Restauración y ‘retail’ saldrían de la crisis del Covid-19 antes que los viajes y la hostelería
Persisten las dudas sobre los retos a los que se enfrenta la economía española al término del estado de alarma. La progresiva vuelta a la normalidad dependerá de la todavía incierta evolución del coronavirus, aunque Deloitte trata de arrojar luz. La consultora, en un análisis preliminar presentado en conferencia web ante expertos a finales de marzo, establece tres escenarios para cinco sectores (alimentación, retail, restauración-ocio, viajes y hoteles). Los dos últimos, muy relacionados con el turismo, podrían posponer la recuperación hasta finales de año o comienzos del siguiente, según la consultora, mientras que restauración y comercio minorista (retail) se estabilizarán antes.
Los tres escenarios trazados llevan asociada la curva de recuperación que debaten los economistas en las últimas semanas: en ‘V’ en el escenario más positivo, de «rápida contención» (cierres hasta mayo), o en ‘L’, que la firma denomina “economía de guerra” (cierres hasta octubre), pasando por la recuperación en ‘U’ en un contexto intermedio, el «año perdido» (cierres hasta julio).
Deloitte prevé una caída abrupta de todos los sectores (exceptuando el de alimentación) durante el aislamiento y la época de restricciones, que finalizaría en algún momento de mayo (ver gráfico). A partir de entonces, se produce la fase de estabilización, en la que el sector Horeca (hostelería, restauración y cafeterías), las oficinas, educación y tiendas reabren al público. Entre junio y diciembre, poco a poco, se volvería a la normalidad, con una posible recuperación desde finales de 2020.
Por sectores desgranados, el de restauración y ocio viviría un pico en mayo (por los pedidos a domicilio) e iría mejorando progresivamente a lo largo del año. El siguiente sector con una mejor recuperación sería el retail, que justo cuando terminen las restricciones experimentaría un ascenso constante pero leve hasta la Navidad. Sin embargo, en ese momento viviría una pequeña reducción, asociada a la disminución del poder adquisitivo, que anticiparía una “Navidad más austera”, indica la consultora.
En el otro lado de la balanza, el sector de viajes y de hoteles sería el peor parado. A partir de junio se permitirían los viajes de primera necesidad y no sería hasta el mes de agosto cuando Deloitte estima que empiece a reactivarse el turismo doméstico. Todo ello conllevaría que hasta noviembre no se reanudasen los actos corporativos y eventos pospuestos por la pandemia. Además, el turismo internacional no llegaría con regularidad a nuestro país hasta el mes de diciembre, provocando un leve crecimiento del sector viajes y hoteles, pero que seguiría siendo inferior al del 2019.
En el supuesto más positivo, de «rápida contención», Deloitte predice que si en mayo vuelve la normalidad y se levantan las restricciones, la alimentación se estabilizaría en el tercer trimestre. En cambio, en el polo opuesto la consultora explica que si el regreso a la normalidad se retrasa a octubre, la recuperación se pospondría al 2021. En todo caso, el análisis indica que al menos hasta julio no se equipararán las dos vertientes alimentarias: “De cara a verano el consumo está de nuevo balanceado entre hogar y Horeca”, estima la consultora. Sin embargo, por tratarse de un sector básico durante la crisis sanitaria, la alimentación es el único de los sectores analizados que no se contrae a lo largo de 2020.
El retail, en el mejor de los casos, experimentará un “repunte en junio por compra o eventos reprimidos (moda, belleza, lujo, hogar) y una estabilización rápida en verano”. Para una situación intermedia, la consultora vaticina que las líneas de crédito y las “duras medidas de contención de gasto de las empresas” conseguirán frenar parte de las tensiones de liquidez. No obstante, en ese escenario moderado, Deloitte considera que la recuperación será “lenta” y la demanda “continuará afectada hasta 2021”.
Dos velocidades
Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, explica que «cada semana del año aporta en torno al 2% del PIB español». Doménech añade que «no es descabellado pensar que cada semana, con el confinamiento actual, estamos teniendo una pérdida de actividad en la horquilla del 30% o 40%». Los sectores asociados al consumo, como la restauración, solo tendrán una «recuperación parcial» en 2020, ya que se verán limitados por las medidas de distanciamiento social, señala.
Según Gonzalo García, director de economía en AFI-Analistas Financieros, además de la restauración, una parte del sector inmobiliario —la del negocio de oficinas— se verá muy mermado. Al contrario, apunta que en una segunda fase, de recuperación, sectores como las renovables y empresas asociadas a la digitalización se verán favorecidas, al igual que la agroalimentación, que «estas semanas se ha visto que es esencial y será potente durante la recuperación». Asimismo, los centros comerciales podrán recuperar la normalidad antes que otros negocios gracias a que cuentan con más espacio para cumplir con el distanciamiento, matiza García.
Para Sergi Jiménez, profesor de economía en la Universidad Pompeu Fabra e investigador asociado de Fedea, «lo único seguro es que cuanto más se retrase la plena activación de la economía peor será, empezando por lo relacionado con el turismo, pero se transmitiría como una mancha de aceite a toda la economía».
¿CÓMO GASTARÁ EL CONSUMIDOR LA RENTA DISPONIBLE EL AÑO QUE VIENE?
Comparativa de renta disponible desde niveles precrisis (datos del INE, 2018) y estimación en el año 2021.
Comparativa de renta disponible desde niveles precrisis (datos del INE, 2018) y estimación en el año 2021.
Deloitte
El ahorro se disparará hasta un 40% en 2021 desde niveles precovid, de forma que el gasto de los consumidores seguirá deprimido el año que viene, según las estima Deloitte. Solo la alimentación resistirá a la actitud conservadora de los españoles, que en esta partida aumentarán el gasto un 2%. El resto de ámbitos se mantienen o descienden.
Mientras que durante la precrisis se dedicaba un 9% a los viajes, el año que viene a esa partida las familias dedicarán dos puntos porcentuales menos (un descenso del 12%). También baja un punto porcentual el dinero destinado a restauración, que se contrae el 5% desde los niveles precrisis. Asimismo, el consumo de retail podría caer hasta un 10% en año que viene frente a la etapa anterior al Covid-19, según estima la consultora.