¿Quieres el gasto público a nivel de Europa? Pagarás tú, no «los ricos»
Uno de los objetivos más consensuados tanto por el PSOE como por Unidas Podemos, ambos socios del gobierno de coalición, es llevar el gasto público hacia los niveles de la media de la Eurozona, para que, según ellos, acceder al nivel de prestaciones sociales europeas.
Por supuesto, hay un lado escondido: para gastar en niveles relativos a los de la media europea, el sector público debe ingresar en sus mismos niveles. Y, por lo tanto, a no ser que se quiera incurrir en déficit de manera sostenida como iremos este año, para acceder a un gasto mayor el sector público debe ejercer una presión fiscal mayor.
Y es en este punto preciso en el que empiezan a surgir titubeos o definiciones poco exactas sobre cómo nos acercaríamos a los niveles recaudatorios de Europa. El lema más extendido es que serían los famosos ricos aquellos que nos harían alcanzar unos niveles de gasto público parecidos a Europa.
Pero ¿es esto cierto? ¿Son los altos patrimonios o aquellos identificados con elevadas rentas aquellos que cubren el diferencial que existe entre el gasto público español y el europeo?
¿Cómo ingresa el sector público español?
De acuerdo con los últimos datos correspondientes al cierre de 2019, si evaluamos los ingresos totales relativos al PIB, podemos identificar cuáles han sido las fuentes de ingresos del sector público.
El año pasado, el Estado recaudó por ingresos impositivos el 22,27% del PIB, 277.317 millones de euros. Los ingresos impositivos se distribuyen en impuestos directos, un 10,81% del PIB con 134.652 millones euros (los impuestos sobre la renta y riqueza recaudan el 10,38% y los impuestos sobre el capital el 0,43%) y los impuestos indirectos, con el equivalente al 11,46% del PIB con 142.665 millones de euros.
Pero estos no son los únicos ingresos que recibe el Estado, también tenemos las cotizaciones sociales que suponen un peso del 12,89% del PIB y recaudan 160.533 millones de euros.
El resto ingresos que percibe el Estado qué incluyen las rentas de la propiedad y otros representan el 3,93% del PIB, 48.904 millones de euros.
En total, el Estado estaría ejerciendo una presión fiscal del 39,09% del PIB, consiguiendo recaudar 486.754 millones de euros para afrontar unos gastos de 521.949 millones de euros el 41,91% del PIB. La diferencia entre los ingresos y los gastos asumidos es el déficit público que el año pasado se incrementó desde el 2,53% al 2,82% del PIB.