Precios del material sanitario ¿especulación o garantizar el suministro?
Actualmente, el mercado de determinados productos farmacéuticos ha sufrido un auge espectacular desde el Estado de Alarma, debido a la alta demanda existente frente a una oferta limitada. Nada que ver con el hundimiento, que según las previsiones actuales, veremos este año en el turismo (-32,4%), la hostelería (-40%) y la venta de vehículos (-69,3%).
Este contraste genera recelos y vuelve a sondearse la palabra «especulación». Que una actividad económica se esté beneficiando en un contexto en el que veremos una recesión estimada con una caída del 8% del PIB, predispone a identificar de especulación en esa actividad.
Se ha producido un desajuste entre la oferta y la demanda, debido a al gran número de casos de COVID-19 que ha tenido un crecimiento exponencial en estas semanas a escala global. Esto tiene una consecuencia directa en el incremento de los precios, acusando a las farmacias de especular con estos productos.
Anteriormente al confinamiento, un paquete de 50 mascarillas quirúrgicas tenía un precio de coste para las farmacias de 4 a 6 euros. Hoy, ese mismo paquete tiene un precio de coste alrededor de 60 euros. Por lo tanto, estamos hablando de un incremento de precios alrededor del 1.100%. Unos costes que las farmacias repercuten al consumidor final tratando de mantener los márgenes el negocio y los impuestos repercutidos (IVA del 21%).
No es especulación, es escasez de un bien ampliamente demandado.
Quién desee garantizarse el suministro de estos productos debe ser precio aceptante hasta que los incentivos generados por el auge de los precios y la gran rentabilidad de esta actividad hagan que se incremente la oferta global por parte de los fabricantes para satisfacer a la elevada demanda presente.
Regular los precios y expropiar no es la solución
Muchos pueden pensar que debido a los altos precios generados, el Estado debería regular esta actividad, estableciendo precios máximos para mascarillas, geles desinfectantes, test y demás productos vinculados a esta pandemia cuya misión no es otra que la prevención del contagio.
En primer lugar, establecer medidas de este tipo, perjudicaría gravemente a la cadena de suministro porque se eliminarían los actuales incentivos para la producción y satisfacción de la demanda. Si los costes en el mercado global de estos productos son elevados pero el precio de venta al público queda limitado por la regulación, se rompe la cadena de suministro y por lo tanto, el acceso a estos productos tan necesarios hoy…