Tres tipos de mentiras que todos decimos cuando buscamos trabajo y cómo identificarlas
Es más o menos común que todos digamos alguna que otra mentira al estar en una entrevista de trabajo o al escribir un currículum. Sin embargo, los entrevistadores cada vez están mejor preparados para detectar cuándo un candidato no está diciendo la verdad, y esto podría afectar tu reputación y hasta evitar que obtengas el empleo.
Por eso, a continuación, te compartimos algunas de las situaciones en las que estaríamos más inclinados a mentir, y la forma en que los reclutadores podrían atraparte con las manos en la masa.
Acciones desesperadas
En términos generales, solemos decir mentiras por las siguientes tres razones:
1– Para mejorar nuestras habilidades, conocimientos y experiencia, si pensamos que los reclutadores podrían considerar que son insuficientes.
2– Para encubrir algo en nuestro historial de trabajo que podría poner en peligro la posibilidad de que nos contraten.
3– Para sobresalir de la competencia.
Cuando un candidato cae en la tentación de mentir para dar una mejor impresión, hay dos cosas que podrían delatarlo: su lenguaje corporal y su discurso.
Lenguaje corporal
Para interpretar el lenguaje corporal, los reclutadores buscan siete emociones que todas las personas tenemos. Estas son ira, desprecio, disgusto, miedo, felicidad, tristeza y sorpresa.
La forma en que los entrevistadores detectan dichas emociones es fijándose en las microexpresiones. Es decir, en esas expresiones faciales que son breves e involuntarias y que todas las personas hacemos, aun cuando intentamos ocultarlas.
Toma en cuenta que, aunque estas miniexpresiones ocurren más rápido que un abrir y cerrar de ojos, es posible detectarlas. Y aunque los reclutadores no puedan identificar exactamente qué emoción estás expresando, sabrán que algo no está bien. Es decir, que notarán que hay un desequilibrio entre lo que estás diciendo y tus emociones, según explicó la experta en recursos humanos, Diane Arthur, en Fast Company.
Las microexpresiones pueden incluir un aumento en la velocidad del parpadeo, una sonrisa amplia y exagerada, niveles inusualmente altos o bajos de contracción ocular, así como pausas más largas de lo normal a la hora de tomar la palabra.
Asimismo, el miedo a ser atrapado en una mentira también podría ser evidente si juntas las cejas o tienes las fosas nasales levemente inflamadas.
Si los entrevistadores notan estas discrepancias en ti, seguramente querrán ahondar más en el tema que están hablando.
Las palabras que usas
Las respuestas que des también podrían revelar algunos indicios de que estás mintiendo.
Por ejemplo, los términos absolutos, como ‘nunca’ o ‘siempre’ son señales de alerta para los reclutadores. También suelen desconfiar de los candidatos que responden enfocándose más en los detalles, en lugar de dar solamente la información importante.
Aunque estas señales no son signos definitivos de que estás mintiendo, es probable que los reclutadores las tomen como indicadores de que no estás siendo totalmente honesto.
Como ves, quizá lo mejor responder con la verdad todo lo que te pregunten. De esta manera, tu reputación estará intacta y estás más tranquilo durante la entrevista.