¿Qué ha pasado y qué va a pasar con los escándalos de emisiones de los coches?
Han pasado meses desde el escándalo de emisiones de Volkswagen, y a veces uno se pregunta si las noticias recientes son la punta del iceberg, o si está dando sus últimos coletazos. Porque cada vez hay más fabricantes bajo sospecha, con algunos casos siendo confirmados y reconocidos.
Al ritmo que vamos, parece que los problemas se encuentran en fabricantes de todo tipo, no sólo en los fabricantes europeos. Es muy posible que no haya gran fabricante de coches que no esté bajo sospecha o siendo investigado de un modo u otro. Pero como todas las crisis, esta tiene perdedores y ganadores.
Fabricantes Investigados
El escándalo de Volkswagen levantó las sospechas sobre el resto de fabricantes de automóviles, especialmente los fabricantes de automóviles con motor diesel europeos. De hecho, todos los coches con motor diesel están bajo sospecha por parte de algunas autoridades que empiezan a pensar en restringir su uso dentro de zonas urbanas. Madrid o París son sólo algunas de las urbes que hablan de restringir los motores diesel dentro de la ciudad, sin ningún complejo al respecto.
De momento la acusación no sólo ha salido de Wolfsburgo, ya que también se ha acusado a Daimler (Mercedes) de falsificar las emisiones. De momento en Daimler tienen abierta una investigación interna en cooperación con el departamento de Justicia de Estados Unidos, para ver si se pueden estar falsificando las emisiones.
Pero la acusación de mentir, ha cruzado fronteras, y los fabricantes franceses también están bajo sospecha sobre sus motores diesel. Tenemos a Renault, que está siendo investigada en sus centros de ingeniería en los alrededores de París sobre si sus coches engañan al igual que los alemanes.
También a PSA, que ha confirmado que la policía francesa había registrado su sede. Algo increíble, teniendo en cuenta que en enero se afirmaba que habían pasado las pruebas. Lo mejor de esto, es que tanto Renault como PSA están participadas por el gobierno francés, lo que me hace recordar la escena de una película:
No es un problema exclusivamente de los diesel europeos
Y los escándalos de emisiones no son exclusivos en los fabricantes europeos. También se ha puesto bajo sospecha a Ford y a Opel (que es una empresa de General Motors). Pero mientras de momento todo esto son sospechas, tenemos a un gran fabricante no europeo que ha levantado un escándalo, con coches que no son diesel.
El último escándalo ha venido por parte de Mitsubishi, que no es precisamente un fabricante de coches diesel europeo. Y el escándalo no ha venido en sus modelos diesel, sino en coches que sólo se venden en Japón. Los Mitsubishi ek Wagon, ek Space y los Nissan DayyZ y Dayz Roox (fabricados por Mitsubishi). Todos son kei cars, una categoría especial japonesa que limitando la potencia y el tamaño, ofrece unos soches pequeños con ventajas fiscales a los japoneses (y se trata del tipo de coche que la mayor parte de los japoneses tienen).
La manipulación por parte de Mitsubishi no ha sido tan sofisticada como la de Volkswagen, sino que venía de inflar de más las ruedas para pasar los controles. Es un truco viejo y sencillo, pero que tiene efectos sobre las pruebas de emisiones y de consumo. De momento se han dejado de fabricar estos modelos.
Se calcula que hay unas 625.000 unidades afectadas, una cantidad importante para un fabricante que vende aproximadamente un millón de unidades anuales. De momento se plantea indemnizar a los consumidores con la gasolina extra que han tenido que consumir y a Nissan, por los coches que le vendía remarcados para distribuirlos.
¿Qué va a pasar ahora?
Lo primero es que nos vamos a encontrar con que la presión y vigilancia sobre los fabricantes de coches va a aumentar, ya que de momento nadie parece creerse los datos de emisiones. Además, es muy probable que se vaya a continuar limitando el uso de los coches en ciudad, ya sea por las buenas o por las malas.
Por otro lado, como ya comenté, a los consumidores no les parece importar demasiado las emisiones de su vehículo, puesto que las ventas no parecen cambiar demasiado. Claro, que eso lo decimos cuando los consumidores no tienen nada que sacar, que es el caso de Europa.
En Estados Unidos va a ser diferente, parece que Volkswagen va a comprar 650.00 coches afectados por el software trucado o modificarlos. Además parece que los propietarios van incluso a recibir una **indemnización de 5.000 dólares por coche.****** Esto se calcula en un coste para la empresa de 7.000 millones de dólares. Supongo que los afectados estarán felices, no todos los días te devuelven lo que has pagado por un coche nuevo cuando ya tiene unos años y te dan una cantidad extra.
Aparte está la cantidad por la que se pueda multar a Volkswagen, que es desconocida. Aunque puede ser de 18.000 millones de dólares, recientemente se multó a Hyundai-Kia por un motivo similar por una cantidad de 100 millones de dólares.
Habrá que ver si Volkswagen reciclará los coches afectados,o simplemente serán vendidos en algún país cuyas normativas de emisiones no sean tan estrictas como en EEUU. Porque en ese caso, estos coches seguirán contaminando como hasta ahora, simplemente desplazados de sitio.
Además, cualquier fabricante no afectado de momento puede que se veea envuelto en un escándalo similar. Incluso con las alianzas y cruces de patentes habituales en la industria, es posible que aun haciendo las cosas bien, uno de tus proveedores no lo haga, que es lo que le ha pasado a Nissan con Mitsubishi.
Mientras tanto, el Tesla Model 3 ha superado las 400.000 reservas, una cantidad increíble y sin precedentes para un coche que de momento ni siquiera se ha fabricado. Y es que cada vez que surge un escándalo se oye un ruido de fondo, es Elon Musk frotándose las manos…