Cómo eliminar el miedo a la competencia
Una de las mayores preocupaciones como profesional o emprendedora es siempre la competencia. De hecho, es una de las primeras cosas que se tienen en cuenta: analizar la competencia. Es algo inteligente y hasta imprescindible, desde luego; pero también puede ser perjudicial porque incrementa mucho tu inseguridad, sobre todo si aún no estás bien establecida. Lo primero que piensas es, Pero como van a encontrarme a mi si hay miles de… (coaches, abogadas, médicos, lo que sea). Y te entra una angustia que prácticamente hace que quieras abandonar. Otra opción es pensar que no estás a la altura, que nunca vas a poder llegar tan alto como y te comparas con gente que lleva ya años en la industria.
Esto nos pasa a todos, especialmente al comienzo de algo nuevo. Analizar la competencia es algo que como negocio tienes que hacer (y como profesional también), pero no para compararte sino para ver lo que hay, lo que funciona, lo que te gusta y lo que no. ¿Qué puedes hacer entonces para no agobiarte o paralizarte por el miedo a la competencia?
1. Tener muy claro tu modelo de negocio, qué quieres ofrecer y a quién. O, si eres profesional, tener muy claro qué quieres profesionalmente. Para eso, tienes que sentarte a pensar en lo que tu quieres, no en lo que está haciendo la competencia que yo tengo que copiar. NO. Puedes analizar la competencia para coger ideas y ver lo que te gusta pero no para copiar. Primero porque es algo desleal e ilegal y, segundo, porque serías una vulgar copia. Aplica lo que te guste a tu negocio de forma personalizada y piensa en qué es lo que de verdad te gustaría hacer a ti, aunque sea diferente de lo que hace la mayoría .
2. Se tu misma. Hay una cosa que te diferencia del resto del mundo, tu misma. Por mucho que haya miles de profesionales con tu especialidad, ninguno son tu, con tu estilo, tu personalidad; y solo eso ya atraerá a muchas personas. Lo único que tienes que hacer es mostrarte como eres. Esto es lo que te decían tus padres y lo que dicen en las películas pero es verdad. No finjas algo que no eres porque no va a funcionar. Se natural, se tu. Que te encanta hacer bromas, hazlas con tus clientes, que te encanta bailar, aplícalo a tu negocio (sí, se puede, quieres un ejemplo: Marie Forleo), que dices tacos más que hablas (también conozco a una coach muy buena que no se corta un pelo, Naomi Dunford). Sé tu, esa es la mejor manera de separarte de la competencia: tus experiencias, por lo que has pasado, tu sentido o no del humor, tu forma de escribir, tu optimismo o dureza .
3. Deja de querer gustarle a todo el mundo. Lo entiendo perfectamente y, además, es característica propia de las mujeres, queremos caerle bien a todo el mundo, queremos que a todo el mundo le guste como somos, lo que vendemos, cómo escribimos y los colores de nuestra web. El hecho es que eso no va a a pasar. Por muy maravillosa, elegante e inteligente que seas y por increíble que sea lo que vendes, siempre habrá gente a quien no le gustes. Punto.
Lo mejor de todo esto es que no pasa nada, es ley de vida. Aunque te pique un poco no te tienes que obsesionar, porque empezarás a ser quien no eres solo para gustar y eso no te lleva a ninguna parte, te diluyes entre la multitud. Volvemos al punto anterior, se tu misma, eso te hará diferenciarte y sí, probablemente tendrás más críticas, pero también tendrás muchas personas encantadas con lo que haces porque solo tu lo haces así. ¿Qué te llegan críticas? Aplica lo que corresponda, mejora tu servicio y no te enganches en discusiones inútiles.
¿De cuál de estas tres pecas tú?