Influencia de las emociones en la toma de decisiones
En la vida empresarial uno de los procesos más importantes para el éxito de las organizaciones es la toma de decisiones, de allí se desprenden planes operativos, estratégicos, solución de problemas, se rentabilizan los capitales, se gestiona el talento humano y en general se justifica la razón de ser de la empresa.
Toda esta gestión es realizada a través de las personas y como seres humanos que somos no escapamos de las emociones. Que son la respuesta a fenómenos psico-fisiológicos con la finalidad de cumplir una función adaptativa, lo importante es que entre la emoción y la acción hay que dar lugar a la capacidad de razonamiento y gestión emocional.
Dentro de las organizaciones es fundamental que el talento humano tenga competencias desarrolladas sobre la gestión emocional, de esta forma las decisiones estarán amparadas por la racionalidad.
Luis Allen dijo: “Sólo se puede tomar una decisión lógica cuando el problema real ha sido definido correctamente con anterioridad”. Esto es muy cierto algo que no se haya definido y comprobado no se puede llamar problema, en algunos casos podría ser conflicto y aquí la importancia de la gestión emocional, un CEO o ejecutivo delegado no debe tomar decisiones bajo un dominio emocional alto, por ejemplo en un momento de rabia o de tristeza, es probable que no sea el momento más idóneo y a largo plazo se pueden ver las consecuencias para la organización.
En la actualidad las empresas invierten mucho tiempo y dinero en la formación de las personas que ocupan los cargos directivos en lo que a inteligencia emocional se refiere. Han tomado conciencia sobre la importancia que tiene y lo respaldan afirmaciones de Daniel Goleman “Los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por su alto grado de inteligencia emocional que incluye la autoconciencia, autorregulación, motivación y habilidades sociales”.
En el ámbito empresarial constantemente se producen problemas que hay que resolver. De su correcta resolución dependerá la vida y éxito empresarial, razón por la cual una buena gestión emocional de las personas dentro de las organizaciones tiene como resultado decisiones mejor pensadas y una base racional alta.
Se puede concluir entonces que ese equilibrio que debe existir entre las emociones y el pensamiento lógico da lugar a gestiones óptimas basadas en una realidad y un entorno claro de fortalezas y oportunidades para compensar las debilidades y hacer frente a las amenazas.
En resumen un gerente emocionalmente inteligente debe poseer: autoconocimiento, autocontrol, empatía y habilidades sociales para poder gestionar con éxito sus emociones y las de quienes le rodean, lo cual se traducirá en el éxito del proceso de toma decisiones que estará como mínimo sustentado en:
- Identificación clara del problema real a resolver.
- Recolección de información necesaria para la toma de decisiones y valoración del problema.
- Análisis de las causas del problema.
- Búsqueda de soluciones.
- Seleccionar la mejor solución.
- Seguimiento y control.
A todos los CEO les deseo el mayor de los éxitos en cada una de las empresas, donde se enfrentan diariamente a procesos cargados de magia empresarial, emociones derivadas de las relaciones laborales, personales y hasta familiares donde el cerebro emocional muchas veces quiere ser el protagonismo y les digo como dijo un sabio: “La habilidad de hacer pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial en la vida diaria”.
Para lograr un mejor nivel de Autocontrol podemos utilizar técnicas respiratorias que activan la función fisiológica de algún sistema orgánico para elevar el nivel energético del organismo y desarrollar la capacidad de control consciente de los estados de ese sistema, proporcionando el control de la movilización de las energías biológicas para los fines conscientes de la actividad, esto no solo puede ser aplicable en el ámbito laboral sino también en nuestras relaciones sociales. (Rodríguez 2005).
LA INTELIGENCIA Y LA EMOCIÓN JAMÁS PODRÁN ESTAR SEPARADAS LA UNA DE LA OTRA. NUESTRAS ACTITUDES TIENEN CARACTERÍSTICAS PROPIAS INTERNAS. NACEN DEL CORAZÓN, DE LAS VÍSCERAS, DE LO PROFUNDO DEL CEREBRO. EMERGEN CON PORCENTAJES DE EMOCIÓN, MAS O MENOS SEGÚN LA INTELIGENCIA. SIN EMBARGO LA INTELIGENCIA DEBERÍA CONTROLAR LA EMOCIÓN, ALGUNAS VECES, LA EMOCIÓN CONTROLA A LA INTELIGENCIA. ES MI PUNTO DE VISTA.