10 cosas que aprendí cuando dejé mi trabajo
La mentora y coach Anna Lundberg escribió en Quora después de un año de haber dejado su empleo lo que aprendió. En Business Insider lo replicaron. De esta manera, Lundberg relata que renunció a su trabajo sin saber qué haría, dejando su departamento por siete años para irse a vivir nuevamente con sus padres.
«Mi intención desde el comienzo había sido tener un estilo de vida más independiente y flexible. Yo quería seguir trabajando en marketing digital, que me apasionaba y donde tenía el conocimiento de mi cargo anterior», dice. Lundberg buscaba dedicarse a desarrollar su escritura y combinarlo con la oportunidad de viajar y pasar tiempo con amigos y familiares.
Luego, Lundberg armó su propio negocio de consultoría y tiene varios proyectos.
1. La vida del otro lado no es tan difícil como usted cree. Cuando miraba hacia afuera desde la comodidad de su trabajo estable, Lundberg dice que se paralizaba al pensar en dejar su seguridad. Pero todo cambió una vez que decicidió dejar de fumar y lo logró. En ese momento se dio cuenta que tenía la capacidad de que las cosas sucedieran. Luego, buscó información sobre el trabajo freelance y la consultoría, además de hablar con personas que habían establecido sus propios negocios.
También se dio cuenta que la seguridad que sentía en su trabajo era una ilusión, porque los trabajo sufren reestructuraciones o crisis.
2. Apéguese a su decisión. Si bien no siempre puede ser fácil resistirse a una oferta de empleo tentadora, Lundberg aconseja apegarse lo más prosible al ideal de vida profesional y personal que se decidió tener. Para ella no ha sido fácil, dice, pues suelen llegarle propuestas interesantes, sus clientes necesita que trabaje a tiempo completo y sus padres se preocupan por su pensión. Así que una vez que haya tomado esa decisión, confía en tus instintos y no mire hacia atrás.
3. Hay más opciones. A veces compartir con las mismas personas puede hacer que sus perspectivas se vean muy limitadas. Para Lundberg todo cambió cuando comenzó a viajar y a conocer más gente, con diferentes puntos de vista y ambiciones. No todo era un aumento de sueldo o una promoción.
4. Se puede vivir con menos dinero de lo que piensa. Lundberg dice que cuando tenía su anterior empleo gastaba en lujos como ropa que no necesitaba, taxis o cafés, que al estar desempleada debió obviamente dejar de lado. Sin embargo, a ella no le complicó. Aprendió a centrarse en las verdaderas necesidades y destinar el extra a experiencias.
5. Nuevas oportunidades aparecerán de la nada. Para Landberg el tiempo que pasó desempleada nunca fui improductivo, le llovieron oportunidades. Participó como mentora de dos incubadoras, en talleres para empresas y trabajó en proyectos para grandes marcas. Y además empezó a escribir para varios blogs y sitios web. Todo esto, dice ella, nunca estuvo en su radar mientras estuvo empleada.
Así que su consejo en este ámbito es hablar con los amigos y desconocidos, ir a eventos de networking, y sobre todo permanecer abierto a las oportunidades imprevistas.
6. No tiene que ser perfecto desde el primer día. «Siempre estaba buscando el trabajo ideal, en el lugar ideal, en la industria ideal, pero esta fantasía no existe. Me mudé a Ginebra para trabajar en las Naciones Unidas, pero terminé en la comercialización de bienes de consumo, desarrollo de habilidades y conocimientos valiosos al hacer amigos de por vida entre mis colegas», dice.
Lunddberg, además, dice que «no espero ser un líder o una autora de best-seller que vive en la casa de mis sueños para la próxima semana; pero con cada cliente, cada proyecto, cada puesto, estoy conformando la vida que quiero».
7. Nada es para siempre. Lundberg dice que en principio parecía ser una gran decisión dejar su trabjo, sin embargo, se dio cuenta que lo peor que podría pasar de no funcionar su meta de trabajar de forma independiente sería volver a trabajar formalmente. «Conozco personas que han decidido volver al trabajo después de un período de funcionamiento de su propio negocio, felices porque tiene la certeza que es la decisión correcta para ellos», dice.
La mentora dice que si la empresa no funciona puede cerrarla o si el país en que está no llega a ser de su agrado puede moverse. Nada está escrito, todo puede cambiar.
8. Usted no está solo. Todos los que toman esta decisión tienen muchas dudas y miedo, y lo peor es que sienten que están solos, pero no es así. Tal cual como le ha pasado a usted, también hay otros en su misma situación, con deseos de compartir miedos, experiencia y aprendizaje.
9. Usted nunca tendrá todas las respuestas. La mentora dice que en su paso por abrir una empresa ha tenido que leer mucho y aprender. Pero el mayor reto ha sido poder equilibrar por un lado el trabajo y los ingresos, y por otro lado la diversión y la libertad.
10. No todos los que vagan están perdidos. «La vida no tiene que ser sobre la búsqueda de un trabajo, reuniones, conseguir una hipoteca, tener hijos. Puede ser difícil ver a «todo el mundo» a tu alrededor establecerse, pero si usted no quiere seguir ese camino ahora, o tal vez nunca, entonces no hay nada de malo en seguir explorando caminos diferentes, conocer gente nueva que vive en diferentes ciudades o viajando por el mundo», dice Landberg….