Las empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles digitales que necesitan
La retención y atracción de talento se ha convertido en uno de los principales retos de las compañías del siglo XXI. La transformación digital que vendrá de la mano de la cuarta revolución industrial modificará radicalmente el mercado de trabajo. Esta tendencia supondrá una oportunidad para los empleados más cualificados y con formación tecnológica en detrimento de los profesionales menos creativos y dedicados a tareas más mecánicas. La digitalización acabará con cinco millones de empleos entre los siete millones de puestos que desaparecerán y que se verán compensados en parte por los dos millones de nuevos trabajos que se crearán hasta 2020, según el estudio «The Future of Jobs» del Foro Económico Mundial.
La paradoja radica en que pese a la destrucción de fuerza laboral que se avecina, dos millones de vacantes se quedarán sin cubrir en nuestro país en los próximos cuatro años, según un informe de Randstad. La empresa de recursos humanos también destaca que España, Italia y Polonia serán los países europeos con un número mayor de puestos cualificados sin cubrir por la falta de políticas de reciclaje en la formación de los trabajadores.
Desde la patronal de empresas tecnológicas Aemetic prevén que desde 2013 a 2017 se necesitarán en España de 25.000 a 50.000 programadores y desarrolladores; entre 60.000 y 70.000 especialistas en marketing y comunicación; de 15.000 a 45.000 profesionales relacionados con el diseño visual y la creatividad digital y entre 10.000 y 14.000 profesionales relacionados con la estrategia y gestión de negocio. Una cifra que no llegará a cubrirse por falta de trabajadores especializados.
«Las Universidades también tienen que salir de ese posicionamiento y acercarse más a las empresas» @JNGascon #TicTagUEââ¬â AMETIC_es (@AMETIC_es)
18 de mayo de 2016El denominado como déficit de talento se ha convertido en un grave problema para determinados sectores como la Ingeniería y las Ciencias. Lo mismo ocurre en el sector TIC, donde esa carencia también ha comenzado a asomar repentinamente las orejas. Según un informe publicado por Adecco a principios de este mismo año, los perfiles ligados al ámbito digital gozan ya de gran notoriedad en el ámbito empresarial. Buenas noticias, aunque un arma de doble filo cuando hablamos de España. ¿Estamos listos para el bum de puestos tecnológicos que se requerirán en los próximos tiempos? Los expertos tienen claro que no.
La denominada economía digital, que engloba todos los modelos de negocio nacidos tras la incorporación de la tecnología a la empresa, está dando lugar a un buen puñado de empleos para los que, por ahora, nuestro país no ha logrado crear una buena cantera. Joana Sánchez, presidenta de Inesdi Digital Business School y una de las grandes expertas en el sector, reflexiona en ABC sobre el problema y afirma que nuestra situación en este sentido es «grave». Toda empresa que no se adapte a la revolución tecnológica, dice, «morirá» y, por el momento, el camino a recorrer para lograr la adaptación se antoja largo y plagado de obstáculos.
Sin formación tecnológica
Como bien afirma Sánchez, «es paradójico que aunque la tecnología ha cambiado en gran medida nuestra existencia el tejido empresarial español todavía no se haya percatado del nuevo escenario». Es imprescindible, explica, «conseguir profesionales preparados para una revolución que ya ha llegado. Aquel que no esté listo se quedará en el camino».
Lo cierto es que parece extraño que España, un país con jóvenes talentos sobradamente preparados para tomar las riendas del futuro, no disponga de mano de obra cualificada para cubrir este nicho que tanto trabajo demandará en poco tiempo. Lo que ocurre, dice Joana Sánchez, es que «la evolución de la tecnología ha ido mucho más rápido que la formación de nuestros profesionales», una situación que, de no revertirse, nos hará recurrir finalmente a profesionales extranjeros. Esto es algo, dice la presidenta de Inesdi, que ya ha comenzado a ocurrir. «A día de hoy no se están cubriendo todos los empleos vinculados a la economía digital porque en España no hay trabajadores suficientemente formados para ello», destaca.
Dos millones de vacantes se quedarán sin cubrir en nuestro país en los próximos cuatro años
Sylvia Taudien, vicepresidenta de la Asociación Española de Economía Digital, suscribe la opinión de Joana Sánchez y afirma que ya hay determinados puestos de trabajo para los que España no dispone de profesionales bien formados. Es clave, en opinión de ambas expertas, que la administración se tome en serio el asunto. «Es cierto que el Gobierno ya es consciente del problema aunque es grave que no sepa cómo resolverlo. Vamos a un ritmo muy lento en comparación con las necesidades del mercado», explican.
Si, como dicen ambas profesionales, los españoles estamos poco formados en materia digital, ¿no debería el sistema educativo abordar estas nuevas necesidades? «Es crucial que nos formemos, que adquiramos nuevas competencias para daptarnos y subir a la ola. Ante la destrucción de empleo que se avecina, el sistema educativo debería ponerse las pilas en este sentido», la automatización acabará con siete millones de empleos. Por tanto, sí, el sistema educativo debería ponerse las pilas en este sentido». De hecho, destaca Sánchez, «si la transformación laboral hubiera comenzado antes el nivel de desempleo habría descendido de forma drástica en nuestro país».
Según datos de Inesdi Digital Business School, tan solo un 42% de las empresas de nuestro país están formando a sus empleados en habilidades digitales. «Estamos muy a la cola si nos comparamos con EE.UU., Israel y el centro de Europa», explica a ABC Joana Sánchez.
Los perfiles más buscados
Alfonso Jiménez, socio director de la consultora de recursos humanos PeopleMatters, también cree que el cambio ha de venir del propio sistema educativo y reitera que el principal problema radica en que no hay suficientes graduados con formación técnica. «El año pasado se titularon 4.500 ingenieros informáticos del total de 1.600.000 licenciados que salieron de las universidades españolas», puntualiza Jiménez, quien opina que esta cifra es «desproporcionada» y aconseja a los jóvenes que tengan en cuenta la empleabilidad futura de las carreras elegidas. «A su vez está surgiendo una ‘universidad’ paralela de enseñanza digital con centros regulados, pero con muchos otros que están fuera del sistema», advierte Jiménez.
Ante este panoraba de escasez de mano de obra cualificada, las empresas recurren a empleados que han cursado Formación Profesional o a perfiles técnicos adyacentes, como es el caso de los ingenieros. La «lucha por el talento» también impulsa a las compañías a hacer atractiva su marca y a tratar de «enamorar» y retener a sus empleados más valiosos. «Las firmas con más reputación tendrán más fácil el fichaje de los perfiles más buscados», sentencia Jiménez.
Las empresas recurren a empleados que han cursado Formación Profesional o a perfiles técnicos adyacentes
Entre los profesionales más buscados, Jimenez cita en primer lugar a aquellos que han estudiado Informática y las carreras relacionadas con Ingeniería y Matemáticas. También destaca que hay escasez de empleados de Ciencias de la Salud por el envejecimiento de la población.
Sobre la destrucción de empleo que acarreará la cuarta revolución industrial, el socio director de PeopleMatters aclara que aparecerán nuevas profesiones y desaparecerán otras, al igual que ocurrió con la reconversión de la década de los 80. «Los más afectados van a ser los puestos de redes comeciales porque van a ser suplantados por la automatización de los procesos». Cada vez más ciudadanos van a contratar la compra de diferentes servicios a través de internet», aclara Jiménez.
Empresas a dos velocidades
La carrera tecnológica en la empresa española va a dos velocidades. Si bien hay negocios que incluso han tenido que recurrir a mano de obra extranjera por falta de profesionales también los hay que, a estas alturas, ni siquiera se han percatado de la importancia que internet juega en su futuro.
En lo que respecta a nivel de digitalización, España tiene aún mucho que avanzar: todavía se sitúa por debajo de la media europea y fuera de la clasificación de los 40 primeros estados del mundo. Pese a ello, el momento actual supone una oportunidad de subir al tren de la transformación. Este salto tendría en nuestro país un impacto de 120.000 millones de euros en 2025, según el «Primer Estudio sobre la Digitalización de la Actividad Económica en España 4.0», elaborado por la consultora Roland Berger. A ello se une el hecho de que las compañías digitalizadas son un 10% más productivas, exportan el doble y duplican la creación de empleo frente a aquellas que se han quedado atrás en este reto.
En dicho informe también se pone de manifiesto que este cambio constituye una nueva revolución industrial equiparable a la aparición de la máquina de vapor o la electrificación. En este sentido, esta cuarta revolución industrial se presenta como el reto más importante para la competitividad de España a medio y largo plazo. Sin embargo, solo el 38% de las empresas españolas dispone de una estrategia digital y, de estas, solo el 60% lo ha comunicado de forma «clara» a su plantilla. Asimismo, solo un 26% cuenta con un responsable del área digital. Entre los principales obstáculos para afrontar una renovación se encuentran la resistencia al cambio de las compañías, la falta de competencias y la ausencia de una oferta adaptada al mercado.
Emérito Martínez, Director de Marketing de QDQ Media, explica que «aunque parezca increíble hay empresas que ni siquiera tienen página web». Son muchos, dice, aquellos que todavía no han logrado ponerse en el papel del usuario y adaptarse al nuevo escenario que la Red les plantea. «Aunque más del 80% de la población tiene un teléfono inteligente, muy pocas empresas de nuestro país cuentan con una web «responsive» para este tipo de dispositivos. Otras no tienen presencia en buscadores ni en redes sociales y las hay, incluso, que no respetan los criterios de usabilidad». En palabras de Martínez, «tan solo el 1% de las empresas actuales tienen optimizados estos aspectos y, de hecho, solo el 60% está disponible en la Red. Son muchos los deberes digitales que quedan por hacer».
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15 de mayo de 2016La empresa que no se adapte, dice Martínez, «perderá competitividad, pues cuando no se piensa de forma global las oportunidades de negocio brillan por su ausencia». En cuanto a la gestión de redes sociales también hay tarea pendiente. «Muchos negocios todavía no saben por qué deben tener perfil en Facebook o Twitter», afirma el director de Marketing de QDQ Media. Tan solo esas empresas que despunten en cuanto a desarrollo tecnológico sobrevivirán a la revolución que se avecina. Del mismo modo, únicamente los profesionales plenamente formados tendrán el camino libre para competir en un mercado laboral que se antoja estable para ellos. Así lo asegura, al menos, Sylvia Taudien. «Empresas tan importantes como Airbnb, que tiene su centro europeo en Barcelona, no han encontrado excesivo personal español con formación digital y han tenido que recurrir a perfiles de otros países para determinados puestos. ¿Queremos que el caso se repita?».
Francisco Vázquez, presidente de 3g office- ABC
Un futuro laboral sin oficinas
El trabajo que surgirá con la cuarta revolución industral ya no se centrará en el lugar donde se ubica la máquina. «El gran cambio en los espacios corporativos es que el trabajo es una actividad, no un lugar al que vas. Por este motivo, creo que en el futuro seguramente no habrá oficinas como las que conocemos ahora, sino espacios satélite distribuidos y destinados a las actividades que no puedan realizarse en otros lugares. Vamos hacia espacios conectados que promuevan la creatividad, que permitan ser más productivo y sobretodo que faciliten la vida del profesional y le haga más feliz» afirma Francisco Vázquez, presidente de 3g office.
La movilidad será la tónica general en el empleo, tal y como pronostica este experto. «Si observamos nuestro entorno de trabajo, veremos que la mitad de los puestos están permanentemente vacíos. La transformación radica en cambiar esa mentalidad obsoleta», explica Francisco Vázquez.
El presidente de 3g office también advierte de la lentitud de reacción de las empresas. «Las compañías van más despacio y parece que esperan a tener la necesidad para dar una respuesta sin darse cuenta que ya llegan tarde porque la velocidad en que se mueven los avances tecnológicos es exponencial, argumenta. En su opinión, en la oficina inteligente los empleados «tienen que tener los recursos antes de saber que los necesitan y aprender a usarlos en su propia empresa sacándoles la máxima usabilidad».
La desaparición de la oficina tal y como la conocemos hoy en día se verá acelerada por la etapa de madurez de la generación «millennial» dentro de mercado laboral. «En 2020 muchos de estos profesionales ocuparán puestos y funciones de altísima relevancia en las empresas y en la administración», asegura Francisco Vázquez…