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Ten una mente flexible

Como el junco, una actitud flexible ante la vida, te permite afrontar las vicisitudes sin quebrarte ante los sucesos complicados. La rigidez mental trae aparejados sufrimiento, malestar y problemas psicológicos.

El pensamiento opera en función de las creencias. Ellas conforman un sistema y se convierten en una ideología. Entonces aparecen aparecen ideas rectoras que caracterizan el pensamiento vertical y se convierten en fórmulas rígidas que no se confrontan con la realidad ni se doblegan ante las pruebas.

Si tienes una mente rígida o muy estructurada todo lo respondes por “sí o por no” o por “blanco o negro”. No hay lugar para una tercera opción. Ante una tempestad, representada en la psiquis por un conflicto grave, te quiebras aunque seas duro como el roble. Pero si actúas como el junco, te doblas pero no te rompes.

Un hermoso y fuerte roble se vanagloriaba de su poder y fortaleza y por eso se burlaba del junco vecino. Un día le dijo “yo soy grande y tengo poderosas ramas”. Qué pequeño e insignificante eres. Al junco no le entristecía la vanidad del roble. Una noche, llegó la tormenta, azotando con sus fuertes vientos todo a su paso. El roble ofreció la resistencia que pudo, intentando vencer a la tormenta con toda la fortaleza que poseía. Mientras que el junco, sabiamente, se movía con la dirección del viento, de manera flexible. Al día siguiente estaba el roble destrozado, arrancado de raíz y por el contrario, el junco había salido ileso ante la sorpresa del roble que no entendía cómo siendo tan débil, su vecino había sobrevivido a la tormenta.

Siendo muy rígido sabes regularte pero no tienes flexibilidad. Por otra parte si funcionas de un modo extremadamente cambiante puedes caer en el caos. Lo ideal es lograr el equilibrio y el balanceo. Hay rasgos o rituales buenos, que convertidos en hábitos te hacen actuar mecánicamente o en piloto automático. Pero ante situaciones nuevas cuentas con la flexibilidad para innovar e incorporar lo novedoso.

Morir con las botas puestas
Siendo flexible abres tu mente, miras el problema desde varias perspectivas y encuentras más de una solución ante los mismos interrogantes. Una mente flexible y abierta, es un imán preparado para atraer las nuevas ideas que te sacan de tu zona de confort. Siendo inflexible no puedes adaptarte a los cambios que son permanentes y no lograrás triunfar en tus proyectos.

Como el junco, una actitud flexible ante la vida, te permite afrontar las vicisitudes sin quebrarte ante los sucesos complicados. La rigidez mental trae aparejados sufrimiento, malestar y problemas psicológicos.

En la vida pasan tormentas que pueden destrozarte, pero si respondes con una actitud flexible, entendiendo los inconvenientes como situaciones pasajeras o circunstancias que pueden afectarte pero que no te podrán destruir, porque como el junco, las vas acompañando, sin dejar de hacer las cosas que valiosas que al final serán las que te darán la flexibilidad mental que necesitas para atender los retos que debas afrontar.

Pensar fuera de la caja
Para flexibilizar tu mente debes aprender a innovar. Conoce las nuevas tecnologías que te abrirán un sinfín de oportunidades. La pandemia catalizó esta capacidad y su foco es generar ideas. ¿Cómo se hace? Aprendiendo a detectar lo que otros no pueden ver. Desarrollar soluciones es comprometerse con el cambio, sumar habilidades como la escucha activa, entender lo que pasa, relacionarse con pares para llegar a mejores propuestas en base a la colaboración y prestar atención a las fuentes externas que permiten pensar de otra manera. Debes ser curioso, capacitarte y hacer hincapié en el aprendizaje continuo. Debes priorizar lo general sobre lo particular y a las personas más que a las tecnologías, porque, más allá del potencial del software y del hardware, las ideas siempre surgen de cerebros interconectados.

En la guerra es lógico no doblegarte
Pero ante un problema es inconcebible que no cambies de idea frente a la evidencia. Lo peor es que tales creencias no son tuyas, sino que te fueron inculcadas por la propaganda y las adoptaste sin razonar sobre su verdad y sus consecuencias. Te has convertido en parte de un ejército, si abandonas eres un desertor y tus compañeros te vigilan creando cárceles o escribanías para tu pensamiento.

La particularidad es que no son metas que puedas lograr por ti mismo, sino objetivos destinados a que un gobierno los imponga. La militancia las recibe de la cima de la pirámide y, desde allí las bajan a la realidad para uniformarla. Y como la realidad se resiste, la discordancia es inevitable, entonces: peor para la realidad. La tesis populista es que el diferente es un enemigo y la dupla amigo-enemigo es la esencia de la política.

No razonas, pones etiquetas
Se imprimen términos negativos a cualquier cosa. Como que es malo ser “neoliberal”. Se repiten hasta que parezcan malos. Pero alguien es más inteligente que otros cuanto más detalles distinga de la misma cuestión, las discusiones actuales son como la negación de la inteligencia. Hay más docentes que adoctrinan con combos ideológicos y menos que incentivan a analizar las fuentes. Así es más fácil. Quienes antes criticaban la memoria de loro hoy exigen repetir un slogan. La inteligencia agoniza.

El doble discurso
Es una discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace. Es una forma de esquivar, encubrir y reforzar una decisión errónea. A veces es inconsciente porque se forjó en la infancia con el doble discurso del adulto: “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago y una doble norma para juzgar: “tú eres obstinado, yo soy perseverante”; estrategias que van creando un modelo mental rígido y asociado a reglas incorrectas, como no digas lo que piensas y oculta tus sentimientos. La mente flexible suele adoptar otra fórmula que puedes usar ante mentes obsecuentes: piensa lo que dices pero no digas lo que piensas.

Los hábitos defensivos alteran la verdadera causa de los problemas, Se produce una incongruencia entre el sentir, el decir y el hacer que te impiden aprender, te sobreprotegen, evitan que corrijas los errores y no te permiten actuar de manera efectiva. Siempre hay cómplices de la mentira como en la historia del rey desnudo, al que nadie se animaba a decir que no tenía ropa. Hasta que un día, ante la multitud, un niño gritó: el rey está desnudo. Se precisa habilidad para mentir ya que el inconsciente es sensible y muestra el engaño.

6 sombreros para pensar
Es una teatralización de un problema donde los actores representan el sombrero que tienen puesto. El del sombrero blanco busca los hechos objetivos y asume la neutralidad. El rojo expresa la emoción sin tener que justificarla. Aflora la intuición sin ocultar el sentimiento. El negro es pesimista, critica lo que ve mal sin temor a destruir, porque es su función. El amarillo busca el lado positivo para lograr que las cosas ocurran. El sombrero verde. es la esperanza, busca promover la novedad. El azul coordina, dirige y escucha valorando los aportes. Define la agenda: ¿cómo encaja esto en la estrategia global?

Una mente flexible crea valor
Océanos rojos son mercados donde se compite para diferenciarse levemente y conformarse con un escaso margen de ganancia. Océanos azules son los que se crean con innovación en valor. En el siglo XVII a alguien le cayó una manzana en la cabeza. En lugar de maldecir, como hubiese hecho cualquiera, aprovechó el suceso para descubrir la ley de gravedad que promovió el desarrollo de la ciencia. Este “prohombre” creó un Océano azul para que otros pudieran crear industrias que mejoraron la calidad de nuestras vidas. Newton lo explicó así: “No soy un genio, estoy parado sobre la espaldas de gigantes”. A lo largo de la historia el hombre luchó en el océano rojo buscando su porción en el mercado.

En el siglo XIX Schumpeter definió como destrucción creativa la acción del innovador que desplaza a un competidor exitoso. El comportamiento natural es reactivo, la respuesta sólo se produce ante los cambios. Los gestores de la historia adoptaron una conducta proactiva y flexible creando océanos azules. Enfocaron en su misión, dejaron de competir en el océano rojo y diseñaron situaciones preferibles a las ya existentes.

La trampa de la fuerza bruta
Para Nietzche “los métodos son la mayor riqueza del hombre”. Si se carece de ellos se tiende a usar la fuerza bruta que a larga conduce al burnout o cerebro quemado. En materia creativa la mezcla de conceptos o conceptual blending, es un método para desinhibir el pensamiento y darle forma a las ideas. Todo se mezcla con todo y todo se puede combinar. Lo habitual es definir, segmentar, segregar y etiquetar en categorías separadas y divididas que no se tocan. Es como si el pensamiento se congelara en una cubetera. Cada cubito es una categoría y el pensamiento se congela. Hay métodos que evitan la fuerza bruta y la ley de los rendimientos decrecientes, cuando más se trabaja aumenta el cansancio, disminuye la productividad y resulta difícil asociar cosas no conectadas. Son cubitos de hielo en cubeteras separadas. Cuando a una gota de agua se le agrega otra, forman una sola gota de agua más grande. Cuando a un concepto se le agrega otro, puede surgir un concepto nuevo y no necesariamente dos conceptos separados.

Esta historia muestra el poder facilitador de los métodos
Un hachero llega a una maderera. El capataz le da un hacha y una zona. El hombre sale a talar y corta 18 árboles.–Muy bien- le dijo el capataz –. Animado el hachero decide mejorar su desempeño. Se acuesta temprano, se levanta y se va al bosque. A pesar de su empeño corta 15 árboles.- Me debo haber cansado- pensó y se acostó. Se levantó decidido a batir su marca. Sin embargo no llegó a 8. Al día siguiente fueron 7 y el último día sólo pudo tirar 2. El veía a otro hachero que tiraba 20 árboles trabajando sólo medio día. Inquieto le contó todo al capataz. El capataz le preguntó: – ¿Cuándo afilaste el hacha? -No tuve tiempo, estuve muy ocupado cortando árboles.

Dos modelos mentales
Aunque tenemos una sola mente, no tenemos una sola forma de pensar y decidir Las trampas mentales surgen porque a la mente la rigen dos sistemas: uno que opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo, que da respuestas con la información archivada en la memoria, y otro más racional, que se ocupa de las actividades complejas. El sistema 1 se activará automáticamente y hará un rastreo en la información almacenada en busca de la que se adecue a la cuestión. Lo hará basado en la ley del menor esfuerzo, seguirá la pauta de la acción menos exigente. El Sistema 2, es más lento, racional y prudente. Observa y controla los pensamientos y las acciones sugeridas, permitiendo que algunos se expresen y reprimiendo o modificando otros. El Sistema 2 es un controlador y que actúa ante situaciones en donde no responde el Sistema 1. Muchas decisiones no resulta de un proceso de análisis mesurado y consciente, en el cual se evalúen todas las posibilidades de acción ante los hechos. Las fallas se dan por decisiones apresuradas, errores frecuentes, opiniones sesgadas, juicios subjetivos y respuestas intuitivas.

Un bate y una pelota cuestan $1.10. El bate cuesta un dólar más que la pelota ¿Cuánto cuesta la pelota? La respuesta de 10¢ se presenta como una intuición rígida, rápida, potente y atractiva, pero es incorrecta. Para llegar a la solución correcta, tendremos que recurrir a la mente flexible, transformando el acertijo en una ecuación. Deberemos recurrir a la forma más lenta y fatigosa de pensar que permite nuestro cerebro. Algunos psicólogos consideran que este tipo de test es un predictor más válido sobre la inteligencia que los de cociente intelectual. En este caso, nos sirve para ilustrar que las intuiciones regidas por el determinismo mental pueden ser erróneas, no importa lo poderosas que parezcan.

Sólo cuando entra en juego el Sistema 2, postergando las gratificantes sugerencias del sistema emocional, y luego de invertir un esfuerzo cognitivo, podemos intentar resolver problemas complejos. Conviene analizar la racionalidad a través de los errores más que de sus triunfos. Errores que tienen la virtud de aparecer de forma inadvertida para nuestra mente consciente. Tienen además un carácter irresistible, aun en seres psicológicamente sanos y se dan sistemáticamente si concurren las circunstancias adecuadas.

Para poner algunos ejemplos, el efecto Halo es atribuir características excesivamente positivas o negativas a una persona basándonos en pistas parciales o atractivas, lo cual explica por qué se ama irracionalmente a las estrellas de cine, o por qué convertimos a Steve Jobs en una especie de santo laico. La ilusión de validez afecta a los expertos en entornos difícilmente predecibles, como la política y las finanzas, provocando un exceso de confianza en predicciones infundadas y poniendo en duda la eficacia de reputados especialistas. El Sistema 1 está preparado para creer, no para dudar y tiene tanto miedo que salta rápidamente a conclusiones precipitadas. Así se entiende el fanatismo y la seguridad dogmática con que se sustentan en la ignorancia, o en evidencia insuficiente, y por qué el escepticismo (una ardua operación del Sistema 2) sigue siendo tan impopular. No es sólo la inteligencia, sino la racionalidad, esa capacidad para amonestar a la parte más vaga de nuestro pensamiento y capaz de develar o domar, los sesgos cognitivos naturales.

Desde esta perspectiva, una persona “racional” no es la que tiene una visión del mundo más consistente, ni mucho menos la que es capaz de contar mejores historias. Tampoco es más racional quien rechaza las emociones en nombre de razón desencarnada, sino quien es capaz de examinar sus propios prejuicios y de asumir que errar es natural. Como dijo Sócrates: “Una vida sin examinar no merece ser vivida.”

Para no dejarnos llevar por estas tendencias cognoscitivas, hay 3 técnicas:1. Método del abogado del diablo. Se tiene que realizar un plan y un análisis crítico del mismo, de por qué no es aceptable. Así se toma conciencia de los peligros. 2. Método de la indagación dialéctica. Se requiere realizar tanto un plan como un contra plan, del cual se llevará a cabo un debate para conocer los pro y los contra. Al final se decidirá si se llevará a cabo y de qué manera. 3. Método de la perspectiva externa. Los diseñadores toman como referencia estrategias anteriores de fracaso o éxito que se puedan comparar. De esta manera se podrá evaluar si es factible o no la estrategia elegida.

Peligros del pensamiento natural
La virtud de saber decidir evita la parálisis por exceso de análisis y las consecuencias negativas de las malas o apresuradas decisiones. Esta virtud se debilita por la arrogancia, por el desconocimiento de métodos para decidir y por la falta de incentivos. La percepción nos hace creer que es el sol el que se mueve y no la tierra. El pensamiento natural salta directamente a la acción. Eso puede estar bien para decisiones simples, como elegir la corbata para el traje, pero en asuntos serios o aprendemos a plantearnos el problema o resolvemos el problema equivocado. Se aprecia más al intuitivo que al analítico. El intuitivo no tiene que justificar su decisión, juzga a la gente por su cara. El mundo es resultadista pero también se puede perder jugando bien. La clave es separar las decisiones de los resultados.

La escuela y la empresa castigan el error, premian poco al que acierta y no castigan al que provoca daños por indecisión. Incentivan a no hacer. El miedo a fracasar inhibe las decisiones. El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende. El deseo nubla la razón, llegar al consenso es muy lento y en grupos adiestrados mejora la decisión. La sociedad de consumo ofrece un radar para imitar a ricos y famosos. Hay que contar con la brújula interior que permite conocerse a sí mismo, sin esa virtud no se puede decidir con inteligencia. Como dijo Séneca no hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar.

La PNL (programación neurolingüística) enseña a hacer las copias del original. Programación significa que los humanos repetimos y organizamos nuestras conductas exitosas. Neuro se refiere a las percepciones sensoriales que generan estados interiores de tristeza o alegría, por ejemplo. El cerebro las automatiza y las programa en patrones de conducta para no tener que pensar cada cosa que hacemos. Lingüística se refiere a que las respuestas se manifiestan en lenguaje verbal o no verbal.

Programación es la forma en que cada ser humano encadena las etapas.

Programar resultados de excelencia

El cerebro al nacer es una página blanco que se programa con la educación y la experiencia. La PNL tiene su lado negativo: es la tendencia a crear hábitos y repetir respuestas aun en situaciones dónde no es recomendable. Por eso el dicho: nada fracasa tanto como el éxito o ¿por qué cambiar si nos va bien? Debemos hacerlo porque los competidores combinan el benchmarking– la comparación con los mejores-y la PNL – para imitarnos-.

El antídoto es la destrucción creativa- destruirse uno mismo antes que lo haga un competidor.

Curso acelerado de PNL 3 minutos
El primer paso es tener in mente el objetivo. El segundo es trazar el plan y controlar su ejecución por si se aleja del objetivo. El tercer punto es tener creatividad y flexibilidad para variar el plan cuando la realidad nos muestra que algo falla.

Para tener una mente productiva debes ser rígido para repetir tus conductas exitosas y flexible para adaptarte a los nuevos tiempos donde impera la aceleración vertiginosa de los cambios.



  • Ver original en EmprendedoresNews
  • Publicado el lunes diciembre 21, 2020


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