No se trata del qué pasaría, sino del qué pasa
“Siempre creemos que quedará más tiempo…Pero siempre se acaba”.
“Hay que soñar en grandes…Hay que imaginar un mundo mejor,.. Hay que visualizarte habiendo conseguido tus éxitos…Hay imaginar cómo te sentirías si lo consiguieras…Y si hubiera hecho tal o cual cosa, ¿Qué hubiera sido de mi vida?..”
Vivimos constantemente en el futuro.
Imaginando qué hubiera pasado si lo hubiéramos intentando, qué hubiera pasado si le hubiéramos dicho que si a esa persona u oportunidad…
Pero en estos caso, la imaginación no produce creatividad, innovación ni avance. Produce frustración.
¿Por qué?
Porqué imaginamos sueños que quizá nunca ocurrirán, pasados que nunca podremos llevar el futuro o acciones que ya no podremos echarnos atrás.
Y un caso lo estamos viendo últimamente. Hablamos de qué hubiera pasado si hubiéramos tenido restricciones en la navidad o en verano cuando lo único que nos decían que ya habíamos “vencido” al virus, qué hubiera pasado si hubiéramos impuesto restricciones cuando China ya lo hacía, qué hubiera pasado si hubiéramos hecho tal o cual cosa…
Nos pasamos los días así. Pero lo peor de todo que el problema sigue en el presente.
Mientras nos preguntamos ¿Qué hubiera pasado si hubiera aceptado ese puesto de trabajo?, sigues sin tener trabajo. Mientras te preguntas ¿Qué hubiera pasado si le hubiera dicho lo que siento por ella? , sigues sin decírselo.
Pero creemos que la felicidad es imaginar qué hubiera pasado si hubiéramos hecho o tal cosa o qué pasaría si lo hiciéramos. Lo único que estás consiguiendo, es aumentando tu frustración y no querer atajar el problema.
Pero es más bonito imaginar, el echar la culpa a los demás de nuestra frustración o infelicidad, que coger el “toro” por los cuernos y decir:
¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE PASA?
Que si optamos por la opción más “loca”, estaremos siendo responsable de nuestra vida, de nuestras decisiones y sus consecuencias. Estaremos cambiando de quejarnos por las circunstancias que estamos viviendo, a ser nosotros quien creamos las circunstancias que nos gustaría.
Pero no, es mucho mejor quejarnos y que otros carguen nuestros miedos , que ser nosotros quienes nos pongamos delante de todo lo bueno y malo que pueda pasar.
Hablamos de creatividad sin parar. Que si es una cualidad necesaria después del covid y miles de tonterías más. Señores, nunca seremos creativos, sino dejamos de pensar en el que pudo ser o que sería si… Sino paramos y vemos con lo que tenemos , qué podemos hacer con lo que tenemos, olvidémonos de una sociedad creativa.
La creatividad provoca ser el líder de tu vida, confiar en tus ideas , apostar por ellas y no estar pensando del qué pasaría, sino del que está pasando y qué podemos hacer con ello.
Queremos avanzar, queremos la “normalidad”, queremos ser felices, queremos el éxito, pero todo eso nunca llegaremos a él si estamos pensando el futuro o quejándonos de las circunstancias que tenemos.
A todo ello, quizá llegaremos cuando nos paremos y dictemos qué pasa. Y desde el presente, creamos y creemos el futuro que deseamos.