Madrid acelera para hacerse con parte de la «City» de Londres
Eââ¬Å l triunfo del Brexit el pasado mes de junio marcó el comienzo de una nueva era en las relaciones políticas entre el Reino Unido y Europa. Pero también de una intensa carrera entre los países del Viejo Continente para conquistar al previsible éxodo de empresas que decidan saltar de la isla si finalmente opta por una desconexión de la UE sin anestesia. España se apuntó al desafío, aunque con algo de retraso por la falta de Gobierno durante casi un año, pero lo cierto es que Madrid compite ahora con París, Fráncfort y Dublín para conseguir un buen trozo del pastel.
Para hacerse una idea de la magnitud de «cluster» financiero establecido en la City londinense sólo hay que recordar que los servicios financieros y todo lo que ello conlleva (como los servicios legales, de consultoría, fiscalesâ⬦) r
epresentan en la actualidad el 7% del PIB de Reino Unido. Un inmenso negocio habituado, además, a trabajar bajo las normas del derecho británico. Por ello los expertos aseguran que no habrá un desplazamiento total del ecosistema, aunque sí se esperan relocalizaciones ante una potencial pérdida del «pasaporte financiero» (por el que cualquier entidad establecida en un país de la UE puede prestar libremente sus servicios en el resto) hacia otras plazas europeas con tradición financiera. Ahí es donde entra Madrid.
Pero el tiempo apremia. Francia ya anunció hace dos semanas la puesta en marcha de un paquete de incentivos fiscales para los banqueros de la City, medida que se suma a los pasos ya dados por su regulador para allanar los trámites de llegada de las empresas británicas. Además, París ofrece una amplia y lujosa oferta inmobiliaria, aunque, eso sí, a precios muy elevados. Fráncfort juega la baza de la cercanía de los reguladores y el BCE, mientras que Dublín cuenta con bajos impuestos y cercanía territorial.
¿Y qué ofrece Madrid? En opinión del economista Daniel Lacalle, «comisario» de la Comunidad de Madrid encargado de atraer inversiones de Londres, la ciudad ofrece una combinación de factores que puede resultar muy atractiva. «Hay una fiscalidad muy competitiva frente a París o Fráncfort, tanto en el Impuesto de Sociedades como en el IRPF. Además, dispone de un espacio inmobiliario de calidad y a buenos precios en el centro de la ciudad. Resultan claves las facilidades que se den para allanar la burocracia y la regulación».
En esta línea precisamente ha actuado la CNMV esta misma semana. El organismo que preside Sebastián Albella ha anunciado la creación de un interlocutor único en habla inglesa que ayudará a las firmas británicas a entender la regulación española y guiarlas durante todo el proceso de autorización y hasta seis meses después del mismo, permitiendo además que presenten toda la documentación en inglés. También se creará un procedimiento directo de autorización para esas empresas, estableciendo un plazo de preautorización de dos semanas para que puedan comenzar a organizar su traslado hasta la concesión del visto bueno definitivo, que no se demorará más de dos meses.
El paquete incluye la vía libre a las compañías que así lo soliciten a seguir usando sus propios modelos internos de cálculo de sus necesidades de capital para cubrir riesgos de mercado y de contraparte. Y no se impondrá a esas compañías más requisitos que los derivados de la legislación europea en lo relativo al régimen de recuperación y resolución de entidades en crisis, políticas de remuneración y otros aspectos. El ajuste de algunos tramos del IRPF para los impatriados también entra en los planes del Ministerio de Economía, aunque aún no cuenta con el beneplácito de Hacienda.
«Además, no podemos perder de vista otros factores llamados ââ¬Ëblandosââ¬â¢, como son las infraestructuras, la calidad de vida y su menor coste con respecto a las otras grandes ciudades europeasâ⬦ Y la posición de trampolín a otros mercados como el iberoamericano», explica Lacalle.
Lo cierto es que los antecedentes de España en este sentido son alentadores. En 2015 nuestro país se situó como decimosegundo receptor mundial de inversión extranjera directa (IED) en términos acumulados, según datos de la UNCTAD, de modo que esta inversión directa recibida alcanza ya el 45% del PIB. Además, España es el noveno país más abierto a la inversión extranjera, según la OCDE.
«Detrás de este posicionamiento hay factores clave como el dinamismo de la economía española, que está creciendo por encima de la media de nuestros principales socios, el tamaño de mercado, las oportunidades de negocio existentes en un gran número de sectores, la calidad de las infraestructuras españolas y la cualificación de la mano de obra y las mejoras experimentadas en los últimos años en costes laborales unitarios; factores que se añaden a la elevada calidad de vida y el rol geoestratégico de España como plataforma de negocios con Latinoamérica y África», asegura Antonio Hernández, socio responsable de Brexit de KPMG en España. «Resultaría muy positivo que se llevara a cabo una adecuación suficiente de los ordenamientos jurídicos a los estándares habituales de la City», puntualiza Hernández.
Por su parte, Francisco Aranda, portavoz de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), explica que se ha hecho un intenso trabajo desde que recibiera el encargo de la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, de poner en marcha una estrategia para sacar brillo al atractivo de Madrid. «En primer lugar, se hizo un análisis de la situación de Madrid comparativamente con el resto de competidores más importantes para conocer nuestras fortalezas y aspectos a mejorar. Ahora estamos en la fase de introducir mejoras en nuestra propuesta, es decir, reformas. Para ello, se está trabajando de abajo a arriba, es decir, preguntando a las empresas que ya tenemos aquí instaladas cuáles son los aspectos que consideran más positivos de Madrid y cuáles deberíamos mejorar, para acercarnos al máximo a las necesidades reales».
El aspecto fiscal sigue siendo esencial. «Es clave mantener y profundizar en la política de baja presión fiscal porque es un imán contrastado de inversiones y una garantía de aumento de la recaudación para acometer políticas sociales. Subir impuestos a las empresas siempre afecta negativamente al empleo. También creemos que estas estrategias de atracción de inversiones deben llevar la garantía de la seguridad jurídica, para lo cual es clave que se pongan en marcha medidas cuyo horizonte político sea el largo plazo y no se limite a la legislatura. La inversión extranjera estudia siempre que las decisiones de los gobiernos vayan más allá del ciclo político porque eso les aporta seguridad. Al mismo tiempo, es muy relevante que exista unidad de acción por parte de las administraciones», asevera Aranda.
Otra de las claves será dónde se fije finalmente la sede de la autoridad bancaria europea, EBA por sus siglas en inglés, actualmente situada en Londres. «España cuenta para ello con una importante y reconocida tradición bancaria, algunos bancos de dimensión global, que han permitido a los reguladores contar con una experiencia que otros países no tienen, una importante disponibilidad de talento sectorial y un buen coste relativo de los alquileres de oficinas», explica Hernández. De hecho, España y su sistema bancario han pasado de ser considerados un riesgo para la estabilidad financiera de toda Europa, a ser ejemplo de saneamiento y reestructuración. Una reconversión que puede jugar a favor de España en este proceso.
Un aspecto a mejorar es el relacionado con la oferta de oficinas de calidad que actualmente hay en Madrid. Antonio Pan de Soraluce, managing director de Colliers International España, explicó recientemente durante la presentación de un informe sobre DCN, que «en Madrid no tenemos una buena calidad de stock de oficinas. La tasa de disponibilidad es mínima y los edificios son más bien pobres». Un punto en el que coincide Aranda es en que «es muy relevante desbloquear cuanto antes el proyecto Distrito Castellana Norte porque aporta un valor añadido a la oferta de Madrid, cuyo coste es cero para los ciudadanos». Desde DCN, por su parte, explican que su proyecto inmobiliario incluye la creación de más de mil metros cuadrados de oficinas, incluyendo un campus tecnológico, y destacan la cercanía al aeropuerto al gran «hub» de transporte ferroviario que se crearía a partir de la Estación de Chamartín…