¿Le llegó su fin al PIB?
Pobre el PIB.
Pareciera que todo el mundo le está empezando a dar la espalda a la que alguna vez fue considerada la medida económica de mayor prestigio.
El Producto Interno Bruto, una medida del valor de los bienes y servicios que un país produce, es quizás el indicador estadístico más poderoso de la historia y ha tenido una gran influencia en las políticas globales.
La principal crítica al PIB, planteada por nada menos que Bobby Kennedy en 1968, es que «mide todo⦠excepto lo que hace que la vida valga la pena».
En otras palabras, está irremediablemente viciada como una medida del bienestar humano.
De hecho, si nos remontamos varias décadas atrás, a los años 30, Simon Kuznets, un pionero del PIB, advertía que «el bienestar de una nación podía difícilmente inferirse de una medida del ingreso nacional».
Pero pese a los varios intentos de destronar al PIB, que surgió de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial como un intento por estabilizar las previsiones económicas, el indicador se mantiene como la medida central del éxito de un país…