¿Por qué partir por el selfworking antes del networking?

El networking se ha convertido en una exitosa forma afianzar relaciones en pro de los negocios. Sin embargo, hay que ser cuidadosos a la hora de llevar a cabo una estrategia, ya que de nada sirve juntar un millón de tarjetas si no se sabe cómo utilizarlas.

Quien mejor sabe de estos temas es Nohelis Ruiz Arvelo, autora del Libro «Triunfa Haciendo Networking. Emprendedora por decisión y convicción», a quien entrevistamos con el objetivo de que tengas un conocimiento más amplio acerca de esta poderosa herramienta antes de ponerla en práctica.

– ¿Por qué hacer networking por afinidad y no por necesidad?

Me encanta esta pregunta puesto que es una tendencia. Estamos viendo una gran cantidad de empresas, plataformas y organizadores de eventos que invitan a hacer networking por afinidad, pero es necesario aclarar que nos están vendiendo lo mismo que otras redes pero con un nombre más bonito,  no caigamos en la trampa. La idea es que hagamos networking en espacios donde estén nuestros potenciales clientes o usuarios y esto se logra luego de crearnos una estrategia,  que sólo podrá será efectiva si tenemos una estrategia personal que proyecte nuestra marca. En este momento sabremos si el networking es una de esas herramientas que vamos a utilizar para desarrollar una red en base a relaciones de confianza.

A partir de aquí, de forma natural observaremos que hay actividades muy variadas que nos agradan, que son a fin a nuestros gustos y necesidades y de las que podremos aprovecharnos para conocer gente, intercambiar experiencias, conocimientos, permitimos buscar y encontrar información, obtener ayuda, consejos, feedback sobre nuestro proyecto, podremos ver cómo está el mercado y nuestro sector, con posibilidad de hasta medir la eficacia de nuestro discurso y nuestra idea de negocio. Cuando en mi libro hablo de «affinity networking» me refiero a que nos dejemos sorprender por las personas de nuestro entorno habitual, en cada una de las actividades, esto conforma una red de contactos por afinidad, la nuestra como individuos no la de nuestra profesión.

– ¿Qué importancia tiene la diplomacia corporativa en el networking?

El networking es una herramienta que se utiliza en la Diplomacia Corporativa y no al revés. La Diplomacia Corporativa, que a su vez  se diferencia del lobby, debido a que tiene un aspecto más formalizado como instrumento de negocio antes los actores institucionales, políticos y gubernamentales, es decir con la cosa pública para influir en reglamentos y mercados bajo reglamentos y estatutos.

La Diplomacia Corporativa  se basa en la creación de redes de contactos (network) a todos los niveles de una empresa o startup para su inserción en diferentes mercados regionales o internacionales, cuando hablamos de trasladar el negocio a otro país o región. Es aquí cuando la labor del diplomático corporativo juega un papel primordial, ya que ellos tienen un terreno abonado gracias a su marca personal, su prestigio, trayectoria y que en definitiva cuentan en ese lugar, con los contactos a nivel público y privado más influyentes. Los diplomáticos corporativos además de acortar los tiempos de implantación, logran trasladar de forma majestuosa su prestigio y confianza.

– ¿Se debe partir por el selfworking antes de comenzar con el networking?

Definitivamente si, el Selfworking es mi término preferido ya que integra personal branding,  marca personal y red, una red vista como la base que sustenta cualquier relación y que además la fortalece. La verdad es que no sé si es un término que he leído en algún otro lugar, lo que sí es cierto es que desde hace mucho lo utilizo, sobre todo cuando hablo de la importancia de las redes de contacto, porque no deberíamos hacer networking sin saber primero quiénes somos, qué queremos y hacia dónde vamos. El selfworking no es más que una evaluación profunda y honesta de nosotros mismos con el fin de identificar nuestros dones, nuestros talentos y nuestros defectos para luego gestionarlos; y a partir de allí poder transmitir necesidades y propuestas de forma coherente disminuyendo los costos, ahorrando tiempo  y energía. Si lo hacemos así, el éxito está garantizado.

Replantearnos nuestro rol en esta sociedad, desde nuestros propios intereses, vistos como elemento fundamental, para el logro de objetivos propios y comunes en nuestro entorno. Se trata de enaltecer al ser humano que somos, como individuo único que cuenta con sus propias herramientas y habilidades para encontrar ese espacio y así proyectarnos aportando valor a ese ecosistema del que formamos parte.

– ¿Cómo mantener las redes de contacto activas en todo momento?

Para llegar a ser conocidos es crucial que estemos activos, que nos vean continuamente en diferentes escenarios y plataformas, reales o virtuales. Una red de contacto no sirve de nada si no la mantenemos activa, y activa, esto significa, con vida propia.

Para mantenerla con vida es necesario que sepamos Dar y Pedir, es decir permitirnos desde nosotros mismos como seres únicos, recibir y ofrecer a la red, lo que hace que ésta se retroalimente. Mantener contacto recurrente con cada una de las personas que la integran aportando valor, aportando soluciones, haciendo propuestas, desde aquellos que nosotros sepamos hacer muy bien y con excelencia.

«Estar activos en la vida social y profesional hará crecer de forma natural tu red de contactos»

Enviar un correo o notas, seguir a las personas en las redes sociales, hacer, si es posible una mención en las redes sociales, generar una conversación con ellos en algún post, compartiendo contenido con estos contactos, enviar nota o correo para saludarles o felicitarle por algún logro o publicación o simplemente enviar noticias de su interés, citar y agradecer a nuestros contactos regularmente en nuestros artículos o escribir sobre su trabajo y sus aportes.

Un buen creador de entornos y aliados, privilegia las actividades off Line porque sabe el poder que tiene la presencia. Crear grupos o participar en los grupos que ellos han creado, invitarlos a eventos profesionales a los que nosotros asistamos, quedar con ellos para un desayuno o café o unas copas, introducir y presentar a nuestros contactos con aquellos que creas pertinente, organizar encuentros esporadicos en pequeños grupos y asistir a las charlas de nuestros contactos, aniversarios, fiestas, presentaciones.

– ¿Qué tan utilizado es el sweatworking a nivel empresarial? ¿En algunos países es más común?

El Sweatworking es una práctica muy arraigada entre los hombres de negocio y las grandes corporaciones, la más conocida es el golf, aunque en comparación a otras disciplinas deportivas en ésta no se suda tanto.

Sweatworking es un término que como otros tantos se ha puesto de moda gracias a que no sólo son los altos ejecutivos quienes necesitan desarrollar redes de contacto, ahora todos necesitamos practicar el networking. Esta forma de crear relaciones se ha utilizado siempre pero son las empresas quienes lo utilizan desde hace pocos años para proyectar sus propias marcas, como las grandes corporaciones de ropa deportiva o negocios locales como gimnasios que bajo el paraguas del networking atraen más usuarios o clientes. No obstante esta actividad es utilizada por las empresas para potenciar la relación entre sus propios empleados y como una herramienta de cultura corporativa.

Por otra parte, en lo personal pienso que se trata una rama del «affinity networking»  que proponen algunas plataformas digitales, que no son más que propuestas para crear grupos por temáticas o sectores profesionales, muy efectivos si logramos complementarlos con otras actividades que enriquezcan nuestra red.

– En el libro hace alusión a la ley de las tres G ¿Cómo la aplicas en un ambiente de negocios?

Cuando hablo de networking, siempre me refiero a nivel personal y corporativo ya que funciona desde la misma base, de allí la importancia del networking  moderno, el networking relacional», porque lo corporativo no puede desligarse de lo personal o individual, por lo que será necesario integrarlos.

Dicho esto, la Regla de la Triple GGG es aplicable nivel empresarial cuando se trata de establecer relaciones que nos reporten negocios potenciales. A través de los años hemos visto como asociaciones,  gremios y otros organismos hacen este trabajo a la perfección, las cámaras comerciales son el mejor ejemplo de una institución que aplica esta regla en beneficio del tejido económico  de su localidad o país. Es gracias a todo el trabajo previo realizado, que estos gremios o grupos identifican empresas e intereses en esos espacios y crean sinergias. En el ámbito de los negocios, solo tendríamos que cambiar en esta regla o fórmula, la palabra «Person» por  «Enterprise» así obtenemos según sea el caso: la persona  o empresa correcta, con el proyecto correcto en el momento indicado.

– ¿Existe un lugar ideal para hacer networking o el espacio no importa?

El mejor lugar para hacer networking es aquel donde nos sintamos cómodos y a gusto. Son esos lugares donde intercambiamos siendo nosotros, donde nos permitimos expresarnos, donde somos escuchados, aquellos lugares donde encontramos a personas que nos inspiran,  a personas que aportan y nos transmitan confianza, aquellos espacios donde no nos sentimos excluidos ni fuera de lugar y donde podemos aprender. Por ello en mi libro hablo de algunas premisas y una de ellas es que «el networking no debe ser la última opción», es decir que salgamos a crear y desarrollar una red en caso de desesperación,  porque hay crisis y necesitamos clientes o porque nos hemos quedado sin empleo, eso es muy peligroso y tiene efectos devastadores, además podemos retirarnos agotados de tanto luchar. Los mejores lugares sólo los encontraremos una vez hagamos ese selfworking,  una vez que descubramos cual es nuestro proyecto personal y lo traslademos al proyecto profesional. A partir de aquí nos beneficiamos nosotros, nuestro entorno y nuestra empresa…