¿Por qué cuestan tanto los diamantes?

Hasta el siglo XIX, los diamantes eran considerados muy raros. Sin embargo, todo esto cambió cuando descubrieron en Sudáfrica un gran yacimiento en la ciudad de Kimberley. Esto asustó a De Beers, la compañía minera que controlaba el 90% del comercio de diamantes en el mundo, ya que este descubrimiento podría abaratar sus gemas.

Por eso, para evitar que el valor de los diamantes disminuyera, De Beers y otras compañías mineras se unieron para sólo lanzar al mercado lotes más pequeños de diamantes.

Para esto, calcularon cuántos estadounidenses pensaban casarse durante el año y limitaron la venta de diamantes a este número.

Como De Beers controló el 90% de la producción de diamantes en bruto durante la mayor parte del siglo XX, lograron sin ningún problema aumentar el precio de las piedras preciosas.

La realidad de las cosas es que los diamantes no valen tanto realmente. Y esto puede comprobarse cuando una persona intenta revenderlos a un joyero. En promedio, una persona sólo logra obtener de un 20% a un 40% de lo que originalmente pagó por la piedra.

La razón de esta caída de su valor es que la industria del diamante está organizada para que los vendedores te los puedan ofrecer a un alto precio, pero los compran a su valor real cuando tú los quieres revender de vuelta, de acuerdo con Business Insider.

Es decir que las compañías crean una demanda artificial del producto al limitar el suministro, lo que hace subir los precios al haber una baja cantidad vendiéndose. Además de que todo esto crea la apariencia de que los diamantes son un producto difícil de obtener y que no muchos lo poseen…