7 señales de que debes cambiar de trabajo
¿Crees que pensar en cambiar de trabajo es una locura hoy por hoy? Eso es lo que opinan muchos talentos que se consideran privilegiados por tener un puesto de trabajo en una época de incertidumbre económica. Y es que no nos podemos engañar: el mercado laboral no está atravesando un buen momento; altas tasas de paro entre jóvenes y mayores, reestructuración de plantillas que acaba con miles de puestos de un plumazo, escasa oferta de puestos de empleo bien remunerados… Acceder a un puesto de trabajo se ha puesto tan difícil que muchos profesionales cualificados no se plantean la idea de cambiar de empresa aunque no les satisfaga el sueldo, la política empresarial o el trabajo que desempeñan.
Quiero cambiar de trabajo: ¿qué hay que tener en cuenta para cambiar de trabajo?
En tu trabajo inviertes 40, 50 o 60 horas a la semana, tu despacho es el lugar donde más tiempo pasas, las tareas que haces a diario consumen prácticamente toda tu energía y pasas más tiempo con tus compañeros o jefes que con tu propia familia. ¿Es así tu día a día? Y, lo más importante, ¿te sientes feliz con lo que haces, con la vida que llevas?
Si la respuesta es “no” quizás ha llegado el momento de que reflexiones sincera y objetivamente sobre los pros y los contras de tu situación actual y, después de analizar bien la situación, te lances a dar el salto que muchos profesionales han dado ya: cambiar de trabajo. ¿Quieres que te ayudemos a ver esas claves, esas señales inequívocas de que ha llegado el momento de buscar otro empleo? Entonces sigue leyendo.
¿Cómo perder el miedo a cambiar de trabajo? 7 señales de que debes dar el paso
Hay muchas señales de que ha llegado el momento de cambiar de empleo, de pedir otro puesto de trabajo en tu empresa o, si no es posible, de cambiar de empresa y probar suerte en otra organización diferente. Nosotros hemos elegido 7 señales que te advierten de que ha llegado el momento de buscar nuevos horizontes profesionales:
1. ABURRIMIENTO
Es un hecho: tu trabajo te aburre solemnemente. Tu vida profesional se ha convertido en una especie de “día de la marmota” y no encuentras ningún reto profesional que te estimule a seguir formándote en nuevas competencias, lanzarte a dirigir nuevos proyectos, proponer cambios organizativos en tu departamento, etc.
2. ESTANCAMIENTO
Sentirse estancado en un puesto de trabajo equivale a reconocer que la experiencia laboral lleva mucho tiempo sin aportarte nada nuevo, que tu estrategia de carrera ha llegado a un punto muerto. Es decir, no hay crecimiento profesional, no tienes oportunidad de ascender en el organigrama de tu empresa, de responsabilizarte de más proyectos, etc.
3. “NINGUNEO”
Sientes que tus opiniones e ideas no son valoradas por tus superiores o por tus compañeros de trabajo. Esta situación no te permite sentirte integrado en el equipo humano de tu empresa y no tener ni oportunidad ni deseos de aprender nuevas herramientas que mejoren tu productividad personal.
4. DESEQUILIBRIO
Analiza tu trabajo y pon en una balanza lo que te aporta y lo que te quita. Quizás en un lado de esa balanza veas que hay un exceso de trabajo, estrés, presión, desgaste, dificultad para seguir disfrutando de una formación continua de calidad, cansancio constante, insatisfacción… ¿Qué hay en el lado positivo de la balanza? Si no encuentras la misma cantidad y calidad de “cosas” positivas es que tu balanza profesional está muy desequilibrada y corre serio riesgo de romperse.
5. NEGATIVIDAD
Te lo dicen en casa y lo sientes en tu interior: estás continuamente amargado, antipático y enfadado. Admítelo: la actitud negativa es una de las señales más claras de que ha llegado el momento de cambiar de trabajo.
6. ANSIEDAD
La sola idea de ir a trabajar te enferma, te genera ansiedad y molestias físicas. Cuando tu organismo reacciona de forma tan alarmante es que estás entrando en una fase muy perjudicial para tu salud física y mental que debería preocuparte…
7. SÍNDROME DE ESTOCOLMO
¿A pesar de que te sientes fatal en tu trabajo te ves incapaz de “abandonar” a tus compañeros a su suerte o de “traicionar” a tu empresa buscando otro empleo?
Ten cuidado porque ese pensamiento puede ser una señal de que estás sufriendo el llamado Síndrome de Estocolmo, una clara señal de que ha llegado el momento de cambiar de trabajo.
En conclusión: si la mayor parte del tiempo te sientes mal en tu trabajo y ese malestar está afectando al ámbito de tu vida privada, quizá haya llegado el momento de lanzarte a la piscina y de buscar y encontrar otra empresa en la que inicies esa etapa profesional nueva, apasionante y enriquecedora que te mereces.
¿Qué decir cuando te preguntan por qué quieres cambiar de trabajo?
En el marco de un proceso de selección, esta pregunta puede hacer que incluso el candidato más experimentado se sienta un poco inquieto. Una pregunta que comienza con “por qué” puede poner inmediatamente a la defensiva a quien la escucha.
Las razones más eficaces y aceptables para dejar el trabajo actual son positivas, no negativas, y siempre deben estar relacionadas con el avance en la vida personal o la carrera. Algunas de las razones más comunes y fáciles de explicar para dejar un trabajo incluyen:
Deseo de aprender.
Deseo de asumir más responsabilidades.
Deseo de asumir menos responsabilidades.
Deseo de mudarse.
Deseo de un cambio de carrera.
Deseo de adquirir una nueva habilidad o desarrollar una habilidad actual.
La reorganización de la empresa ha provocado cambios en las responsabilidades y tareas del puesto actual.
Deseo de un trayecto más corto al trabajo.
Deseo de mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida.
Al responder a esta pregunta, es fácil pensar en todas las cosas que a uno no le gustan de su trabajo actual, pero no hay que ir por ahí. Conviene centrarse en el nuevo puesto y comenzar respondiendo con “lo que realmente me gusta de este trabajo y empresa que es diferente a la actual es …” y entonces:
Aprovechar la oportunidad para compartir lo que se ha descubierto investigando sobre la posible nueva empresa (demostrando el interés genuino en la oportunidad). Hablar sobre el entorno y la cultura de esta empresa, y cómo cree que es una combinación sólida con las propias fortalezas y experiencia.
Demostrar el compromiso con la marca y la cultura del empleador potencial es una buena manera de venderse.
Hablar específicamente sobre el trabajo para el que se está entrevistando es otra buena táctica.
Mostrar entusiasmo por la oportunidad de aprender algunas habilidades nuevas y adaptarse al cambio siempre funciona.
A lo largo de la entrevista, es conveniente concentrarse en los puntos fuertes y en lo que se aportará al empleador. Hay que asegurarse de tomarse el tiempo necesario para describir los logros y todo lo que se ha contribuido con el empleador actual. Es importante mostrarse profesional y no hablar despectivamente sobre otra empresa o empleador.
Pero… ¿Cómo cambiar de un trabajo a otro?
Cambiar de trabajo es un acto que implica un riesgo pero muchas veces es el camino más rápido para conseguir mejorar tus condiciones de empleo actuales. A pesar de esto, las personas se lanzan a esta aventura sin suficiente preparación y sin las indicaciones de alguien que les pueda ayudar. Las probabilidades de éxito se reducen de forma directamente proporcional al aumento de edad de quien se plantea este cambio de rumbo en su trayectoria profesional. Pero hay esperanza.