De la Gerencia Anisotrópica a la Isotrópica
Desde que la gerencia estratégica implementó los pasos que, al menos en teoría, la mayoría de los empresarios utilizan para articular su empresa, como lo son el establecimiento de la visión, misión, metas, objetivos, estrategias y todo lo que en ella se plantea, la lucha por convencer a los empleados, socios y colaboradores de conocer, internalizar y defender el sueño y la orientación de la empresa no ha cesado.
Las inversiones, por llamarlas de algún modo, que se hacen para implantar la visión y la misión de la empresa como algo propio a quienes la hacen posible van desde pequeñas calcomanías que se colocan al reverso de los pases de identificación hasta jornadas de particulares precios que derrochan tiempo y dinero debido a que su impacto pocas veces suele ser medido. Cursos, seminarios, charlas y mensajes a través de la intranet, periódicos corporativos y cuanto medio visual, auditivo y/o escrito sea posible.
No obstante, además de pasar por alto lo que significa estar comprometido o identificado con la empresa, las organizaciones han obviado por años que la heterogeneidad de quienes la integran no solo se ve en los niveles académicos, socio-económicos, culturales o religiosos, elementos que afectan la percepción de la visión que se quiere vender, sino que uno de los mayores obstáculos se encuentra presente en el estilo de gerencia que la empresa posea. Y se ha dicho bien: estilo, en singular y no en plural, pues más allá de la visión tradicional que describen tendencias participativas, autoritarias, indiferentes e inspiradoras, la gerencia puede ser observada de dos maneras distintas cuyas características son fácilmente observables; la gerencia pueden ser anisotrópica o isotrópica.
Sí, así es, tales palabras provienen de términos propios de la jerga utilizada por los físicos, y han sido simplemente extrapolados al mundo administrativo. Este tema es ampliamente expuesto en mi libro Gerentes Ineptos.
La palabra isotropía viene del griego y significa de igual dirección o espacio por ende, la palabra anisotropía deberá entenderse como su antónimo desigual dirección o espacio. En la física la isotropía conceptualiza el hecho de que ciertas magnitudes vectoriales medibles dan resultados idénticos con independencia de la dirección escogida para la medida de acuerdo a lo que puede leerse en wikipedia al respecto; y fue justamente esa connotación lo que inspiró su comparación y aplicación en la gerencia.
La gerencia que se conoce, se enseña y se practica es la anisotrópica, es por ello que existen expresiones como las antes nombradas y ampliamente conocidas por todos, pues al existir desigualdad en la dirección y el espacio es lógico que aparezcan expresiones como el autoritarismo o la indiferencia, posibles solo en ambientes donde existen diferencias tan obvias que permiten su contratación.
Las diferencias pueden ser tantas que difícilmente se pueden enumerar todas, pero resultaría un ejercicio interesante preguntarse cómo puede una empresa convencen a un empleado de que ha de internalizar una visión y una misión cuando el colaborador debe hacer uso del subterráneo o medios de transporte colectivo, con el sacrificio que ello significa, mientras que quienes le dirigen llegan en la comodidad de sus autos y estacionan en puestos asignados.
La desproporción impide entender como propio un credo que esta lleno de contrastes. A esto se une la diferencia que algunas empresas imprimen a los espacios destinados al personal en general y los que dispone para su staff ejecutivo, la existencia de bonos, regalías y beneficios exclusivos para ciertos cargos y otras tantas expresiones de inequidad que, independientemente del estilo que posea, reafirma la visión anisotrópica de la gerencia que se practica.
Si bien es cierto que todo lo anterior no pretende revivir el gastado e incluso fallido pensamiento marxista cuya hipócrita igualdad de clases llevo a varios países socialistas a la ruina de sus pobladores; no es menos cierto que resulta difícil lograr que los empleados se identifiquen con algo que, sin duda alguna, los excluye o los clasifica de manera distinta.
La Gerencia Isotrópica o GI, brevemente conceptualizada, podría observarse como la evolución del pensamiento lineal que ha hecho posible la permanencia y repetición de la gerencia anisotrópica. La GI no pretende implantar la visión de la empresa sino buscar coincidencia entre las visiones independientes de sus colaboradores y fortalecer la identificación a fin de lograr el mismo resultado en todas las operaciones sin alterar ni diferenciar las condiciones en las que laboran. Ésta se basa en la creación de un espacio uniforme donde se disfruta de las mismas condiciones y beneficios y se poseen las mismas posibilidades de crecimiento y desarrollo, donde la única diferenciación posible se encuentra en el valor agregado que se otorga al resultado de la gestión, siendo el mismo colaborador quien se ubica en un nivel de participación de acuerdo a su aporte.
En la gerencia isotrópica no hay cabida para los estilos gerenciales mencionados al inicio, aquellos son posibles debido a la desigualdad existente en la administración como ya se mencionó; en la GI reina el liderazgo circunstancial y la coestima en toda su amplitud, pues lo que se pretende es el beneficio colectivo a través del beneficio individual.
Cuando se planteó en 1997 el modelo del Zeitgeist Gerencial, la orientación circular (distinta a la planteada por Russell L. Ackoff) preveía la aplicación de la Fracto-Gerencia y a su vez de una administración isotrópica.
Nota del autor: Respetando el estilo con el que suelo escribir mis artículos, en el contenido de resumen he hablado del autor en tercera persona aún cuanto las reflexiones y propuestas aquí planteadas son de mi autoría y del producto de mis investigaciones en las ciencias administrativas.
Excelente artículo, nos invita a redefinir nuestros estilos de gerencia, pero que cabe una duda, en sintesis no debe definirse una misión, y si debe hacerse pero luego buscar visiones comunes???