volverse viable. A modo de ejemplo, en el campo de la gestión empresarial puede entenderse que una forma de empoderar a los empleados es otorgarles la posibilidad de tomar ciertas decisiones y ser más autónomos en su trabajo. Sin embargo, esto puede ser tachado, desde otras disciplinas, por ser un pseudo-empoderamiento ya que la distribución original del poder al interior de la empresa se mantiene intacta [6].

Desde otro ángulo, tenemos que para el Banco Mundial, el término empoderamiento tiene diferentes significados en diferentes contextos socioculturales y políticos, y no es fácil de traducir a todos los idiomas. Entre los términos asociados a la idea de empoderamiento se encuentran términos como “fuerza personal”, “control”, “poder personal”, “elección propia”, e ideas como “vida digna en concordancia con los propios valores de la persona”, “capacidad de luchar por los derechos propios”, “independencia”, “toma de decisiones propias” y “ser libre”.

Y así éste, a través de Narayan, nos dice [7]: “el empoderamiento es la expansión de bienes y capacidades de las personas pobres para participar en, negociar con, influenciar, controlar, y hacer rendir cuentas a las instituciones que afectan sus vidas”. Y si bien reconoce que se trata de un concepto muy específico para cada contexto, y que diferentes culturas, grupos y personas lo pueden concebir de diversas formas, argumenta que hay cuatro elementos comunes para que los esfuerzos por el empoderamiento sean fructíferos: el acceso a la información; la inclusión y la participación; la rendición de cuentas; y la capacidad de organización local.

Además señala tres canales principales por los que el empoderamiento aumentaría la efectividad del desarrollo: debido a sus impactos en la buena gobernabilidad y el crecimiento; por hacer que el crecimiento sea favorable a los pobres; y al favorecer la consecución de los resultados de los proyectos de desarrollo.

Indiscutiblemente, el uso acrítico y laxito que se le suele hacer al término \’empoderamiento\’ en la teoría y la práctica oculta un concepto problemático. De hecho, indiferentemente de la acepción que usemos del término [de empoderamiento o empowerment] encontramos que en la praxis relacionada a cualquiera de los conceptos que usemos sale a flote, como punta de iceberg, el “Poder”, siendo éste objeto de numerosos debates en todas las ciencias sociales [8][9][10][11][12][13]. Las definiciones recorren todo el abanico multidisciplinario y se pasean por los diferentes grados de sutileza, en la capacidad de que dispone una persona o un grupo para lograr que otra persona o grupo haga algo en contra de su voluntad. Este \’poder\’ se ubica en los procesos de toma de decisiones, en los conflictos y la fuerza, en el amor, la amistad o la legitimidad, y podría describirse como poder \’de suma cero\’ ya que, cuanto más poder tiene una persona, menos tiene la otra.

Quizás la dificultad y la complejidad que circunscribe al término “poder”, se traslada al término [de empoderamiento o empowerment] y la cosa realmente se complica al tratar de generalizar, acto que definitivamente debemos descartar.

De esta forma encontramos dos grandes contextos, no son los únicos, pero sí los más resaltantes: el tejido social y el empresarial. Estos los analizaremos en el próximo artículo.


[1] Virginia S. Tatcher (Editor) y Alexander McQueen (1980). The New Webster Encyclopedic Dictionary of the English Language. Consolidated Book Publisher. Estados Unidos.

[2] Smith C., Davies G., & Hall H. (Eds.) (1989). Langenscheidt Diccionario Internacional Español-Inglés, Inglés-Español. New York-Berlin-Munich: Langenscheidt.

[3] Sykes J. (1995). A Second Opinion. En D. Thursz, Ch. Nusberg & J. Prather. Empowering older people. An international approach. (pp. 47-50). Westport: Auburn House.

[4] Sam R. Lloyd y Tina Berthelot (1994). Desarrolle su potencial al máximo (Self-empowerment). Una Guía para el éxito personal. Editorial Iberoamericana. México, D.F.

[5] Terry Wilson (2004). Manual del empowerment. Cómo conseguir lo mejor de sus colaboradores. Ediciones Gestión 2000. Barcelona, España.

[6] Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) (2006), “El empoderamiento”, en Desarrollo ‘En Contexto’, 01, Mayo, tomado en julio de 2012 en: www.fride.org/download/BGR_Empowerment_ESP_may06.pdf

[7] Deepa Narayan (2002). Empowerment and Poverty Reduction Sourcebook. World Bank.

[8] Drummond H. (1993). Power and Involvement in Organizations, Avebury, Vermont.

[9] Bachrach P. and M.S. Baratz (1970) Power and Poverty: Theory and Practice, New York: Oxford University Press.

[10] Boulding K. (1993) Las tres caras del poder. Barcelona: Paidós

[11] Munduate L., y Medina F.J. (2004). Power, authority and leadership. En Ch. Spielberger (ed.): Encyclopedia of Applied Psychology (pp. 91-99). San Diego: Academic Press.

[12] Foucault M. (1980) Power/Knowledge: Selected Interviews and Other Writings, ed. Colin Gordon. Brighton: Harvester.

[13] Lukes S. (1974) Power: a Radical View, London: Macmillan.

Salvatore Tarantino

26 años en el área de Seguimiento y Control de Gestión (10 años en Ingeniería - 15 en telecomunicaciones).

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