¿Quiénes están saqueando realmente EE.UU.?
Mientras cientos de miles toman las calles para protestar por los despiadados asesinatos policiales de los afro-americanos y por siglos de racismo sistémico, Donald Trump y sus colaboradores se han apresurado a calificar a los manifestantes de “saqueadores” violentos —y distraer la atención de los verdaderos saqueadores de EE.UU.
Hasta ahora, más de 10,000 estadounidenses han sido arrestados durante la ola de protestas. Sin embargo, desde hace una década, después de que los banqueros de Wall Street saquearan a Estados Unidos mediante préstamos depredadores —¿se acuerdan de las hipotecas de intereses movibles?— y fraudes con valores, a menudo afectando a las personas de color —hispanos y afro-americanos—, haciendo que las familias estadounidenses perdieran aproximadamente 19 trillones de dólares de su riqueza total, ni un solo alto ejecutivo de Wall Street fue a la cárcel. En cambio, recibieron miles de millones en rescates de los contribuyentes, y los ejecutivos se llevaron a casa multimillonarios bonos de recompensa.
Más ricos en la pandemia
Ahora, durante la pandemia del coronavirus y una crisis económica sin precedentes, los multibillonarios de Estados Unidos han visto cómo su riqueza se ha disparado en $434,000 millones de dólares. ¿Cómo? Sus corporaciones presionaron y obtuvieron 500 mil millones de dólares en rescates y obtuvieron 135 mil millones de dólares en exenciones fiscales.
Y el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal están borrando la deuda corporativa que acumularon en los últimos años, para que sus corporaciones pudieran comprar de nuevo sus acciones. Mientras tanto, Amazon, Google, Facebook, Walmart, y otros gigantes corporativos están usando su vasto poder de mercado para acumular ganancias récord.
Epidemia de robo de salarios
El saqueo corporativo no se detiene ahí. Sólo miren la epidemia de robo de salarios a través de la clasificación errónea de los empleados como contratistas independientes y negando a los trabajadores el pago de horas extras que se les debe. Cada año, los empleadores estadounidenses roban un total de 15,000 millones de dólares en ingresos de sus trabajadores, ya sean blancos, negros o hispanos.
Las corporaciones más rentables de Estados Unidos también están saqueando al país de miles de millones en impuestos a través de lagunas jurídicas, cancelaciones y exenciones especiales que han presionado con éxito. Amazon pagó sólo un 1.2% de impuestos sobre $13,000 millones en ganancias en el 2019. Otras compañías, incluyendo Chevron, Halliburton y Netflix, no han pagado ni un centavo en impuestos federales en los últimos años. Los Estados Unidos pierden casi $70 mil millones al año en ingresos fiscales porque las corporaciones saquean a EE.UU. trasladando sus ganancias a paraísos fiscales en el extranjero.
Saqueando a los más pobres
Mientras tanto, industrias enteras saquean las comunidades negras e hispanas. Los prestamistas depredadores en base a los cheques de pago, que se centran en las comunidades de color, ofrecen préstamos con tasas de interés altísimas y cargos ocultos que atrapan a los prestatarios en un ciclo de pobreza sin fin.
La industria de los bonos para el pago de fianzas se beneficia del encarcelamiento masivo y de la fallida guerra contra las drogas, al igual que el complejo industrial de las prisiones de EE.UU., que mantiene a más de 2 millones de personas tras las rejas, desproporcionadamente negros e hispanos —entre ellos los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente. Todas estas corporaciones tienen pelotones de cabilderos en el Congreso y los gobiernos federal y estatales que mantienen su saqueo.
Saqueadores de cuello blanco
Esto es lo que Donald Trump y sus compinches corporativos nunca admitirán: El peor saqueo en EE.UU. no es romper las ventanas de Target o Wells Fargo. Son trillones de dólares en robo de salarios, injustificables reducciones de impuestos para el 1% más alto, paraísos fiscales corporativos, préstamos depredadores, bonos de fianza, encarcelamiento masivo, y banqueros corruptos de Wall Street, que nunca han sido responsables de nada más que de sus ganancias.
Al enfrentarnos unos a otros —culpando a los inmigrantes, culpando a los liberales, y especialmente culpando a la gente de color, y a los negros en particular— nos han dividido, y se han salido con la suya.
Esto tiene que terminar. Permanecer juntos, y saber la verdad sobre los verdaderos saqueadores de EE.UU.