Tener Autoestima muy alta produce graves daños de salud – deGerencia.com
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Tener Autoestima muy alta produce graves daños de salud

“Querer ser otra persona es malgastar la persona que eres” decía Marilyn Monroe.

Creo que en vez de hacer un favor a la gente, a la sociedad, les estamos llevando a uno de sus mayores fracasos.

La industria del desarrollo personal, nos habla sin parar, como un martillo pilón que la confianza es la herramienta esencial ante los imprevistos de la vida, que la confianza es la que nos llevará al mayor de los éxitos, que si confiamos en nosotros mismos todo lo que imaginemos podremos hacerlo realidad, que quienes nos tienen envidia es porque confiamos en nosotros y para acabar, nos dicen que confiemos, que mientras hay aire en los pulmones, hay esperanza…

La autoestima, es la que nos salvará de todo problema y la que nos llevará al mayor de los éxito.

Y a la mayor de las ostias también.

¿Por qué?

Porqué estamos creando gilipollas en potencia ya desde pequeños.

Vemos a padres que no quieren que sus hijos sufran. Que no se les recrimina absolutamente nada, aunque hicieran una bomba atómica, los padres se reirían de las “chiquilladas” de los niños. ¿Y recriminar al niño que miente? “Para nada, es un niño pequeño, no hay que decirle nada, mejor hay que reirle la gracia que ha dicho”. Y por no hablar que hay que aplaudirle todo acto que haga el niño, porque sabemos que si no lo hacemos, se cogerá un cabreo que estará insoportable durante días.

Por aplaudirle las monerías, la imaginación y no recriminarle nada, que vaya aprendiendo qué está bien y que está mal, estamos fabricando “gilipollas” en potencia. En definitiva, auténticos nuevos dictadores.

Y todo porque no queremos que el niño sufra lo que estamos sufriendo nosotros o hayamos podido vivir nosotros.

Educar no es solamente inspirar, alegría, diseñar un mundo ideal sin daños ni malvados. Sino también es enseñar la realidad. No la realidad basada desde tus creencias y experiencias, sino siempre los dos lados, la realidad y como afrontarla si no estás de acuerda con ella.

Pero en vez de alentar a los niños a superar obstáculos, a que se levanten por ellos mismos, lo que estamos creando son “príncipes y princesas” de Disney a los que hay que aplaudir.

Son las leches, los que nos hace fortalecer nuestra autoestima tras haber aprendido y pasado por ellas. No el aliento de los demás diciéndonos que somos los mejores.

Nuestro niño no tiene límites, y así se lo hacemos creer. Tiene todo a su disposición y no tiene porqué esforzarse por nada.

¿Pero que vida sería sin limites, sin esforzarnos y descubrir de lo que somos capaces cuando los demás nos han dicho que no podíamos?

La autoestima más grandes que el estadio del Barcelona, es sinónimo que la realidad le dará una bofetada muy grande a esa persona.

Pero a día de hoy, seguimos viendo personas así. O que todavía la vida no le ha dado esa leche o si lo ha hecho, lo sabe ocultar muy bien. Y sobre todo creyendo que el mejor remedio contra esta sociedad, es tener una autoestima alta, ya que los que la tienen baja, serán pisoteados por los demás.

Todos los excesos son perjudiciales, recuerda.

No hace falta ni verlas ni oírlas hablar, simplemente coge las redes sociales y las distinguirás muy fácilmente.

.- Personas que para que vean que han hecho una publicación tienen que etiquetar a gente que ni siquiera conocen ni conocerán. Si tu trabajo es digno de compartir, no tienes que publicitarlo así, los demás irán a ti.

.- Personas que no hablan de su trabajo, sino de las fotos que se hacen con “expertos” al que consideran amigos. Es decir, su éxito depende de la aceptación de los demás y los contactos que dice tener, no del valor que aporte su trabajo.

.- Personas que critican las ofertas que les hacen porque se creen “los reyes del mambo”. Pero luego, sin que lo sepa nadie, aceptan cosas gratis, por estar en esos eventos.

.- La arrogancia de estar encima de un escenario o haber sido entrevistado en algún sitio, les hace que se distancien de los demás. Un ego que en vez de ayudar a los demás, lo único que provoca es malestar entre los demás.

Luego ya tienes a los típicos que empiezan como una ametralladora a hablar desde el yo, no viendo y mucho menos aceptando las perspectivas de los demás.

Son personas que siempre justifican sus actitud, basándose en sus nombres, en sus puestos o en que son amigos de tal o cual persona.

Desde luego que siempre nos tenemos que cuidar uno mismo. Nacemos solos y moriremos solos. Y mientras tanto, nos tenemos que ir cuidando. Pero hasta un cierto equilibrio

¿Cómo detectarlos?

1.- Personas que si les rebates sus ideas, no saben por donde salir. Son personas que se han aprendido su dialogo y del cual no salen. SI les aplaudes estarán felices. Si se les rebate, se pondrán nerviosos y te atacaran. Ya se han descubierto, tienen una autoestima demasiado alta.

2.- Se rodean de su “sequito” de palmeros. Si no están rodeado de ellos. Son como corderitos asustados.

3.- Intenta meterte en sus monólogos, interrúmpelos y si dicen, ya se me ha olvidado lo que quería decir…Ahí tienes a otro.

Está muy bien impulsar el bienestar de cada uno de los seres de este lugar llamado mundo. Pero al igual que con la felicidad, en el que tenemos que ser lo más felices posibles porque sino no seremos seres de éxito. Con la autoestima pasa igual. Sino tenemos una autoestima impresionante, nuestro futuro será más negro que el carbón.

En el equilibrio está la virtud. Porqué los excesos no te hacen ver los limites , no te hacen ver la realidad, no te hacen ver absolutamente nada y creerte algo que no eres y es irreal.

El bienestar también es ver la otra parte de la realidad. Es la que te motivará a superarte, a descubrirte y no creerte algo que es efímero.

Dejemos de crear seres estúpidos llenos de autoestima irreal, porque luego la ostia será más fuerte.



  • Ver original en Principios de un Comienzo
  • Publicado el domingo agosto 16, 2020


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