10 consejos para llegar a ser CEO: el coeficiente político
Mire a su alrededor en su oficina, y seguramente encontrará una cantidad de personas muy capaces, con alto coeficiente intelectual (IQ) y/o alto coeficiente emocional (EQ). Desafortunadamente, la mayoría de ellos no llegarán a la cima, quedarán en los niveles medios de la organización, mientras que otras personas, con menos IQ y EQ, misteriosamente si llegarán.
Resulta entonces que el IQ y el EQ no son suficientes para lograr el éxito. Falta un factor adicional, el Coeficiente Político, término ideado por el experto en gerencia inglés Jo Owen.
El coeficiente político, o PQ
El PQ se trata del arte de hacer que las cosas pasen a través de otras personas sobre las cuales uno no tiene control. Le otorga el poder informal de complementar su poder formal y su autoridad. Usualmente, en la mayoría de las organizaciones, su responsabilidad excede a su autoridad; su habilidades políticas le permitirán cruzar la brecha de autoridad.
Construir su PQ es el camino que le llevará hacia las posiciones de poder. Siga estos 10 principios para lograrlo:
1. Encuentre el rol adecuado en la empresa correcta
Es importante comenzar con la nacionalidad y la función gerencial correcta. Si trabaja para una empresa transnacional japonesa, y usted no es japonés, tiene pocas probabilidades de llegar a CEO. De la misma forma, si su empresa es de consumo masivo, y usted es experto en finanzas, estará en desventaja en comparación con la gente de marketing.
2. Consiga un patrocinante
Este debe estar al menos dos niveles por encima del suyo, en franco ascenso dentro de la empresa. Hágase útil para esa persona: provea información, ofrézcale su tiempo discrecional, halágelo, y trátelo como su mentor.
Su patrocinante no sólo actuará como su coach, sino que le guiará hacia las buenas oportunidades, le ayudará a detectar territorios peligrosos y le cubrirá políticamente cuando sea necesario.
3. Construya su red
Recuerde que no necesariamente debe gustarle a los demás, pero si es importante que confíen en usted. Mientras más gente confíe en usted, más estarán contentos de trabajar con usted. Mientras cuente con la confianza de los demás, podrá lograr acuerdos de forma más fácil y resolver tensiones antes de que se conviertan en problemas serios.
4. Construya su fama, y reclámela
Seguramente está rodeado de gente más o menos tan inteligente o capaz como usted. De alguna forma, tiene que demostrar logros que le destaquen sobre los demás. Puede ser algo como que dirigió una pequeña unidad de negocio que logró rescatar, o dirigió un proyecto de alta visibilidad, o aceptó un cargo clave en el exterior. Estos son ejemplos de jugadas que aceleran su carrera y le pueden llevar al éxito o fracaso rápido. Asegúrese que ocurra lo primero, un éxito. Luego asegúrese que todos sepan sobre este éxito.
5. Promueva sus intereses
Sus intereses no deben ser “aumentar su bono de este año en 10%”, sino algo como “aumentar su salario 10 veces en 10 años”. Eso significa que debe tener la asignación correcta, el jefe adecuado, el equipo ideal y los recursos necesarios. Estos son los indicadores correctos de éxito a largo plazo.
No confíe en los caprichos de RRHH, con la esperanza de tener suerte y le asignen el proyecto adecuado. La esperanza no es una estrategia ni la suerte un método.
6. Maneje su perfil
La gente le recordará por como usted es, tanto como por lo que hace. Es por ello que vale la pena ser implacablemente positivo, enfocado en las acciones y sus resultados. Deje las dudas, análisis y los enfoques en el proceso para los demás.
7. Aproveche las oportunidades con la alta gerencia
Si tiene la oportunidad de presentar por 10 minutos a los altos gerentes de la empresa, haga de estos los 10 minutos de su vida. Pague con su dinero los servicios de un escritor profesional, contrate la elaboración de material profesional, averigue bien cuales son las expectativas, qué quieren escuchar y qué no. Si es necesario, pase 2 semanas preparándose.
8. Halague a todos
Las investigaciones demuestran que no se puede halagar tanto que se vuelva contra-productivo. A la gente le encanta escuchar que son grandiosos y que hacen un trabajo fabuloso. Le adorarán por reconocer su genialidad, humanidad y duro trabajo, que lamentablemente no han sido reconocidos en un mundo cruel y lleno de colegas indiferentes.
9. Sea leal
La deslealtad es el peor pecado que se puede cometer en una organización. Los jefes a menudo mantienen empleados incompetentes por mucho más tiempo que a los empleados desleales, porque al menos en los primeros pueden confiar y saben que pueden esperar de ellos.
10. Cumpla siempre
A menudo eso implica trabajo duro, largas horas de trabajo y sacrificios personales. Si no cumple, será como un Rolls Royce sin combustible: se verá muy impresionante, pero no irá a ningún lado.
Adaptado del libro Mobile MBA: 112 Skills to Take You Further, Faster por Jo Owen