¿Te acuerdas de lo que era un abrazo?
“Hay un traje que se amolda a todos los cuerpos…Un abrazo”.
“Yaya , ¿Por qué no puedo darle un abrazo a mi amigo?”.
Esta frase la oía mientras tomaba un café haciendo tiempo tras unos recados que había hecho con una persona. Una frase que decía un niño de no más de 3 años cuando veía partir entre lagrimas a su amigo con el que acababa de jugar a la pelota.
Cada día creo más que se está generando un problema en esta sociedad: LA FALTA DE CARIÑO, con todo lo que conlleva.
Yo no hablo de política, ni de si estamos en una segunda ola o en el rebrote 456 del año, hablo que nos estamos convirtiendo en una sociedad falta de cariño y con ello, a una sociedad zombie.
Llevo tiempo con una observación que no se me va de la cabeza. Me gusta pasear por mi ciudad, observarla, curiosear, ver cómo actúan las personas. Y ya antes de la pandemia observaba que la gente no hablaba entre si. Podríamos achacarlo a los móviles, a la velocidad que llevamos en nuestro día a día, a lo que tú quieras… ¿Pero qué pasa ahora?
Pasas al lado de la gente y se apartan más rapido que un perro asustadizo. Cada vez las calles están más silenciosas. La gente ya no habla entre si y si le añadimos la mascara, pues ya tenemos el bingo a punto de cantarlo. Pero si a todo eso le añadimos, que no podemos abrazarnos, ¿Qué ocurre?
Que cada vez decimos frases como esta: “Ahora en estos momentos necesitaría un abrazo como el comer…Estoy loco por abrazarte, pero… Echo de menos sentirte entre mis brazos…Como me gustaría sentirte más cerca de mi, pero…” ¿Quién no ha dicho o pensado en estos momentos alguna idea cómo estas?
Pero ya no solamente nosotros lo estamos pensando, sino ¿Qué generación estamos creando que les estamos diciendo que esta prohibido dar abrazos o acercarse a menos de 1 metro de sus amigos? ¿Qué generación estamos creando sin el poder que un abrazo les confiere en su confianza y desarrollo de su inteligencia emocional?
Si nos dicen que abrazarse, estar cerca de otra persona es malo, menos algunos inconscientes, los demás no lo hacemos porque sabemos las posibles consecuencias. ¿Pero qué pasará cuando ya nos digan “que podemos hacerlo”? ¿Les creeremos? ¿Nuestro cuerpo se habituará de nuevo a los abrazos o tendrá miedo, por el “no vaya a ser qué vuelva a pasar de nuevo”?.
Si ya antes éramos seres poco comunicativos emocionalmente cuando teníamos a una persona delante y que no estuviera al otro lado de la pantalla, ¿Cómo seremos a partir de ahora que no nos podemos ni abrazar?
De pequeños hemos sido educados desde el NO. “No hagas esto, no hagas lo otro, no hables a extraños, no te metas en la piscina antes de 2 horas después de haber comido..” Y llegamos a la edad “madura”, no sabiendo porqué no haciendo lo que nos decían de pequeños que no teníamos que hacer.
A día de hoy si le añadimos la situación que estamos viviendo a nivel mundial que pensamos que “preocuparnos” de una persona y quererla es felicitarla por un grupo de WhatsApp del que se fue hace más de 3 años.
Eso es una pequeña muestra del nivel emocional que estamos teniendo como sociedad. Y si ahora le añadimos que tenemos que estar separados y sin abrazos, no me quiero imaginar que sociedad nos espera.
El cerebro está diseñado para protegernos de los peligros y miedos que nos puedan acechar. Y lo hace muy bien. Y yo me pregunto: ¿Estará borrando de nuestra mente el cerebro el poder de un abrazo? ¿Se acabará borrando del diccionario de la Real Academia de la Lengua, la palabra abrazo?
Pero lo peor de todo, ¿Cómo será la generación que nos liderará en un futuro próximo que no conozca qué es un abrazo y su poder reconfortante? ¿Y el sentir de una persona más cerca del metro de distancia? ¿Sabrá liderar sus emociones o serán puros robots?
Antes de que muchos haters empiecen a decir cosas inconexas, no estoy diciendo que empecemos a abrazarnos haciendo coso omiso a las “recomendaciones” de los grandes gurús.
Sino que te lanzo una pregunta para que pienses:
Pensamos que los cambios eventuales no nos cambiarán, que seguiremos siendo lo mismos que siempre. Y sin darnos cuenta, estamos teletrabajando, teniendo una bicicleta eléctrica o mostrando nuestra vida a todo el mundo a través de las redes sociales cuando un día antes decíamos que nunca lo haríamos.
Ayer mismo oía en la televisión: “¿Te acuerdas hace unos meses cuando nos podíamos abrazar?”. No creo que tardemos mucho en poder decir: ¿Qué era eso de abrazar?
Como decía una frase hace unos días que leía en una entrevista: “La única herramienta en esta lucha que tenemos a día de hoy entre humanos y galgos electrónicos, es la creatividad“. Pues en este caso yo añadiría, que no solo necesitamos creatividad, sino lo que necesitamos es ser, sentir y exponer lo que sentimos, porque ya nos estamos convirtiendo nosotros mismos en robots.
Y ojala me confunda.
Si antes ya nos alejábamos de la gente , porque teníamos miedo a expresar lo que sentíamos, lo que queríamos, por miedo a nosotros mismos, al qué dirán. Ahora que no nos podemos acercar a los demás, que no podemos abrazarlos, ¿EN QUÉ NOS ACABAREMOS CONVIRTIENDO?
¿Empiezas a tener miedo a pedir un abrazo que antes tanto agradecías? ¿Cómo afecta que no puedas abrazarte o estar cerca de la gente que quieres?