VUCA: Empresas ante la incertidumbre
El mundo está cambiando a pasos agigantados y esa velocidad transformadora es la gasolina que inflama la incertidumbre, la volatilidad y la ambigüedad a la que se enfrentan los negocios. Éste es el llamado ‘mundo VUCA’, un escenario donde los CEO han aprendido a liderar sus barcos en la noche con la ayuda de la tecnología, la participación de sus empleados y los consultores que los acompañan.
La transición hacia el planeta VUCA (que responde al acrónimo, en inglés, de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) está siendo formidable. Según un estudio de Constellation Research, en 1958, las empresas que integraban el índice S&P 500 vivían de media 61 años. En 1980, sin embargo, esa cifra se había desplomado hasta los 25 años y, en 2011, ya nos encontrábamos en tan solo 18 años. La disrupción tecnológica es uno de los principales motivos de este escenario tan duro, porque la mitad de los gigantes corporativos del selectivo Fortune 500 han sido adquiridos o han desaparecido gracias a la digitalización desde el año 2000.
Uno de los aspectos que pasan por alto esas estadísticas es el daño reputacional que las empresas pueden sufrir en este contexto digital, donde, por ejemplo, las campañas en las redes sociales de grupos de interés y jugadores aparentemente insignificantes pueden destruir parte de su valor en Bolsa de la noche a la mañana o desatar la estampida de unos clientes que pierden, súbitamente, su confianza en las marcas.
Un nuevo escenario político y económico
Pero el cambio tecnológico no es el único motor que ha resquebrajado la estabilidad y previsibilidad de períodos anteriores. También está actuando toda la fuerza de la globalización comercial y financiera, que ha integrado el mundo como nunca antes. Así, un grave problema de hipotecas subprime en Estados Unidos puede provocar el estallido de una gran depresión global o, más indirectamente, una crisis de deuda soberana que suponga el rescate de Grecia, Irlanda o Portugal y la recapitalización europea de los bancos españoles en medio de una fortísima recesión. Por lo mismo, la autopercepción de vulnerabilidad de Arabia Saudí puede provocar el derrumbamiento del precio del petróleo y contribuir significativamente con eso al hundimiento de los regímenes que dependen de él, como está sucediendo en Venezuela…