Nivel máximo de desesperación… – deGerencia.com
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Nivel máximo de desesperación…

“La desesperación puede hacer que una persona haga cosas sorprendentes..” decía Verónica Rot.

Desesperación: ” Pérdida total de la esperanza. Alteración extrema del ánimo causada por cólera, despecho o enojo..”

Y mientras todo el mundo está en las playas, en sus segundas residencias o en las terrazas quedando con la lista de amigos que durante la pandemia, se habían hablado para quedar, tras 3 años sin verse, la desesperación es uno de los virus que corre por nuestra sociedad.

Cada día me llegan más emails de personas desesperadas. Desesperadas porque no se entienden con sus padres. Desesperadas porque intentan ser felices, alcanzar su concepto de tranquilidad y no hay manera. Desesperadas porque hacen lo que sea por encontrar un puesto de trabajo y no hay manera. Desesperadas porque no encuentran pareja o porque algún familiar se está muriendo y no saben qué hacer ni cómo reaccionar.

Ciento de situaciones en las que las personas no saben ya cómo actuar, qué hacer y en los que la desesperación les ha ganado la partida. Se sienten irascibles, se preguntan qué han hecho mal en su vida para estar en la situación en la que están, ya que solamente querían ser ellos mismos , ser felices, encontrar su paz en un aspecto de su vida.

Por no hablar de la desesperación económica, que estamos viviendo y que seguro viviremos más profundamente en los próximos meses.

Pero hay una cosa que no se habla en este estado de desesperación, la falta de comunicación. Seguimos callándonos lo que nos pasa. Llegamos a esta sensación de desesperación si haber hablado antes con nadie de lo que nos pasa.

¿Por qué?

“Porque pensarán que estamos locos, porqué mejor no vamos a molestarnos ya que también tienen sus problemas y no somos quien para cargarles con más problemas, porqué me da mucha vergüenza lo que puedan pensar de mi, porqué no le importo a nadie y ¿Quién va a querer escucharme?..” Son algunas de las excusas que durante un tiempo he estado escuchando de personas que habían explotado y se encontraban en zona “desesperación”.

Seguimos “comiéndonos” nuestros problemas. Creyendo que no somos dignos de que nadie nos escuche y nadie nos ayude, principalmente por vergüenza y miedo al qué dirán. Vergüenza a que piensen que estamos “mal de la cabeza” con lo que nos pasa, cuando me he dado cuenta, que en muchas ocasiones los problemas de una generación siempre suelen ser los mismos, se repiten con las personas.

Y aún así, en una sociedad en la que el Instagram y las fotos de las vacaciones, en las que importa más el tamaño de los seguidores que realmente lo que cuentas y en la que la felicidad “fingida” es crucial a la hora de estar con los demás, sentirte desesperado por una situación que no le ves solución, es uno de los grandes tabúes que hay en estos momentos.

Si te encuentras en una situación así, me gustaría decirte una cosa antes de nada:

NO ESTÁS SOLO.

SIEMPRE, SIEMPRE, vas a tener a tu disposición seguro a una persona con la que hablar. Y hazlo cuanto antes. Porque cuánto más tarde, peor será. He visto a personas explotar por una situación que tenía solución mucho antes de haberse comido todos esos pensamientos.

NO MIDAS LAS SITUACIONES POR EL TAMAÑO.

No te compares con nadie. Ni tus problemas son menos que los demás ni más grandes que los de otros cualquiera. También es verdad que a veces el ego juega malas pasadas, pero aún así. Cada uno está luchando su batalla y no es mayor ni más pequeña que ninguna. Simplemente es la tuya.

COMUNÍCATE.

Era una persona que me callaba mis problemas. Lo que me pasaba, lo que sentía, todo…No aparentaba nada que me pudiera estar pasando por dentro alguna cosa. Y mucha gente le pasa igual, se “come” sus problemas hasta que no puede más.

Por favor, HABLA. Al expresar que te pasa, te quedarás más tranquilo, te habrás quitado un peso de encima y sobre todo, te aseguro que empezarás a ver soluciones que antes no veías. ¿Por qué? Porque no estás haciendo caso a tu ego que te había ganado la partida.

A TODO HAY SOLUCIÓN.

A todo, si, te lo aseguro, A TODO. En muchas ocasiones te darás cuenta, que todo ha podido ser un malentendido. En otras que una conversacion SINCERA, algo que no solemos tener era la solución a tus problemas abriéndote los ojos a la realidad o a tu felicidad. En otras ocasiones, te darás cuenta que tú has hecho lo que has podido y más, siendo la otra parte la que no da su brazo a torcer o en la que no hay posibilidad de cambios, teniendo que decir adiós a la situación por mucho que te pese.

En otras será el momento de pedir perdón o tomar una decisión drástica y difícil en tu vida. Si quieres volver a dormir tranquilamente, tomala. Cuesta, lo sé, pero es tu puta tranquilidad. Así que da el paso adelante, hay futuro, hay solución.

Como siempre decía mi abuela , “para lo único que no hay solución es para la muerte”.

Hay mucha desesperación que lleva a provocar hasta suicidios. No me digas que exagero, porque es así. Y cada vez vamos a vivir más en un estado de desesperación por muchos condicionamientos que todos conocemos.

La desesperación:

.- Nos impide una comunicación de verdad.

.- No somos coherentes entre lo que hacemos y lo que realmente sentimos.

.- Las emociones se apoderan de nosotros y de nuestra vida.

.- Las emociones tóxicas oprimen la creatividad y no dejándonos ver la realidad.

.- Nos impiden nuestra aceptación, nuestra felicidad, siendo el miedo quien lidera nuestras acciones.

Son algunas de las consecuencias que sufrimos cuando nos encontramos en dicha situación de desesperación.

¿Crees que una persona y con ella una sociedad en ese estado puede salir adelante, avanzar, ser creativa, feliz…? Todos sabemos la respuesta.

Por favor, antes de llegar a un estado así de desesperación, habla, escribe lo que sientes, lo que sea, per sácalo de ahí, porqué por mucho que lo guardes, no desaparecerá antes.

La desesperación ha sido una de las situaciones que como muchas otras palabras, se le dan un tono negativo. La desesperación me ha hecho evolucionar, cuestionarme muchas de mis creencias, soltar lastre de amistades que no me dejaban avanzar, crearme en todo momento.

La desesperación así como el suicidio o la muerte son temas que no se hablan. Si se hablasen más, podríamos utilizar esa energía para ser nosotros por fin y luchar por nuestra felicidad.

La vuelta a la tortilla se puede dar, todo depende de ti.



  • Ver original en Principios de un Comienzo
  • Publicado el jueves junio 25, 2020


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