Para exportar más, primero hay que modernizarse
El crecimiento de las exportaciones es siempre un requisito en Argentina. La escasez de dólares comerciales nos pone en una posición endeble. Argentina es apenas el país exportador número 49 del mundo, detrás de Filipinas, Rumania, Iraq, Eslovaquia o Indonesia y apenas superando a Kazajstán y Nigeria; y no llega ni a la mitad de lo que exportan Turquía, Irlanda o Hungría. Somos solo el cuarto exportador en Latinoamérica (detrás de México, Brasil y Chile).
Con exportaciones de bienes y servicios (unos 80.000 millones de dólares) que representan solo 18% del PBI (Latinoamérica exporta 22% y el mundo 30% de lo que produce), Argentina genera 0.3% del total de exportaciones mundiales mientras generaba 0.8% hace 55 años y 2,8% hace 80.
Por su PBI Argentina está en el lugar 27 del mundo ¿Qué debería hacer entonces para acceder a niveles de participación en el comercio mundial acordes a su dimensión?
En primer lugar ordenar su frente interno. Las que exportan son las empresas y ellas requieren un entorno estable, simple y de baja aleatoriedad. El mundo se encuentra en medio de un proceso “competivista” por el que los países se esmeran en mejorar condiciones para que sus empresas prevalezcan. Es un requisito actuar con tasa de inflación compatible con la de nuestros competidores (en el mundo ronda 3% anual); además de lograr estabilidad cambiaria consolidada y entornos legales, regulatorios, políticos y burocráticos simples y previsibles (el costo de afrontar la rigidez y la volatilidad ambientales es mayor que el de cualquier traba en una frontera externa).
La tasa promedio de impuesto corporativo en el mundo (24%) ha caído 40% en los últimos 40 años (era de alrededor de 40% en 1980) lo que muestra los esfuerzos de aquellos con quienes competimos…