Los cuadernos de la corrupción: la investigación más importante en toda la historia de la justicia
Por más que Cristina Kirchner intente desviar la atención con el reality en el que mostró solo una parte de su casa de El Calafate, la investigación judicial que la presenta como la jefa de una asociación ilícita sigue avanzando con mucha prisa y sin ninguna pausa.
En las próximas horas el juez Claudio Bonadio pedirá su procesamiento, y quizá también su desafuero para intentar detenerla, porque los delitos que se le atribuyen son tan graves y la posibilidad de entorpecer la investigación sigue siendo tan evidente, que no le quedaría más alternativa.
La ex presidente eligió como estrategia defensiva el negacionismo y la victimización. Pero tanto uno como la otra son insuficientes para tapar la abrumadora cantidad y la calidad de las pruebas y las evidencias que acumularon el fiscal Carlos Stornelli y el magistrado que tramita la causa.
Una alta fuente judicial que trabaja en el expediente dijo que «además de todo lo que salió publicado en los medios, hay fotos, videos y relatos que se comprobaron ciertos y que todavía no salieron a la luz. Van a ser incluidos en el auto de procesamiento».
Un veloz repaso por los números de la causa demuestra que jamás sucedió en la justicia federal algo parecido. Hay 52 imputados y 17 detenidos. Tres ex funcionarios de alto rango aceptaron que cobraron coimas y apuntaron hacia arriba: el ex secretario de Obras Públicas, José López, Claudio Uberti y el ex jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Los dueños y altos ejecutivos de las empresas con más años en el mercado y que más facturan no solo confesaron que pagaron sobornos sino que muchos de ellos renunciaron a sus cargos para evitar la debacle de sus organizaciones. El ejemplo más notable es el de Aldo Roggio, el dueño de una empresa fundada por su abuelo, Benito Roggio, hace 110 años.
Entre los arrepentidos, además del chofer que lo anotaba todo, está Ernesto Clarens, el financista de Néstor y Cristina. Se encargaba de recibir el dinero de los empresarios, cambiarlo por dólares y euros, y llevarlos en un bolso hasta las manos del ex secretario de ambos, Daniel Muñoz, en el mismísimo departamento del matrimonio…