Adaptarse al cambio o crear futuro, está en tus manos
Pero tu no entiendes, estamos en crisis, Esto es lo mejor que podemos hacer con lo que tenemos, Y que quieres que hagamos, no has visto como está el mercado, son algunas de las frases que se escuchan al entrar en la sala de directorio de las empresas hoy en día.
Habrá salida de esta cajita en la cual estamos metidos? Consultamos a Guido H. Samelnik, coach profesional especializado en efectividad humana y desarrollo organizacional, que hace más de seis años trabaja con personas y empresas desafiando el límite de lo posible para alcanzar resultados extra-ordinarios. La mayor limitante que tenemos ante nosotros somos nosotros mismos, el lenguaje que usamos para describirnos y describir la realidad y fundamentalmente como nos relacionamos con el futuro, nos comenta Samelnik. Converso con muchos directivos y gerentes sobre sus visiones como empresa, y cuando los escucho noto que su forma de expresarla no es muy poderosa. Aparecen en los escritorios de sus despachos frases tales como Seremos una empresa de excelencia, Seremos los líderes en nuestro rubro. Sin darnos cuenta, lo que hacemos más que acercarnos a esa visión es alejarnos cada vez más. El lenguaje no es inocente.
Cuando decimos Seremos… estamos implicando detrás de eso que decimos tres aspectos importantes: 1- No lo somos, 2- tenemos un camino largo y duro por recorrer para serlo, y 3- es posible que no lo logremos. Automáticamente nos separamos entre quienes somos y nuestra visión de lo que queremos lograr.
Imaginen a William Wallace diciéndole al rey de Inglaterra Bueno, quizás algún día seremos libres, Lo vamos a intentar, veremos que podemos hacer para ser libres. Cuando lo ves a William Wallace hablando de su libertad, todo su ser, todo su cuerpo, y su discurso hablan de libertad, no es una conceptualización racional. No la libertad como una visión a la cual apuntan como pueblo, sino como un estado de su ser actual, desde donde parten. El dice Somos libres, y a parir de esta declaración en el lenguaje, todos sus pensamientos, todas sus acciones, toda su energía están en sintonía con la libertad.
El futuro no existió ni existirá jamás, es solo una conversación que tenemos hoy en el presente. No podemos predecir el futuro como si existiera independientemente de nuestro lenguaje. Lo que podemos hacer, es crearlo a nuestra manera.
Para eso, un coach trabaja con su equipo para pararse en el resultado y ver desde allí el mundo: ¿Cómo se ve el mundo desde este nuevo lugar?, ¿Cómo se siente?, ¿Qué está pasando?, ¿Cómo lo logramos?, ¿Cómo estamos coordinando acciones?, son algunas de las preguntas que nos hacemos para estar viviendo el resultado. No miramos a la posibilidad, sino que nosotros como equipo somos la posibilidad. Una vez hecho esto, miramos para atrás en el tiempo y empezamos a ver que tendría que haber pasado anteriormente para que esto este sucediendo en la actualidad y de esa manera planificamos las acciones necesarias que nos están faltando en el presente para llegar a ese resultado.
Algunas preguntas que nos ayudan a pararnos en el resultado |
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Desde la planificación tradicional, generalmente desechamos cualquier idea o proyecto que este por fuera de lo que consideramos el límite de lo posible, lo que para nosotros juzgamos irracional, sin darnos cuenta que como seres humanos somos incapaces de ver la realidad tal cual es, sino que solo podemos ver lo que como observadores podemos interpretar por nuestras historias y experiencias pasadas.
El considerarnos seres racionales nos ayudo a llegar hasta donde llegamos en la actualidad, que por cierto ya es mucho, pero hoy es la mayor fuente de limitación como seres humanos. Matamos nuestra propia creatividad al desechar ideas que salgan de lo ya establecido.
Cuando planificamos el futuro desde el presente pensando en lo que pasó en el pasado, entonces hacemos que el futuro sea una prolongación del pasado, o sea, más de lo mismo. Comenzamos a tomar las pequeñas acciones que están a nuestro alcance por los recursos limitados que tenemos, y esto hace que caminemos muy despacio, ocupándonos de las cosas urgentes y entrando en círculos viciosos de los cuales es muy difícil salir. Racionalizamos acerca de las posibilidades a futuro, pero nuestro cuerpo sigue preso de la angustia y la resignación por la realidad actual.
Pararnos en el resultado de lo que queremos nos permite vivir en el cuerpo la sensación de ya haberlo logrado. El camino se hace mucho más fácil, como personas nos sentimos mucho más seguros. Cuando tu lenguaje y tu cuerpo hablan el mismo idioma, nuestras acciones son mucho más precisas, consistentes, y poderosas. Dejamos de ver a la posibilidad como algo que hay que buscar o encontrar, sino que nosotros somos la posibilidad, y desde nosotros creamos el cambio que queremos lograr. Hay una famosa frase que dice Si quieres ser fuerte, hazte el fuerte. Generalmente creemos que solo podemos hacer las cosas que nuestro ser nos lo permite. Somos chicos, por eso no podemos hacer lo que hace la empresa grande. Esta creencia destruye toda posibilidad de cambio. Podemos seguir creyendo que esa es la única verdad, o podemos empezar a ver que también nuestro hacer genera quienes nosotros somos. Por no hacer las cosas que hacen las grandes empresas, es que somos chicos. Si esperamos a tener coraje para tomar desafíos, quizás nunca hagamos nada, si nos comprometemos a desafiarnos a nosotros mismos, en el preciso momento en el que tomamos el desafió, estamos siendo valientes. Gandhi lo decía con sus palabras: Seamos el cambio que queremos ver en el mundo.
El artículo es bueno. Entiendo que el espacio es corto para explicar lo que el autor del tema quisiera expresar. Sin embargo, es bueno tener presente que el cambio se produce al término de un proceso de evaluación, la acción puede darse: cambio por que no me gusta lo actual, porque deseo mejorar el presente en relación a mi proyección, cambio por que siento la necesidad, cambio por que me exigen. Podemos seguir formulando conceptos. Pero, lo más importante es, ¿Qué estoy haciendo para cambiar y ser diferente ante la competitividad, la empleabilidad, al coaching, a la eficacia y eficiente para conmigo, con la familia, la sociedad y el puesto de trabajo?, el cambio no solamente es un gran desafío ante los demás sino una alternativa en la gestión del talento humano. El cambio, necesariamente, debe llevarnos ser cada vez mejores.
Es muy bueno, la e´pliicación acerca de pararnos en el resultado que queremos es genial»
Soy instructor de Formación Gerencial y esto me ayyuadrá mucho a enriquecer mis cursos
Excelente!!!