3 formas en que el coronavirus ha cambiado la forma en que gastamos el dinero
Como bien sabes, la actual crisis de salud ocasionada por el coronavirus ha puesto de cabeza la vida de todas las personas del país, y con esto también ha cambiado drásticamente la economía.
Y es que muchos de nosotros hemos cambiado nuestros hábitos de consumo conforme las peticiones de quedarse en casa para evitar la propagación de virus han ido en aumento.
Debido a esto, el New York Times, junto a la compañía Earnest Research, que rastrea y analiza las compras con tarjeta de crédito y débito que hacen alrededor de seis millones de personas en los Estados Unidos, se dieron a la tarea de compartir los siguientes datos que reflejan cómo hemos cambiado nuestra forma de gastar el dinero.
1–Las ventas de comestibles han aumentado
Cuando los restaurantes empezaron a cerrar, la gente tuvo la necesidad de cocinar cada vez más en sus casas, lo que ocasionó que las tiendas de víveres tuvieran un aumento en su demanda.
Para que te des una idea de este aumento, en un período de 7 días que terminó el 18 de marzo, las ventas de comestibles aumentaron un 79% respecto al año pasado, sobre todo en productos como pastas, harinas, productos enlatados, papel higiénico y jabón.
2–Los gastos de transporte han ido a la baja
A mucha gente le han pedido que trabaje desde casa y como resultado ya no se utilizan tantos taxis o empresas como Uber y Lyft ni medios de transporte público.
Asimismo, las ganancias de las compañías de scooters compartidos como Lime y Bird también han ido a la baja después de haber estado durante mucho tiempo en auge.
3–Hay menos gastos en servicios de salud
Nadie va al gimnasio en estos tiempos, por lo que compañías de ejercicios como 24 Hour Fitness y SoulCycle han visto caer drásticamente sus ganancias.
Además, el gasto también se ha reducido ampliamente en la industria de la atención médica, ya que aquellos que realizan procedimientos que no tengan que ver con el coronavirus están teniendo menos clientes, como es el caso de los dentistas y de otros especialistas.
Además, algunos hospitales tienen cada vez menos ingresos por los servicios cancelados que no son catalogados como emergencias, y han tenido que reducir el pago de médicos, enfermeras y otros miembros del personal de salud.