Roles en un equipo de trabajo: también femeninos
Asegurarse de que ambos géneros, masculino y femenino, quedan representados en los roles de un equipo de trabajo es la manera de garantizar un grupo humano más inteligente y capacitado para alcanzar las metas propuestas.
Hoy día, las mujeres continúan estando subrepresentadas en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en múltiples niveles, que van desde la matrícula de pregrado y posgrado hasta puestos en la industria y en las universidades. Aunque se han logrado algunos avances para cerrar esta brecha de género en las últimas décadas con el aumento de la matrícula de mujeres en los programas de licenciatura y maestría, el problema persiste, especialmente en puestos gerenciales y otros puestos de alto nivel, tanto en empresas como en el mundo académico.
Esta brecha de género está motivada por el sesgo y la discriminación, la falta de modelos a seguir, el acceso diferencial a las redes sociales y cuestiones relacionadas con el equilibrio entre el trabajo y la vida y las responsabilidades familiares. Cualquier que sea la causa que la impulsa, afecta a los resultados de iniciativas muy diferentes, pero con algo en común: que carecen de roles en un equipo de trabajo que representen al género femenino.
La realidad actual de los roles en un equipo de trabajo
Entre los niveles individual e institucional, hay otro nivel que juega un papel crucial en el trabajo: los equipos. Está demostrado que:
La colaboración grupal mejora enormemente con la presencia de mujeres en el grupo.
Promover el papel de las mujeres en STEM puede tener consecuencias positivas para la productividad al mejorar la calidad de la colaboración que se lleva a cabo en equipos.
La diversidad de género es relevante para los procesos y el desempeño del equipo. En términos de proceso grupal, la evidencia reciente sugiere fuertemente que la colaboración grupal, según lo indexado por la inteligencia colectiva, mejora enormemente con la presencia de mujeres en el grupo.
La inteligencia colectiva de un sistema reside en las conexiones entre las unidades y sus patrones de comportamiento. Los patrones de comportamiento colectivamente inteligentes responden al logro de los resultados deseados, en lugar de la ejecución sin sentido de procesos o rutinas prescritos.
Por lo tanto, la inteligencia colectiva es evidente en la consistencia de la calidad del resultado que un colectivo produce en todos los dominios, como resultado de la capacidad de respuesta de los miembros entre sí y a las contingencias cambiantes del desempeño en situaciones dinámicas.
La proporción de mujeres que ocupen diversos roles en un equipo de trabajo está fuertemente relacionada con la inteligencia colectiva medida del grupo. Esos efectos se explican en parte por:
Los niveles más altos de sensibilidad social que son exhibidos por las mujeres, en función de su mayor capacidad para leer señales no verbales y hacer inferencias precisas sobre lo que los demás sienten o piensan.
Porque los grupos con más mujeres también mostraron una mayor igualdad en la toma de turnos en la conversación, lo que permitió a los miembros del grupo responder entre sí y hacer el mejor uso de los conocimientos y habilidades de los miembros.
La diversidad de género aumenta los procesos grupales constructivos, mejorando la cooperación del equipo. De hecho, en un informe de McKinsey se revelaba que “una mayor diversidad de género en el equipo ejecutivo senior correspondía al aumento más alto de desempeño: por cada aumento del 10% en la diversidad de género, las ganancias aumentaban en 3,5%”.
¿Ya sabes a quién designar para cubrir los roles en un equipo de trabajo?